Una de las esculturas que más han llamado mi atención en esta ciudad ha sido esta de Teresa Riba.
Titula "Cami de la fábrica" intenta explicar el encuentro entre dos trabajadores. Ella de "La Seda"; él, de "La papelera".
Les adjunto la historia en un enlace que es verdaderamente interesante, y explica los prolegómenos de como esta población fue llenándose de mano de obra inmigrante para paliar la necesidad de mano de obra que se necesitaba.
http://m.elpratocult.elprat.cat/cami-de-la-fabrica/
De cuando aún habia obreros y clase obrera. Estas dos esculturas reflejan la belleza de la sencillez.
ResponderEliminarSalut.
L´enllaç ho explica molt bé, FRANCESC PUIGCARBÓ. Val la pena de llegir lo.
ResponderEliminarSalut
No se si el mensaje llega a los jóvenes,pero hubo un tiempo en que la calle,a unas horas tempranas,era punto común de trabajadores y trabajadoras que iban al tajo,con su hatillo con el almuerzo.
ResponderEliminarSaludos.
Un realismo que nos impresiona a quienes conocimos aquellas luchas y aquellos afanes. Hoy todo parece haber cambiado, quizás muchos no son concientes de aquel sacrificio. Todo ha cambiado, pero todo sigue igual, unos son privilegiados y otros más o menos acogidos o subvencionados, son los que padecen la injusticia de la desigualdad. No quiero lanzar una opinión panfletaria, pero me gustaría que se fomentara la cultura y el esfuerzo.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
Me gustan estas esculturas al nivel de la calle porque expresan proximidad al observador, ahora son muy frecuentes en todas las ciudades y marcan una diferencia muy sensible con las estatuas de antes, siempre sobre un pedestal en la vertical del paseante que las siente como superiores. La accesibilidad nos es grata, y nos fotografiamos con ellas. Ya no hay grandes héroes mirados desde abajo, ahora todos son nuestros compañeros. Es la mirada al mismo nivel, es el signo de nuestro tiempo. Saludos.
ResponderEliminarDe una belleza plástica impresionante, que acrecenta la pátina de la intemperie.
ResponderEliminarComo Cornadó, prefiero no soltar ninguna soflama sobre el trabajo actual, que me conozco
Un abrazo.
Y tanto, CAR RES, y tanto. Las seis de la mañana era ya todo un bullicio, e incluso se oia silbar a la gente. Eso se ha perdido.
ResponderEliminarUn abrazo
Es curioso como Gregorio Morán, FRANCESC CORNADó, dispone el trabajo a las nuevas generaciones: o en la Administración Pública o Autónomo. Lo primero que me compró la Pepita a los trece años fue un despertador; una carmañola, lo segundo. Te diré, se que lo sabes, que antes se podía, si te daba la gana, claro está, estudiar. Mi madre jamás pagó un real y salías del trabajo y te ibas de cabeza al Bachillerato Nocturno (Escuela Industrial), y la gente trabajaba y estudiaba. Éramos miles y nadie se quejaba de salir a las diez de la noche, porque era lo normal.
Para fomentar la cultura del esfuerzo se ha de pasar por una gorda. No vendrán tiempos mejores. Creo que se habrán de empezar a concienciar que "lo fácil" se está acabando.
Un abrazo muy fuerte.
Te doy toda la razón, JOSELU. Las esculturas a pie de calle son mucho más atractivas, e incluso, entendibles, si se me deja decir la expresión. Me quedé pasmado la primera vez que vi una de este tipo, pues no fue en Barcelona, sino en Oviedo, y me gustó mucho. Da sensación de proximidad.
Un abrazo muy fuerte
Salut
jajajaja, RODERICUS...no te enfades, todo es cíclico, todo. Volverán las oscuras golondrinas, guste o no. Y el Putin conseguirá que nos apretemos el cincho y pisemos de pie a tierra.
Un abrazo muy fuerte...Salut ¡¡¡
Pues las "papeleras" ya inundan de aromas los alrededores pero recuerdo muy desagradablemente el olor que emitía "la seda" en la Autovía de Castelldefels.
ResponderEliminarFeina és feina, però.
podi-.
Si, la Papelera Sarrió, la Seda y la Terlenka, y cien más sin escrúpulos, CARLOS PORTILLO, PODI,.
ResponderEliminarUn abrazo
Interesante, las esculturas y la historia detrás de ellas.
ResponderEliminarY lo raro es que las hayan dejado "en medio del paso".
Gracias por presentarlas para quienes no somos de Barcelona.
Saludos,
J.
Sobre las esculturas de calle habría que hablar mucho. No es oro todo lo que reluce, ni mucho menos.
ResponderEliminarEstas representan la historIa de la ciudad, JOSÉ A GARCÍA
ResponderEliminarUn saludo
Como todo , FACKEL, como todo. Generalizar no es bueno.
Un abrazo
Salut
Pues a mi me encantan las esculturas en la calle y estas representan un tiempo en que había trabajo para todos.
ResponderEliminarAbrazos.
Eso sí que es cierto, CONCHI. Gracias a todos esos esfuerzos hoy vivimos mucho mejor, no cabe duda
ResponderEliminarUn abrazo