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Los animales son más corteses de eso no hay dudas.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Los hay que sí.
EliminarUn abrazo
Ai els gossos i la pixera, i de recollir la caca què? Perquè entre gossos, coloms i cotorres argentines, estan les voreres plenes de merda variada, això si.
ResponderEliminarSalut
Ara és massa, i ha carrtes de gossos com els de els bebes ¡
Eliminarjo alucino.
Salut
Los perros tienen más derechos que yo. Lo siento por los dueños de mascotas que van con la botellita de agua con lejía y recogen las boñigas de sus perros, pero hay mucho incivismo por parte de los " padres humanos", como dicen ahora.
ResponderEliminarNo es nada agradable ver como si quererlo pisas un reguero de meadas, que no se pueden quitar de la suela y llevarte toda la "humedad" a casa, desde luego.
EliminarSalut
Me temo que estamos ante una lucha perdida.
ResponderEliminarQuizás, el meteorito...
ResponderEliminarHe visto, de verdad que no te tomo el pelo, hasta carrito de perros con su manteta y el animalico dentro y llevarlo de un lado pa otro.
EliminarHemos normalizado lo que no es natural , y así nos va.
Un abrazo
Yo creo que se debería cortar por lo sano. Cargar todo el peso de la ley, con severos castigos sobre el animal. Unos azotes, a la vieja usanza, seguramente ayudarían. Me refiero, claro, al animal que lleva zapatos; no al que lleva collar.
ResponderEliminarFíjate OKANU a donde hemos llegado que hasta hemos formados partidos políticos que programa solo gira en torno de poner al animal a la altura del humano.
EliminarTodos los extremos son malos, absolutamente todos, y esto que está pasando ahora no lo es menos.
Salut
Proliferan los perros que van ensuciando las calles, las palomas, que ya son una superpoblación, vuelan esparciendo excrementos, hay muchas ratas en los parques, cada vez hay más cotorras volando y esparciendo mierda. La superpoblación de jabalíes ha sido el transmisor y probablemente la causa de la fiebre porcina; se conocía que había superpoblación y no se hizo nada para remediarlo. Ahora podríamos aprender la lección, saber que cuando proliferan los animales descontrolados corremos peligros de infecciones y de epidemias. Las superpoblaciones de animales que andan defecando libremente es un problema de salud pública.
ResponderEliminarAbrazos.
Supongo que todo es el problema de los extremos, Francesc Cornadó. El no tener control en el término medio. Si a eso se añade que hay quien no recoge la mierda del animal y quien se cree que tirando un chorro de agua encima del meado del bicho, lo arregla, pues vamos errados. Pero es lo que hay, y cualquier animalista nos acusaría de vándalos.
EliminarSalut
Unas palomas han anidado y procreado en un farol a lado de mi terraza, a pesar de que tiene pinchos encima. Estaban a cubierto y de noche la luz desprende calor. Con su corpachón apartaron los pinchos. Se llenó el borde del farol y la acera de cagarrutas. Vinieron unos tipos con una grúa, limpiaron aquello y renovaron los pinchos. Pues bien, son muy listas y ya empiezan a volver y a apartar los pinchos para pasar la noche. Estamos en las mismas.
ResponderEliminarPara más inri, han puesto una papelera justo delante de nuestra terraza. Los listos que no quieren llegarse hasta el container tiran su bolsa de basura allí y los paseadores de perros recogen los excrementos del can y los tiran directamente en la papelera, en lugar de llevárselos a su casa. El contenido de la papelera no se renueva cada día.
En cuanto a las cotorras, han tomado a cientos la plaza de Valdivia, frente al hotel Hilton, se alojan en las palmeras que hay allí. Amilanan al resto de aves, que ya ni se acercan, y con su desagradable griterío convierten en inhabitable ese lugar.
Y los jabalíes, hace años y años que campan en manada a sus anchas por el barrio de Can Caralleu buscando basura, sin que nadie les diga nada, claro, acojonan esos bichos. Son los que durante el confinamiento llegaron hasta les Corts, que está mucho más abajo. Alguna vez vi alguno desde casa, paseando tan pancho. Por tanto, lo de las enfermedades no me extraña nada.
Un abrazo
Las cotorras son en realidad una plaga que si bien pueden caer simpáticas llegan a ser insoportables. De las palomas todos sabemos las consecuencias de sus deposiciones, y sobre las defecaciones de los perros, ¿qué decir?. Hay, Gran Uribe, creo, una sobre protección animalística y un mucho de buenismo, pero no se puede decir en voz alta, hoy todo se ata con papel de fumar y los colectivos, asociaciones, congregaciones de animales nos podrían llevar a juicio.
EliminarEn fin, dejaremos que la Naturaleza siga su curso, ¿a ver que nos depara?
UN abrazo y ánimo, que esto se hace duro.
Sí, decididamente, estamos en el camino de la barbarie. Los animales de compañía han sustituido el espacio destinado a los niños y no solo han adquirido la categoría de humanos para sus amos, sino que se ha creado una industria que alimenta este delirio. Una muestra más de la estupidización de la sociedad. Y me gustan los perros y los animalitos en general, pero se ha desvirtuado completamente el lugar que han de ocupar y su función.
ResponderEliminarAbrazos
No sabemos estar en nuestro lugar, MARGA. A los animales hay que respetarlos, quererlos, educarlos, cuidarlos, incluso mimarlos, pero en el lugar que deben ocupar, el de animales de compañïa, y nada más.
EliminarEn fin.
Un beso enorme y gracias por tu compañía
Con el tipo de personal que corre, no sé yo si ese punto no acabará convirtiéndose en iun WC callejero.
ResponderEliminarpodi-.
Esto será lo que menos esperemos, pero será ¡, PODI
EliminarUN saludo y gracias por estar