El índice de degradación del inmueble es tan elevado que solo dejo unas fotos
PD: Menos la primera, que es de La Vanguardia, el resto de fotos, de mala calidad, por cierto, las efectué yo mismo, es para que se hagan una idea de lo que fue aquella tienda y del inexplicable abandono que ha sufrido; de ella, en su interior no queda nada, y su exterior está completamente abandonado por el Ay untamiento de turno.
Esta semana este es el estado lamentable de este establecimiento modernista. Añadir que desde el 1 de enero del 2015 está en este estado de abandono.
Y esto lo que fue:
Diseñadores: Vilaró y Valls, 1922
Me da una pena enorme. Ver lo que fue y lo que es ahora.
ResponderEliminarUn abrazo
Lo extraño es que lleve tanto tiempo cerrado y sin visos de abrir, no se a que se espera
EliminarUn abrazo
Detesto a los grafiteros, que solo saben ensuciar la ciudad. Estos sí que hacen el indio con sus garabatos.
ResponderEliminarSalut.
Y se han llevado casi toda la ornamentación, y te aseguro que era muy guapa.
Eliminarsalut
El Indio lo empezó el vendiendo banderitas.., esas banderitas que son corrosivas y todo lo que tocan se convierte en ruina.
ResponderEliminarMira, Anónimo, no es justamente así. Aquello empezó sobre el 1922, a finales. Un señor que hizo sus dineros en América y puso su tienda de paños, pañería que se llamaba en aquel entonces, con el anagrama de una de aquellas tribus.
EliminarSi observas la fecha de creación, recordarás que en el 1923 entró Primo de Rivera, (hasta finales del 29), luego las banderitas allí, en sus primeros años, como que no.
Por otro lado, sabes tan bien como yo, que no hay tienda de "chinos", que no las venda, y esas no se arruinan. Y no has de tomártelo a mal, pues si te fijas, que creo lo haces, hoy no hay ni la décima parte de las que había en los balcones allá por el 17/18/19.
Particularmente a mí me han escupido en la cara, en el ascensor, en Barcelona, por no llevar el lacito en la solapa, tal como suena, (aunque posteriormente se me pidió disculpas, todo se ha de decir), pero ha bajado todo el souflé que hace años se veía imposible.
El Indio cerró por la subida del alquiler hace diez años, que no se vieron con valor de pagar en ese momento. De todas maneras la venta de telas, paños, toallas y bienes de casa , al menos en Barcelona, ha ido a la baja, y aquello ya no tenía futuro.
Lo sé porque las fotos son mías y lo pregunté al señor que estaba en la caja y era uno de los tres socios del establecimiento.
Un abrazo
Una verdadera pena q una ornamentación tan preciosa como la de esta tienda , a parte de las vidrieras no merezca un poco de mimos y aprecio por parte de la administración y a estos energúmenos de los grafiteros creo q lo q había q hacerles es lo mismo en su casa ..aunq vete a saber si no la tienen igual de desastrosa...En fin, gracias por mostrármela, si no es por ti, jamás sabría de esta tienda, un beso MIGUEL ...siento haberme perdido" la verdad " de ayer ..fue un día complicadísimo de trabajo , lo siento...Buen miércoles para todos!!
ResponderEliminarBuenos días, María.
EliminarNo has de preocuparte, el trabajo es lo primero y eso sí es ineludible, por lo demás, ya ves, todo sigue igual.
Un beso grande y te me cuidas.
Gracias por estar y saludarnos ¡¡¡¡
Una tienda preciosa. Lástima el abandono. Un beso
ResponderEliminarSí, se puede decir que está abandonada.
EliminarUn beso
No es extraño que con tanta banderita y tanta simbología, todo se degrade. Da pena verlo. Las banderitas y los grafitis han convertido el paisaje urbano en una auténtica porquería.
ResponderEliminarDesde hace una temporada que evito pasar por el barrio del Raval, me da rabia, pena, asco.
Salud
No es agradable pasar por un lugar que uno conoció en auge y ahora lo veas abandonado y en fase de degradación, esa es la verdad, Francesc. Hubiera preferido que lo derribaran y ver un edificio de esos de oficinas, al menos limpio e iluminado, pero aquello hace un flaco favor a quien viene a ver la ciudad.
EliminarUn abrazo
He pasado el puente de la Constitución en Vigo viendo la ciudad y su espectacular iluminación navideña. Allí me sorprendió que en el casco urbano no hubiera grafitis que afearan y ensuciaran la ciudad, y creo que eso no es casualidad. Tiene que ver con la política del ayuntamiento hacia los grafiteros. En Barcelona ha sido de total permisividad y dejación de la autoridad respecto a estos engendros aberrantes que ensucian todo el casco antiguo. No hay consecuencias, no hay control, no hay un diálogo social que impida que esto suceda. La tienda de El indio era bellísima, la veía cuando pasaba por allí hacia el Raval. Los propietarios debieron querer subir el alquiler y ahora la tienen vacía y destrozada. La avaricia rompe el saco. Un abrazo, Miquel.
ResponderEliminarMira, mi buen Joselu. Hube de bajar a Rambla de Cataluña, y eso que vivo a siete kilómetros, en linea recta, o sea en El Prat. Cuando el autobús, el H12 pasó por lo que quieren ser los puestos de Navidad de la Gran Vía, ya me invadió un sentimiento de tristeza. Conté desde el ventanal del bus tres personas durmiendo por allí. Como bajé después por Ramblas, para ver aquello, al final de tanto grafitti, por más que el alcalde lo trate de impedir, que me consta, se hace una ciudad sucia, pero entiendo que eso ya no le incomode al que vive allí y se ha acostumbrado, que ya no es mi caso, te aseguro que se nota una barbaridad que los grafitis se han convertido en una parte de la ciudad, como una rémora, y ahora costará el quitarlos.
Eliminar¿Qué necesidad hay de ensuciar los portales, los vagones de los trenes, las puertas de los parquings, las persianas de las tiendas, las puertas modernistas...?, y sin embatgo es una ciudad en donde predomina el asunto del pintarrajeado.
Es, no me cabe duda, la permisividad que se ha tenido y a la que se han acostumbrado.
Un abrazo. Gracias por estar
Recuerdo bien la época de auge, yo fui cartero en esa zona y era impresionante la cantidad de alfombras y telas.
ResponderEliminarpodi-.
Es curioso como en Barcelona se ha perdido la costumbre de coser, ya no hay modistas. He estado en Madrid no hace mucho y allí hay casas de telas y paños al corte, pero muchas, con cantidades ingentes de colores, modelos tramas, y formas, cosa que aquí ya no quedan. Esta era una de las últimas que quedaban y mi madre solía entrar allí a comprar.
EliminarCreo que Barcelona se ha convertido en una ciudad sin personas residentes, sin ciudadanos fijos , y la gente se va haciendo mayor y van perdiéndose los oficios.
Con el tiempo ya sabes que ese local se convertira en un Burguer, un Kictchen o un Zaqueburry de esos del café. Es el sino de los tiempos.
Un abrazo
Y últimamente peor, tiendas de souvenirs donde no entra nadie y parecen más tapaderas que negocios.
Eliminarpodi-.
Debiste de hacer
ResponderEliminaruna selección de
fotos , tipo
casting, que
aparezca solo
lo justo para
mostrar,
Zaqueburry?,
me sonaba
Starbuck .
Esa, esa...la Zaquesburry del Starbuck...esa, esa...gracias mil ¡¡¡
EliminarMuy buen reportaje, no sobra ni falta nada. Me trae muy buenos recuerdos de cuando frecuentaba esa tienda con Ana, muy aficionada a esto de las telas. Hice fotos en su día pero no las encuentro por ninguna parte. Soy un desastre...
ResponderEliminarUn abrazo.
Fui infinidad de veces, con mi madre de pequeño, a forrar botones, y siempre estaba la tienda llena. Me apena ver aquello tal como está.
EliminarUn abrazo.
Salut
Preciosa tenda que anava de petit. Barcelona, coneguda no fa gaires décades pel seu caràcter únic i el petit comerç , està veient com les botigues tradicionals desapareixen, reemplaçades per grans multinacionals. Aquesta transformació afecta especialment els barris cèntrics, on establiments amb història són substituïts per cadenes globals que uniformitzen l'oferta comercial enfocada a un altre tipus de client com els expats.
ResponderEliminarLes causes són múltiples: els alts lloguers, la pressió turística i la competència desigual entre petits negocis i grans corporacions. Això provoca la pèrdua d'identitat i d'un teixit comercial que era part essencial de la vida quotidiana dels barcelonins.
És urgent protegir el comerç local per mantenir la personalitat , però em sembla que anem tart. Salutacions!
Amen molt tard, molt, ja hi és tot el peix venut ¡¡¡
EliminarSalut Port Vell
La degradación de lo bello entristece y provoca lamentos inevitables. "Quién te ha visto y quién te ve"....
ResponderEliminarPues sí, Luis Antonio, aquello si que no es lo que era.
EliminarUn saludo
Salut
La tienda ya estaba en decadencia hacía años y precisaba arreglos diversos, en su origen era todavía más grande, daba a dos calles. Vendían poco, se lo comentó un vendedor a mi madre la última vez que les compró alguna cosa, creo que una alfombra. Se pidió permiso para instalar allí un restaurante, el ayuntamiento lo denegó, al menos habría conservado, quizás, algo de la decoración, que tampoco era la de origen sinó de unas reformas modernistas de los años veinte. Ahora da verdadera pena, el ayuntamiento deniega a veces permisos para hoteles y restaurantes y, después, el espacio se degrada y no interviene.
ResponderEliminarSí, cierto, ya a principios del 2010 su funcionamiento era flojo, el señor de la caja lo había comentado en alguna ocasión. Mi madre, como modista, era una clienta asidua, pero era evidente que las telas y los paños dejaron de ser rentable, por lo que fuera. Me río, pero allí, ya lo decía el señor, costaba vender una bandera porque los chinos las vendía a mitad de precio.
EliminarAhora está degradado en su interior y claro, tampoco es bueno porque los insectos proliferan y no es bueno para el barrio.
La veritat és que no sé el que farán, pero sí que está molt degradat.
Un plaer legirte..
salut
Ha habido tiendas también muy inlteresantes, como la Sastrería Amat, de la Plaça del Padró, substituída por un Bazar, y muchas del centro de Barcelona. Lo peor es que se podría cambiar el producto sin destrozar interiores y exteriores pero pasa pocas veces.
ResponderEliminarToda la razón, toda. He estado en Madrid no hace mucho, y he venido rabiando. Los portales, las fachadas las tienen bien, aunque se dediquen a otra cosa, y todo en el casco antiguo respiraba un olor especial a bien cuidado. Aparte veís, eso lo observé con lupa, como reformaban un par de tiendas respetando el exterior, y pensé que lo estaban haciendo bien.
EliminarEn fin, a ver si aprendemos.
Gràcies per ser hi
Salut
También hay mucha gente que se queja y que jamás había comprado nada en esas tiendas que se pierden, seamos sinceros. Lo constaté ante la perdida de la tienda Gallofré en Sant Antoni, creo que de todos los que se estaban quejando mucho en una conversación informal sólo yo compraba allí con regularidad. La culpa no es tan sólo del aumento del alquiler
ResponderEliminarOstras, la Gallofré, y tanto, pero recuerda lo que le pusieron de alquiler...dos mil euros más al mes..Y tanto que la recuerdo, los mejores calcetines y calzoncillos, allí los compramos siempre, tal como suena.
EliminarPero aquello no se aguanataba porque era mucho alquiler de subida, de un año para otro.
Creo que le pedía, sino recuerdo mal, 5.500€, Le preguntaré a mi señora porque iba con ella.
Yo lo sé porque a banda fue a la AAVV a ver si se le podía ayudar, y todo fue en vano. Salut
ResponderEliminarTampoco idealizemos el pasado, el Raval ya había conocido épocas bastante decadentes. En la época Maragall se pusieron unas placas en el suelo ante tiendas centenarias y en algunos casos ha desaparecido la tienda y queda la placa. No es un tema nuevo, cuando era pequeña mi abuelo comprava Destino y a menudo se quejaban de pérdidas comerciales que ya no recuerda nadie, i establecía comparaciones con París, con Madrid... Lo peor es la decadencia y la suciedad, claro, tambíen cuenta que la población ha crecido mucho. Este sábado creo que vuelven a pasar por beteve la película 'Sin la sonrisa de Dios', de finales de los cincuenta, donde se puede ver una parte del Raval de hace años, bastante lamentable, con una población pobre y marginal.
ResponderEliminarDanone, por ejemplo...La pelí la tengo grabada en un PDF. De allí saqué fotos.
EliminarLimpiar, Júlia, se limpia, hasta los domingos se limpia, pero no se que pasa, no lo sé.
A la Gallofré le respetaron el precio durante años y no se molestaron nuncs en renovar el interior, durante la pandemia se portaron muy bien con este tema, los arrendatarios muchas veces no admiten subidas razonables, tampoco, el problema no es nada sencillo y se hace mucha demagogia, siempre se culpa el alquiler cuando, a veces, los mismos arrendatarios lo han dejado por edad y falta de renovación. Pero siempre el malo es el dueño que quizas ha estado años sacando muy poco rendimiento del tema.
ResponderEliminarNo lo podría decir, JÚlia, no conozco los arrendatarios, si que eran creo, la cuarta o quinta generación. La tienda tenía su encanto y no la hubiera retocado, como la Torres, en Plaça Universitat
EliminarA veces se confunde el encanto nostalgico con lo decadente, me gusta més que se retoque cuando hace falta y que se modernice, como han hecho otras tiendas muy antiguas. Encuentro muy bien lo que han hecho en Plaza Universidad, las tiendas comerciales no son museos aunque tengan 'su encanto', cada vez soy menos conservacionista, lo admito.
EliminarEstic amb tú.
EliminarTambién hoy se podían encontrar productos como los de Gallofré, de algodón, en muchos más sitios y más variedad, en los mismos Encantes.
ResponderEliminarPero allí tenían su encanto, y eran buenos. Los calcetines mismo era de primera, y los calzoncillos también, te diré que ya costaban lo suyo, pero eran buenos. Los hay más baratos, desde luego, pero allí vendían calidad.
EliminarBueno yo había comprado de todo y depende, los calcetines y los calzoncillos de las mismas marcas se pueden encontrar hoy en muchos sitios y con más variedad e igual precio
EliminarQuizá es que en casa somos rutinarios, pero me gustaba el barrio y aquellas tiendas. Ahora compro en La Torre de Universidad, bajo con el H12. Todo está muy a mano, y Barcelona es especial.
EliminarEs una desgracia. El abandono siempre trae barbarie, empiezan grafiteando y pueden acabar robando y derribando si pueden. Hay que contar que hay vándalos, imbéciles e incívicos por doquier, lo que no entiendo es que este tipo de comercios emblemáticos del pasado no estén protegidos por un Plan General de Urbanismo, ¿o sí lo están, pero ni los propietarios de ahora ni las autoridades hacen nada al respecto?
ResponderEliminarNo puedo contestarte porque no lo sé, Fackel. De verdad no lo sé.
EliminarTenemos cantidad de grupos en nuestro pequeño congreso, de toda índole y creencia, derechas, ultras, de izquierda, más a la izquierda, de centro socialistas, progresistas, independentistas, animalistas...pero este tema, el de la protección del patrimonio está abandonado de los programas, por una cosa u otra, sino estarían todos al unísono de que se debe de proteger las fachadas emblemáticas y que tienen raigambre de la ciudad.
En fin, te aseguro que es penoso, he dejado el enlace del Google, para que se vea como está en la actualidad.
Gracias y salut