Esta mañana, sobre las siete y media.
El Sol, que me tiene acostumbrado a esconderme tras un pequeño sombrero, no podía trabajar como nos tiene acostumbrados. Una nube casi invisible, gris, hacía sombra a todo lo que en días anteriores iluminaba. Pensé, no estoy seguro, que sobre nuestras cabezas ya hay deambulando las cenizas de los incendios de Castilla y Galicia.
Esta foto, sin ir más lejos, hubiera sido imposible de sacar en otra situación. El avión se ve perfectamente, y eso que estoy enfocando al Sol, sin filtro alguno.
Esta es una entrada que nos hacía a primera hora un meteorólogo desde Premiá de Mar:
"Aquest diumenge es lleva amb ambient molt càlid i sobretot aquest cel tèrbol i taronjós tenyit pel fum dels incendis de l’oest peninsular."
Esta es otra toma.
El sol emitía hoy una luz muy rara, de un tono anaranjado totalmente inusual. No caí en la cuenta de por qué se producía este fenómeno hasta después, cuando vi la TV.
ResponderEliminarSaludos.
Siempre hay una solana de narices, y ayer no había ni sombras.
EliminarLo primero que pensé, y después se confirmó.
Un abrazo
Jo també ho vaig notar, i vaig fer una foto, però a la fotografia no surt tan vermell com el veia en realitat. Era un sol rogent, un sol de sang. Salut.
ResponderEliminarhttps://anoharradelvalles.blogspot.com/
Ahir era massa. Era turbol, gris, la foto està feta de cara a ell y no está velada, és com un filtre.
EliminarLa teva també és curiosa.
Salut
Això té nom: Calitja (Calima, en cervantino imperial)
ResponderEliminarDoncs la calitja era evident i preocupant, una cosa molt estranya, almenys per a mi.
EliminarSalut
Nos estamos consumiendo lentamente en una gigantesca pira funeraria. No tenemos remedio.
ResponderEliminarTe levantas de la cama, ni una brizna de aire, el ruido del helicoptero que se va a dar una vuelta por las montañas del Tibidabo para vijilar , por si hubiera el inicio de incendio. Así cada día hasta las tormentas de final de agosto, que llegarán. Y una más, afortunadamente
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