No sabía mucho sobre Albert Speer, lo justo como personaje que ideó varios de los pabellones de los jerarcas nazis; el libro sobre sus memorias, lleno de datos,  prometía.
Hay cosas, detalles, que me dejan sorprendido. Afortunadamente en Internet existen estudiosos del tema y el Maps, que te sitúa y te acerca a la realidad cotidiana, como así hice para ver ese Arco del Triunfo que proyectó  el jefe del III Reich, del que no tenía idea, y que me llamó a curiosidad.
Leyendo el libro y viendo la actuación de este arquitecto, me queda claro lo que me comentó en una ocasión otro arquitecto,  mi amigo Francesc Cornadó: "Con la arquitectura no se arregla el estropicio del mundo"
(*) Datos  extraídos del  bloc:  http://www.rusadas.com/2013/01/viaje-por-alemania-el-arco-del-triunfo.html
(**) Fotos extraídas del Archivo Federal de Coblenza, donde están registradas bajo la rúbrica R3 (Ministerio de Armamento y de Producción de Guerra del Reich)
(***) Biografía de Albert Speer     https://ninos.kiddle.co/Albert_Speer
Speer presentado el Arco del Triunfo ante Hitler en su 50 cumpleaños. Autor desconocido
Detalle de la maqueta de Germania. Foto Miguel de Rusadas.com
Es curioso como se mantiene erigido un monumento diseñado por Hitler, y que significaba lo mismo que significaba para la Antigua Roma un Arco del Triunfo, el triunfo de la fuerza sobre lo circundante.
Dibujo de Hitler. En su obsesión, deseaba grabar en el granito los nombres de cada uno de los 1.800.000 de alemanes muertos en la I Guerra Mundial.
Schwerbelastungskörper. Foto Miguel de Rusadas.com
Idem
Berlin-Tempelhof- Schwerbelastungskörper




Menudo este Albert Speer tuvo un buen discípulo Petrof Schanchez
ResponderEliminarJoo! Anónimo, hoy te has levantado desenterrando el hacha de guerra!!
EliminarSalut
Qué tristes sois.
EliminarTres tristes tigres trigan trigo en un trigal...
EliminarSalut, Anónimo, y no veneciano, por cierto.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarMiquel, des del moment en què 'el Anónimo' no s'identifica, vol dir que és un covard, i el que has de fer és castrar-lo digitalment quan insulti amb bestieses com la d'avui.
EliminarSiempre me han molestado los anónimos, Francesc. Siempre me ha molestado que se escriba con seudónimo, sin IP o sin poder contestar en su casa, su bloc. Siempre he encontrado mal que ni siquiera se ponga el nombre de pila.
EliminarSabes que no soy de explicaciones, pero puedo decirte porqué contesto, porque pienso en la educación, y creo que si se toman la molesta de entrar, lo menos por mi parte, es contestar. Lo que no quiero es que un anónimo me condicione y tenga que poner lo de la observación a comentarios. Tampoco me parece de recibo, que bajo el pretexto de que no tengo instalado el moderador de comentarios uno pueda insultar a quien quiera en esta casa, desde otro comentarista hasta el presidente de gobierno, simplemente porque NO ES su casa.
Es cosa de respeto mutuo.
Por otro lado, te diré que me cuesta mucho borrar comentarios, porque creo que la persona que lo escribe queda retratada, y porque intuyo que la misma persona, al otro día, ya está arrepentida.
Comparar a Sánchez con cualquier jerarca nazi, es simplemente un insulto, creo que esto está claro (y no son sanchista, quede claro, soy social-demócrata), pero no es de recibo, como no es de recibo decirse groserías en casa ajena.
Y desde aquí lanzado está el aviso.
salut, Francesc
Quina observació més afinada la de Cornadó. Vaja pájaru Albert Speer.
ResponderEliminarEs una frase para analizar, cierto, Francesc.
EliminarSalut
Delirios de grandeza. La obsesión por la monumentalidad romana o faraónica. El período de entreguerras fue muy dado a estas exageraciones que alimentaban el egocentrismo de los autócratas. Aquí también tenemos un claro ejemplo, no con ningún líder actual ( otra obsesión), sino con el Funeralísimo y su Valle ciclópeo.
ResponderEliminarSaludos.
Mira, Cayetano, una de las cosas que me llaman la atención, ya ves, es que esta obra, la que inserto, el arco de triunfo, no ha sido demolida. Me llama mucho la atención, de verdad; la entrada, en realidad la he hecho porque he visto "in situ", Google Maps lo corrobora, que se mantiene y que además tiene una plataforma para poder mirarla. Y todos sabemos, yo no hasta ahora, ya te digo, pero sabemos y es indiscutible, por las fotos en honor de qué y de quién se estaba construyendo.
ResponderEliminarNo tiene más esta entrada, pero me hace pensar.
Un abrazo y gracias por estar
Solo puedo
ResponderEliminardecir,mal
empleado
talento,un
saludo.
Por lo que se ve, yo sé poco del asunto, tienes todos los visos de acertar, Orlando.
EliminarSalut
Sé pocas cosas de Albert Speer como arquitecto y muchas menos de cuando fue ministro de armamento de Hitler. Leyendo tus enlaces me he enterado de más cosas. Gracias. En realidad sé poco de aquellos tipos, quizá porque me da repelús, aunque sí sabía que Speer estuvo 20 años en la cárcel y se libró de algo peor porque parece ser que mintió como un bellaco en el juicio. No sé lo que dice de todo eso en sus Memorias porque no las he leído.
ResponderEliminarPoco hay sobre él en las historias de la Arquitectura. Un sujeto proscrito; se dice que era mediocre, aunque quizá tuviera algo de talento, no lo sé. Nada comparado con el de su jefe Hitler, un sujeto que tenía gran afición a la arquitectura, adobada con abundantes y "húmedos" sueños visionarios. Por ejemplo, ese boceto dibujado por él del Arco de Triunfo que muestras está muy conseguido en lo que se refiere a la perspectiva cónica, la verdad: yo no lo habría dibujado mejor (😊). Por lo que se aprecia en las maquetas, Albert Speer, su arquitecto "de cabecera", logró dar forma a esas fantasías faraónicas (y seguramente a gusto del Führer). La Alemania nazi hizo de la arquitectura egipcia y la grecorromana el modelo a seguir para sus creaciones oficiales, algo que no nos puede sorprender. Respecto a ese enorme cilindro construido para probar si el terreno resistiría el peso de ese disparatado Arco de Triunfo que pretendía construir, no tenía ni idea de su existencia, es muy curioso el asunto. Algo sabía de lo que poco que queda del estadio en Nuremberg, aunque no he estado por allí nunca lo he visto en algún libro. A mí no me parece mal que se mantengan esos vestigios, no soy partidario de eliminar todos los restos del pasado, por ominosos que sean, como es el caso.
No se iba con chiquitas aquella gente. Berlín transformada en especie de ciudad faraónica, la diseñada por Speer a instancias de Hitler, con el Arco de Triunfo 50 veces más grande que el de París, con una avenida central de cinco kilómetros, un estadio en forma de herradura, a imitación del Estadio Panatinaico de Atenas (que no he visitado, auque me hubiera gustado) pero para 400.000 espectadores (ocho veces más que ell del Ath. de Bilbao —mi equipo— ) y. lo más espectacular, un palacio de Congresos con una cúpula de 290 metros de altura, qué barbaridad. Si la del Panteón de Roma pongamos que tiene 50 metros y la del Vaticano 120 metros. De todo eso sí que estaba enterado.
https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/LPFR7HO3I2OONKUAPSARDTZYPM.jpg?auth=f8084ced5908ad598e69865e0906e2f22edea7456d65e0f4e4363f53d01e9bb3&width=1960
Me ha llamado poderosamente la atención lo del cilindro, se ve que sólo bajó el terreno 6 centímetros por lo que se podía construir sin necesidad de otro tipo de refuerzo. Pero más me ha llamado la atención la parte en se comenta que nada ha sido derruido. Tampoco me parece mal que se mantengan cosas del pasado, siempre viene bien para recordar, porque creo que borrando la historia no se gana nada.
EliminarEl libro me ha llamado la atención por la cantidad de datos y de información que te aseguro no estaba enterado.
Gracias por la foto, realmente todo esto es apabullante. Me gustan las cosas sencillas.
Un abrazo
Voy a lo de siempre, creo que debemos juzgar la obra con independencia del comportamiento y de la ideología de un determinado autor. ¿Qué sería de Benvenuto Cellini, de Caravaggio, de Carlo Gesualdo, de J.V. Foix, de Le Corbusier y otros tantos crápulas que nos han dejado una obra magnífica?
ResponderEliminarAsí, pues dejo su personalidad y su ideología aparte y digo que Speer fue un buen arquitecto, desarrolló una arquitectura monumentalista a partir de un lenguaje neoclásico y como tal, incorpora unas desproporciones que ayudan a remarcar la monumentalidad, fue un gran organizador de espacios y de construcciones.
Particularmente digo que no me gusta el monumentalismo, pero esta es una consideración personal, tampoco me gusta la arquitectura de nazismo que por otra parte es parecida a muchas obras del periodo franquista, me refiero a obras de arquitectura "tradicionalista", "carlista", "juanista", "africanista" o "falangista".
Salud.
Dándote la razón en que no se debe juzgar la obra por la ideología de la persona que la diseña, mi pregunta interior, la que me causas dudas y no tengo respuesta, es si en otro país se hubiera mantenido en pie el cilindro que abre la puerta a un Arco de Triunfo monumental y que remarca el poderío de una Alemania en pie de guerra con una persona al frente de triste renombre.
EliminarPor lo demás poco a decir, porque realmente se me hace todo demasiado monumental, excesivamente grande y complejo de entender.
Un abrazo
Salut
Respecto a lo que dice Francesc, estoy plenamente de acuerdo. No se debe juzgar por ideología. Qué sería de esos personajes que cita y tantos otros. Si fuera así, hubieran tirado a "la basura de la historia" a tipos, sin ir más lejos, como Coderch o Fisac, que eran franquistas (bueno, a Fisac están en ello y a Coderch poco le falta).
EliminarEn las historias de la arquitectura, al menos las que tengo por casa, es muy difícil encontrar referencias a Albert Speer. El hecho de que no quede apenas nada en pie no es óbice para que ni exista. Hay arquitectos neoclásicos, más bien visionarios, hablo de Ledoux, Boullée, etc. que están en todos los tratados.
Está cancelado, a pesar de que supo hacer una buena arquitectura, monumental, sí, en línea con lo que se le pedía, también. No es un delito. Lo muy poco que quedó tras los bombardeos de la guerra fue destruido con mimo después, quedando solo esas dos muestras de aquello, el cilindro y la tribuna del estadio de Nuremberg. O quizá algo más, no lo sé. Si era ministro de armamento y estuvo al tanto de lo que sucedía en los campos de exterminio, es una cosa, pero pienso que eso no debería ser motivo para ignorar a ese personaje como arquitecto.
Un abrazo a ambos.
Gracias a ti por aclararme las cosas, Gran Uribe...
EliminarEs una prueba de carga, hecha a "lo bestia", como solían hacer aquellas cosas los nazis, arquitecturas faraónicas a lo bestia, matanzas a lo bestia, todo a lo bestia. Hay otros métodos mucho más sencillos para conocer la capacidad portante de un terreno o de una estructura, se optó por lo bestia, como ese Arco de Triunfo monumental y todo el proyecto del estadio y la avenida.
ResponderEliminarNo sé si otros países mantendrían en pie todo este material que quedó, creo que mantener la memoria es positivo, pero ya sabemos, que este criterio no es compartido de forma general, lo que no me gusta es que se mantenga lo que sólo es de una parte.
Salud.
Y a ti, como a Gran Uribe, y por el mismo concepto, gracias, Francesc Cornadó.
EliminarSalut
Bueno, de Speer está lo que se destruyó durante la guerra (por los bombardeos), lo que se destruyó después (para no recordar tiempos manifiestamente olvidables) y lo que nunca se llegó a a hacer, precisamente a causa de la guerra (por los bombardeos y por falta de presupuesto, que debía dedicarse a armamento y a campos de exterminio, con perdón). Nunca sabremos qué habría sido de la materialización de esa maqueta si el signo de los aconteccimientos hubiera sido diferente.
EliminarCierto, Gran Uribe.
EliminarSalut
Una de las cosas que más perpleja me dejan es cómo personas instruidas y que han pasado por una formación superior, solo han desarrollado la pericia o el conocimiento en su disciplina, la formación ética ha sido orillada. En el régimen nazi una gran parte de la élite cultural, técnica y científica abrazaron un régimen y una ideología repugnante por inhumana. Y no fueron pocos: filósofos, músicos, pintores, juristas y tantos otros. Lo mismo pasó en Camboya con sus millones de muertos que abominaban del saber mientras los líderes de tal atrocidad habían estudiado en la Sorbona. Soy pesimista porque hoy no somos diferentes, en el caso de que hubiera la implantación de un régimen perverso, muchos ilustres lo apoyarían.
ResponderEliminarAbrazos y pasa una buena tarde.
Es una observación que comparto, MARGA IRIARTE. Hace poco he escuchado una frase de Serrat que decía: "Busco ropa de optimista pero no encuentro mi talla", me pasa como a él.
EliminarAbrazos, MARGA, gracias por estar
!Huy, sí! un libro que recuerdo bien y que me gustó mucho. Lo leí hace más de 13 años, momento en el que no me costaba tanto como ahora hacer un resumen de lo leído: https://podi-podi.blogspot.com/2011/12/memorias-albert-speer.html
ResponderEliminarpodi-.
Es muy bueno ¡¡
EliminarSalut ¡