Pero los fascistas, claro, siempre son los otros.

miércoles, 29 de mayo de 2024

¿Es el el 3531 de Barcelona?....Póngame con la señora Paquita

 Hace casi una centuria nadie tenía teléfono en casa, el llamado teléfono "particular". Las fincas con cierto poder adquisitivo contaban con una cabina en el interior del portal, siempre a la vista de los porteros, o vigilantes del inmueble.

Esta, por lo que sé, es la única cabina que queda en Barcelona de este estilo, y en el interior de un edificio urbano. La cabina tenía un número de teléfono, este número servía para todos los vecinos de la comunidad, trece, a contar por el número de timbres del interfono.

 De manera que los porteros, cuando sonaba el teléfono de la cabina, atendían al aparato y debían preguntar a qué persona llamaba. Así, de esta manera, no tenía  más que picar al interfono interior y llamar a la persona requerida para que bajara hasta la cabina y se pusiera en contacto con el interlocutor.

La finca es del año 1902, y el teléfono de no mucho más allá. El número es verdaderamente bajo, el 3531, y el armario, una pieza de museo con su vidrio esmerilado.

En 1911 había en España 1´14 teléfonos por cada 1.000 habitantes. Contemos que la finca es de 9 años antes.

Aquello fue todo un adelanto para su época.
Calle Mallorca 188.

Cabina con el vidrio esmerilado y el número de teléfono

Idem

En el interior del pasillo de la portería

Pasillo

La escalera comunitaria que da directamente a la cabina.

Interfono





31 comentarios:

  1. Doncs al seu temps devia ser molt modern. La telefonista de Sant Feliu de Codines es deia Conchita.

    Salut.

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    1. I havia de saber absolutament tota la vida i mil·lennis del poble, perquè per ella passava tota la informació.
      Era la I.A de llavors ... jajajaja
      Salut

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  2. Una joya la cabina modernista. Y el teléfono solo para los mas adinerados.
    Observar que el orden va al revés arriba el Ático, principal y según baja aumentan los pisos.
    Por mas que amplio la foto del interfono no logro leer bien lo que pone abajo del todo ""Mat****** Optico**** Constructor BARCELONA""

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    1. Mira, no pude, ANÓNIMO hacerlas de mejor calidad, porque llevaba una Cánon 100 de bolsillo y en ese momento, el portero de la finca estaba despistado, porque sino no me deja entrar, así que a toda prisa hice las que pude, y llevas razón, tenía que haberme fijado más, pero es que no tenía tiempo material.
      Lo siento.
      Un abrazo y gracias

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    2. Un detalle a tener en cuenta, Anónimo, el que nos comentas sobre la estructura de los pisos. Es una finca con ascensor, y posiblemente el que ocupa un solo inmueble sería el dueño de la misma.
      Un abrazo

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  3. Nunca había visto una estructura de este tipo.

    Cuando de pequeño mis padres llamaban "al pueblo" - en la provincia de Palencia -, lo hacían a una señora que calle arriba calle abajo localizaba a mis tíos. Hablamos de los 70 y aquella señora era la única que poseía teléfono en esa calle.

    podi-.

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    1. Ostras, Palencia...Soy un forofo del Románico, a mi criterio el palentino es el más puro. Me pateé, junto con mi señora, toda Palencia (ya no hablo de Frómista), sino de innumerables pueblos donde y por referencia de un libro que llevaba encima llamado "El Románico palentino", de Miguel Ángel Guinea, me hizo conocer Arenillas de San Pelayo, Perazancas, Osorno, Cembreros, Calahorra de Boedo, Puebla de Sanvicente, Quintaluengos, Nogales, Santa Eufemia, Santa María de Nave...) y cien más, pueblos, ya te digo, PODI, en los que disfruté y aprendí. Por cierto, en la entrada de Palencia, en el Monasterio de La Trapa, los monjes me dieron la llave de la biblioteca y me dejaron disfrutar de ella toda una mañana, viendo los innumerables ejemplares que tienen allí. Puede ver y tocar lo que quise, pero les prometí no hacer fotos ni publicarlas, todo un honor haber estado allí.

      Y a lo que vamos; si recuerdas la gente daba su teléfono "particular", el de su casa, porque este era en los comienzos del sistema en España, y era el de la comunidad. Evidentemente, la comunidad había de ser con posibles, porque debía tener portería para atender el aparato.
      Hay muy pocos, por mi parte es el único que he visto encajado en su lugar de origen.
      Un abrazo

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  4. Hoy esto se nos hace casi impensable.
    La cabina me recuerda un confesionario, ¡cuántas confesiones se habrán hecho por teléfono!
    Salud

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    1. Es parte de la historia de Barcelona, Francesc. Los teléfonos en las fincas empezaron de esta manera, con cabina para toda la finca. Los públicos estaban en centralitas donde los manipulaba una operadora, y debías ir allí para comunicarte. Después vinieron los teléfonos particulares, o sea, en cada vivienda y las cabinas telefónicas individuales en la calle.
      Hoy todo aquello es pasado y llevamos el teléfono en la muñeca.
      Y la vida sigue.
      Un abrazote

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  5. Se calcula que en 2025 habrá en el mundo 18000 millones de dispositivos móviles. Vivimos en un mundo hiperconectado, pero entonces, en el tiempo de la finca y la cabina que nos traes, había más comunicación profunda entre las personas. Un abrazo, Miquel.

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    1. Dicen que ahora, JOSELU, el teléfono acerca a los que están lejos, pero alejan a los que están cerca.
      Hay mucha verdad en ello.
      Un abrazo

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  6. La cabina es curiosa, única, muy tentadora. Pero no se te ocurra querido Tot, abrirla y meterte en su interior para que no te ocurra un José Luis López Vázquez como en el corto de Mercero .... jajaja. Muchas gracias por estas geografías y anecdotarios urbanos. Digna de recordarse. Un saludo y cuídate.

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    1. jajajaj...me gustaba la parte en que el que llevaba los cruasanes, el 14´: 36" de la película https://youtu.be/FGWXft7nDkM?si=Ap2-UeNeQtcBipBI
      En fin, supongo que los que vivían en la portería sabrían idas y venidas de los vecinos, ya sabes que los teléfonos siempre han sido muy poco cuidadosos con las conversaciones particulares.
      Un abrazo
      Salut

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  7. Nunca había visto una cabina de este tipo con tanto detalle, es realmente bonita. En realidad sólo las había visto en las pelis, sobre todo en el cine negro americano de los 50, o en aquella icónica película de Hitchcock, Charada, en la que se podía ver a la pobre Audrey Hepburn en una de estas cabinas toda angustiada…¡Lo que ha cambiado la vida desde entonces!, de un cubículo claustrofóbico, a llevarlo todos en el bolsillo sin casi poder vivir despegados de él ; ) Muchas gracias y un beso grande de jueves preciosamente soleado aquí ¡!

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    1. Atención, María...el beso de jueves me lo cambias por el del miércoles, porfa. No voy tan adelantado.
      Pero no creas que la cabina es pequeña, tiene un asiento y todo dentro, lo que pasa es que no pude hacerle fotos porque estaba rondando los porteros, y no está permitido, pero aquello tiene su intríngulis, es como un confesionario, pero telefónico.
      Un beso grande.
      Las gracias a ti y te me cuidas...y recuerda..hoy es miércoles...miércoles ¡¡¡¡

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    2. jajaja soy un desastre... ni sé en qué día vivo jajaja MuaaksS!

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  8. Tu eres muy joven, entre 1989-91 vendi maquinaria agrícola y en los pueblos había una persona que tenía teléfono con un contador de pasos. Desde esas casas llamaba yo al jefe todos los días. Las pantallas y los móviles nos acercan a los lejanos y nos alejan de los cercanos.
    Un saludo.

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    1. Bueno, sí, cierto, soy joven, porque hay tres edades, D.F., la cronológica, la física y la mental, y mentalmente me mantengo, soy una célula de resistencia, y no me conformo solo con cobrar el 25, sino que pienso en que estáis vosotros detrás.
      Me gusta lo del contador de pasos, seguro que a esta persona el baile que más le gustaba era el ...paso...doble...juas ¡¡¡ que chiste más malo...jooo
      Déjame de hablar por un rato.
      Un abrazo, Danielico ¡

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  9. Que maravilla ,
    que reliquia
    tan cuidada .

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    1. Sí, es una reliquia, una auténtica pieza de museo.
      Un abrazo, Orlando
      Salut

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  10. No sé, no sé... Seguro que Don Justino que vivía en el ático, ya entrado en edades donde los flujos prostáticos se vuelven "traviesos", no estaba muy de acuerdo con la cabina. Seguramente fue él, el que puso la pintada en el ascensor:
    Menos teléfonos y más urinarios
    También tuvieron que acabar quitando los descansillos al lado de la cabina. Sí, porque con la escusa de venir cansada con la compra, Doña Julita, se quedaba allí sentada a chafardear las conversaciones.
    Afortunadamente, las "matildes" de Telefónica resultaron un éxito y la compañía invirtió facilitando el cableado y aumentado las conexiones. Los teléfonos llegaron a las casas y a Don Justino, finalmente le explotó la vejiga.

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    1. Vaya, si te ha salido un entramado digno de Guillermo Sautier Casaseca, jajajaja.
      Esto sí que es un guion¡¡¡
      salut

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  11. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  12. Yo diría que nivel de ricos que había en el Eixample. En el caso de nuestras familias teníamos que ir al edificio de la Telefónica, que siempre estaba abarrotado, pedir conferencia con la ciudad que fuera y tirarnos allí una o dos horas hasta que te daban línea. Línea que solía interrumpirse. Para mí fue uno de los capítulos principales de lo que podría llamar Historia del Aburrimiento en mi vida, y eso que presumo de no haberme aburrido...casi nunca.

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    1. Era una costumbre muy asumida, Paseante Vallisoletano, Telefónica tenía centralitas, y evidentemente una sede central, en nuestro caso, Barcelona, en Plaza de Cataluña, donde había multitud de cabinas similares a la de la foto, y las operadoras, después de largas colas, te ponían con el número deseado. La cosa fue a menos en cuanto se pusieron las cabinas telefónicas, donde el teléfono empezó a popularizarse, así hasta hoy.
      Un saludo y buen día a ti y a tu ciudad.

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  13. Interesante evocación. Todavía quedan algunas cabinas por ahí, pero me imagino que bastante abandonadas. El progreso convierte en "cadáveres" cosas que lucieron en el ayer...

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  14. Buenas hoy no tenemos articulo, todo bien Miquel ;-)

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    1. Buenas... No hoy no, me lo he tomado festivo.. Mañana hay uno suculento..ya verás..
      Un saludo, Anónimo
      y salut ¡

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  15. Festivo,
    como en
    mi tierra .

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