Ser una persona ética no se corresponde con el triunfo en política; de eso sabían bien los romanos.
Les presento a Pertinax, el emperador romano que quiso ser ejemplo de sentido común.
Dadivoso y comprensivo, rechazó todo tipo de prebendas, aboliendo impuestos, pagando deudas de Estado y acechando la corrupción.
No tuvo el éxito que esperaba, tan siquiera tuvo el altar que se merecía dentro de los emperadores: su mandato duró apenas 86 días, (*) aunque Wikipedia nos dice que fueron veinticuatro horas más.
(*) Enciclopedia Universal Cesare Cantú. Ed. Seix (1891) Proviene de la traducción de los escritos de Suetonio.
Pertinax, me suena a nombre de medicamento. Como se le ocurre a un emperador romano ser honrado, abolir impuestos, pagar deudas, madre del amor hermoso, 86 días, dice la historia que duró en el cargo, demasiados días son, no merecía ser emperador ni un solo día. Qué vergüenza, que mal ejemplo para los emperadores que le precedieron y sucedieron. Pertinax es una mancha en la historia de Roma.
ResponderEliminarPor cierto, la efigie me recuerda a Hansi Flick.
Salut.
Pràcticament desconegut. Molt curiós.
EliminarSalut
A mi, més em sembla Laporta. Mira:
Eliminarhttps://img.asmedia.epimg.net/resizer/v2/37RAZYCNNZD4VEPFMOPXGCPVDA.png?auth=ebda8591fb8cebd345e913a4aecadc7dfba84241514c6b52c6f4f8a09ff46046&width=976
¡¡¡¡¡ ostias ¡¡¡¡ joder, que guapetón¡¡¡¡ sólo le falta la botella de Moet Chandón y perseguir a las damas por el anfiteatro ¡¡¡
EliminarA mí me suena a «pertinaz». Seguramente viniendo de una familia humilde, debía ser casi imprescindible tener un carácter obstinado para llegar a encabezar un imperio.Y seguramente, ese carácter, bien podría ser la alerta de sus enemigos. Los pretorianos decidieron, nunca mejor dicho, cortar por lo sano.
ResponderEliminarY mira, aunque suene feo, no irían mal unos cuantos pretorianos, descabezando a algunos imperialistas, expansionistas y otras hierbas de mal matar.
Es un caso curioso, pero al sistema, por defecto, por lo que se ve, no acepta en el poder personal con ganas de hacerlo bien.
EliminarUn abrazo
Salut
Demasiado bueno,no sé si era todo un bulo creado por él mismo.Eran tiempos de eso y peores. Una sociedad donde se devuelva impuestos,no se tenga contentos a los funcionarios y militares,no es creíble.
ResponderEliminarEn fin,pero si tú te lo crees y lo tomas como modelo de político, no hay nada que hablar,pero está en contra de lo que predicas de ellos.
Saludos cordiales,ten cuidado con la gripe.
Expongo lo que duró este Emperador a raíz de una película que no me hizo el peso, Gladiator, y que hablaba de Cómodo y Máximo. Al primero le siguió Pertinax, pero de él no se hace eco la película.
EliminarDe ahí la entrada.
De lo que veo me creo la mitad; de lo que leo, poco, y de las promesas, nada.
Salut
La historia nos demuestra que la política no es para las personas buenas.
ResponderEliminarPertinax, prácticamente desconocido por ser precisamente una persona buena.
Abrazos
Esta traducción que he puesto es de Suetonio, Francesc, es bastante fidedigna.
EliminarEstá visto que el sistema tampoco aceptaba una persona con escrúpulos.
Un abrazo
Demasiado bueno para durar. Un beso
ResponderEliminarSí, está comprobado.
EliminarUn beso
igual que el Sanchinflas
ResponderEliminarEn realidad, Anónimo, agrade o no, se ha de reconocer una cosa, sirve para político. Es un fajador nato. Aguanta sin ponerse rojo. Sabe vender el producto. Promete y se alía y des-alia con la misma inusitada rapidez. Y puede suprimir sin inmutarse a compañeros de viaje, sin perder esa sonrisa de hombre inocente.
EliminarEn política, ya está demostrado, solo sobreviven los que están dispuestos a enfangarse en trinchera.
Un saludo
No hicieron película, pero sí que existe un librito que leí hace mucho sobre él y la crisis de 193 a. C. Todo sucedió porque Cómodo, su antecesor – al que por cierto se habían cargado, previamente- se caracterizó por el exceso y la depravación, sumiendo a Roma en una profunda crisis y al imperio, al borde de la bancarrota.. En este escenario, efectivamente apareció este buen hombre, llamado Publio de sobrenombre Pertinax – tiene razón RICARD- tal como cuenta tu estupendo libro, de origen humilde, hijo de liberto, exmaestro y exsoldado que fue ascendiendo hasta llegar a ser respetado por su integridad y competencia como administrador, resultando elegido por la guardia pretoriana que esperaba estabilizar la situación y mejorar sustancialmente su status. Su elección, fue un intento de retornar las virtudes de antiguos emperadores y una oportunidad para reformar un sistema totalmente corrupto .. Pero claro, en cuanto empezó a querer hacer limpieza general, se lo cargaron los propios que lo habían elegido. Porque la Guardia Pretoriana, estaba acostumbrada a generosos donativos, a la vida licenciosa y disipada que disfrutaba con el anterior emperador, un crápula y como el pobre Pertinax se debatía entre mantener su promesa de bonificarles para asegurar su lealtad, vital para su estabilidad política y por otro lado, mejorar al pueblo y poner en práctica su programa de reformas fiscales.. Total, que viendo que la mejora de su status peligraba, no le dieron tiempo a nada, se amotinaron y lo liquidaron.. y sí, es lo que suele ocurrir en los sistemas corruptos, los personajes serios y honestos resultan sumamente molestos ; ) Un beso grande MIGUEL!
ResponderEliminarAhhhh...fenomenal, MARÍA, fenomenal.
EliminarVista la película Gladiator, no me cuadraba nada. Máximo -Marcus Nonius Macrinus-(el hijo que hubiera querido tener Marco Aurelio) murió placidamente casi a los setenta años de edad y no en Itálica, precisamente.
Gracias por acotar la historia, y darle esa pincelada, María.
No tengo el librito del que me hablas, y me hubiera gustado leerlo.
Un beso grande y gracias otra vez ¡¡¡
Salut
Se deduce,
ResponderEliminarpor su nombre,
que era alguien
persistente en
sus acciones,
o decisiones.
Un tipo que siempre me ha llamado la atención, Orlando.
EliminarSalut
Me ha interesado mucho esta historia, el texto que adjuntas y el comentario de María. No tenía ni idea del asunto. Siempre se aprenden cosas en tu casa. Me ahorro buscar equivalencias actuales, me resulta cansino, pero abundo en la frase de F.C.: «La historia nos demuestra que la política no es para las personas buenas».
ResponderEliminarUn abrazo
La Enciclopedia de Cesare Cantú es una de la mejor elaborada de todas las que han caído en mis manos, Gran Uribe. He tenido la Larrouse, pero como esta, que la compré de segunda mano porque estaba en los anaqueles de la facultad de Teología, ninguna.
EliminarEstá tan datada que los anexos son verdaderos compendios, y las traducciones vienen directas.
Esta que lees está editada por Seix, a las postrimerías del 1800, y da detalles muy jugosos.
Me la llevé a El Prat, porque siempre se puede leer como libro de historia.
Un abrazo
Salut