Las cosas irán a peor antes de mejorar. Y solo mejorarán después de ponerse muy feas. (Kusti Salm)

lunes, 18 de marzo de 2024

Igualdad de género

De siempre he pensado que los países nórdicos nos dan lecciones respecto a la equidad entre los dos sexos.

Hoy, Dinamarca, nos lo vuelven a demostrar.

Todos/as somos iguales, y valemos lo mismo para las trincheras en primera línea.




jueves, 14 de marzo de 2024

Cuentos de Navidad. Barcelona, marzo de 1938

Antecedentes:

Los bombardeos aéreos de Barcelona ocurrieron en marzo de 1938. Durante los días 16, 17 y 18, la Aviación Legionaria Italiana, aliada del bando sublevado en la guerra in-civil española, llevó a cabo unos devastadores ataques desde sus tres bases en Mallorca (Islas Baleares). Fueron posiblemente los bombardeos más terribles de toda la guerra, causando entre 880 y 1300 muertos y entre 1500 y 2000 heridos entre la población civil.

La ciudad de Barcelona sufrió el derribo de 126 edificios.



Barcelona, marzo de 1938

Sobre las once de la mañana, el sótano del taller se volvió a quedar a oscuras, nadie se extrañó. Venían siendo habituales los vuelos de observación sobre el cielo de Barcelona cuyo origen era Palma de Mallorca, daban cobertura a lo que después serían los bombardeos. Estos dedicaban a descargar bombas para atemorizar a la población civil.

Ese era unos de los fines; otro el dejar sin energía las fábricas, los talleres y las industrias que daban servicio a las tropas republicanas.

 Aquel viernes las sirenas no pararon de silbar. Habían empezado a hacerlo dos días antes, el jueves y el miércoles,  pasado el mediodía, y no habían cesado cerrando la tarde, con lo que Josefa e Isabel, que tenían veintiuno y dieciséis años, les había sido imposible ir a comer a casa.



Josefa tenía la categoría de medio oficiala, mientras Isabel ostentaba el cargo de aprendiza adelantada.

Trabajaban en los talleres otrora de alta costura, Santa Eulalia.

Los talleres Santa Eulalia, como tantas otras fábricas, habían sido colectivizados para la guerra. Estaban situados en los sótanos que poseía la tienda, en Paseo de Gracia, casi a la altura de la Diagonal. Allí se confeccionaba toda clase de ropa militar para el Ejército.

Aquel marzo estaba siendo extremadamente frío, más aquel viernes, a la sazón, último día de la semana.

A las siete de la tarde y a oscuras, ya se había acabado la jornada laboral y aún no había vuelto la energía.

Toda la ciudad permanecía en penumbras.

 Las dos oleadas de aviones, los Savoia primero y los Fiat después, de la escuadrilla italiana estacionada en Son San Juan, Mallorca, y en intervalos de un par de horas, habían mantenido a la población en vilo.

En esta ocasión, el bombardeo había sido mucho más importante que en los dos días anteriores, al menos por las informaciones que desde dentro del mismo taller les venían notificando.



Cuando Josefa e Isabel decidieron irse a casa, y solo bajo el visto bueno de la policía militar, el reloj de oficina del taller se acercaba casi a las ocho de la tarde. 

Estaban todavía sin comer.

En aquel momento las sirenas ya pertenecían a las unidades de los bomberos. Los Pipistrelli delle Baleari, nombre con el que se conocía a la aviación italiana, habían cumplido su cometido, y esta vez con un éxito rotundo.

Decidieron bajar por las calles más anchas, había riesgo de desplome de algunos edificios, y porque la policía militar impedía el paso para que la población civil no viera los restos de muchos cuerpos que habían sido alcanzados por la metralla. Paseo de Gracia hasta Gran Vía. Esta última, cortada; siguieron recto, hasta Plaza Cataluña para girar a derecha, por Ronda Universidad.

El resplandor de un edificio en llamas posibilitó el situarse. Plaza Universidad, al fondo Ronda San Antonio, y de allí calle La Cera. Llegar hasta Carretas para alcanzar Aurora era cosa de pocos minutos.

En aquel sector de la ciudad, la oscuridad y el silencio era total.



El mal empedrado de la calle Carretas, con sus desniveles entre adoquín y adoquín, no ayudaban, pero daban la tranquilidad de saber que se aproximaban a su casa.

A tientas lograron introducir la llave del portal.

En el rellano interior les estaba esperando Avelina, la vecina del cuarto tercera; esta había perdido dos hermanos menores en el frente, uno en Aragón y otro en Lérida. 

A las hermanas les extraño su presencia, nunca lo había hecho, cosa diferente de sus padres, que en ocasiones incluso se habían acercado a la confluencia de La Cera y Carretas, casi a la puerta de la carbonería del señor Marcelino, para acompañarles en el final del recorrido.

Tampoco vieron normal que llevara una bata blanca, en forma de túnica, casi hasta los pies, y más con el frío de aquella noche, pues ya habían sonado las medias de las ocho en el campanario de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen; y no les dejó indiferente su mirada inexpresiva, su cabello sin arreglar y su tez pálida, pero entre el hambre, el miedo y el cansancio no hicieron más que una pregunta por amabilidad: 

-¿Hace mucho que nos esperas? 

Avelina no contestó, sólo las miró fijamente y dándose media vuelta, dándoles la espalda, emprendió el camino de subida levantando a la vez la vela para que pudieran subir tras ella sin tropezar.

Entresuelo, primero, segundo y tercero.  Avelina marcaba el paso alumbrando el entorno. Josefa iba cinco escalones detrás; cogida al vestido de esta, Isabel. Fue al llegar al rellano del tercero cuando Avelina paró en seco, y dándose media vuelta las miró. Sin decir nada prosiguió hasta su piso, el cuarto, pero no sin antes cerciorarse de que Josefa e Isabel entraban en su casa a buen recaudo.

Tampoco contestó a las gracias, ni a las buenas noches que le propinaron las hermanas.

Cuando Josefa e Isabel explicaron el porqué de la tardanza a sus padres, la situación de la ciudad y el extraño comportamiento de Avelina, estos quedaron consternados. 

Avelina había sido una de las incontables víctimas de aquellos bombardeos.

Había fallecido en la primera oleada, en los aledaños de Plaza Universidad, víctima de la metralla de una de las bombas; la habían trasladado al Hospital Clínico ya inerte. La noticia les había llegado de primera mano, por un familiar de la misma Avelina, casi a las seis de la tarde, cuando este vino a recoger una sábana limpia para poder utilizarla de sudario en el féretro.


martes, 12 de marzo de 2024

Reloj de Sol del castillo de Montjuïc

 

Hoy les presento un reloj singular. Situado en el costado Sud-Oeste de la torre del castillo de Montjuich. De tipo vertical declinante. Rectangular. Marca las horas y las medias, de las 11 de la mañana hasta las 7 de la tarde, en ciclos de 12 horas. Su material es la piedra, y los números arábigos. Las líneas de las medias horas están acabadas en punta de flecha. Datado en el 1777 y restaurado hace poco. Tiene un hermano gemelo mirando hacia Levante.

Castillo de Montjuïc.


Avui els presento un rellotge singular. Situat al costat Sud-Oest de la torre del castell de Montjuïc. De tipus vertical declinant. Rectangular. Marca les hores i les mitjanes, de les 11 del matí fins a les 7 de la tarda, en cicles de 12 hores. El seu material és la pedra, i la seva numeració, aràbics. Les línies de les mitges hores estan acabades en punta de fletxa. Datat el 1777 i restaurat fa poc. Té un germà bessó mirant cap a Llevant.

Castell de Montjuïc.





La Itaca de leche y miel

 Nuestras vistas están posicionadas en los sucesos que nos conmocionan. No hace mucho leímos que se celebró el día de la mujer y pensamos en Claudette Colvin

Afortunadamente, ya no se dan casos como aquel, pero miren por donde, en casa, hoy, medio siglo después, nos encontramos con casos similares.

Intuyo que el señor alcalde de la muy ecuménica ciudad de Vic, gracias al voto de una mayoría de ciudadanos empadronados allí, no nos olvidemos del detalle porque tiene su importancia, intuyo y subrayo el detalle, el de que una niña de catorce años lleve medio año sin escolarizar por el retraso de unos papeles en el Ay untamiento que él honorablemente preside, no es un problema importante, si lo fuera, insisto, ya estaría hace medio año en el colegio, e intuyo también, que hay muchos vecinos en Vic, los que le pagan la pensión a escote, a los miembros de esta familia, que saben que todavía ha de pasar el autobús de Claudette Colvin por aquel lugar.

PD: Les dejo en enlace la composición del Ay untamiento de Vic, sus promesas, sus ilusiones y sus esperanzas para con todos sus ciudadanos, eso sí, para con todos sus ciudadanos que están empadronados, se entiende.

Abdelhalek Darrah, junto a su mujer y su hija de 14 años, en una pensión provisional donde duermen gracias a la solidaridad vecinal. / ZOWY VOETEN 2024

https://www.elperiodico.com/es/sociedad/20240311/empadronamiento-inmigrantes-vic-sin-escuela-sin-medico-99084001

domingo, 10 de marzo de 2024

El acueducto de Almuñécar y sus colegas

Para Francesc Cornadó y a Gran Uribe.  Es evidente el porqué.

Soy seguidor desde hace mucho tiempo de este señor, Issac Moreno Gallo, es un docto en la materia sobre "fábricas romanas".
Hoy les presento un video que no dejará indiferente, explica sobre lo que creemos romano y no es más que una estafa emocional, pero con argumentos.
Sé que a partir de ahora pondrán el resto de su trabajo, porque intuyo que este no les defraudará.

Igualdad de género

De siempre he pensado que los países nórdicos nos dan lecciones respecto a la equidad entre los dos sexos. Hoy, Dinamarca, nos lo vuelven a ...