El Periódico:
El histórico político Ernest Maragall anuncia que abandona ERC después del escándalo de los carteles, donde tanto él como su hermano Pascual aparecían de forma despectiva haciendo referencia al alzheimer de este último. Lo ha declarado este lunes en rueda de prensa, después de casi un mes sin hacer ninguna declaración a pesar del revuelo interno que ha generado este caso, y que incluso ha generado el cese del director de comunicación del partido, Tolo Moya. Maragall ha declarado esta tarde a las 16:30 horas en la sede del partido que se trató de un "espectáculo vergonzoso".
PD: Sigo pensando, que hemos visto muchos espectáculos vergonzosos, uno de los más genuinos fue aquel de cambio de partido, del socialista a ER, por parte del mismo señor Maragall.
El señor Maragall ya sabía donde se metía, en Esquerra Republicana, (*), un partido que poco o nada tiene que ver con los postulados socialistas que su hermano defendió, muy dignamente, durante años.
(*) Le dejo un anexo, porque habré de intuir que no sabe quiénes son, un significativo trabajo de un cátedro de Historia Moderna y Contemporánea de la Complutense, miembro de la Fundación Ortega y Gasset, José Luis Martín Ramos.
Igual se empieza a dar cuenta de que no era simplemente simular un ataque exterior; quizás haya empezado a pensar que era un ataque interior bien directo.
ResponderEliminarpodi-.
Creo que uno de los problemas es no saber retirarse a tiempo.
EliminarHay quien no puede digerir el desaparecer del candelero.
Para todo hay que tener dignidad, le ofrecieron un lugar prominente en ER, y dejó el legado político de lo que había sido completamente de lado.
Así le ha ido, insultos por todos lados.
Salut
Res de nou sota el sol. El ninot penjat de Junqueras en un pont de la seva ciutat, també era foc amic, o atemptat de falsa bandera. ERC no són ni millors ni pitjors que Junts, PSC, Comuns o PP, tots són una colla de ximples i sinvergüenses, que diria l'avi que avi fa 10 anys de la seva confessió. No és que l'actual cúpula del PSC sigui gaire igual a la de l'època Maragall, ni aquí ni a Madrid.
ResponderEliminarSalut.
tots són una colla de ximples i sinvergüenses, que diria l'avi que avi fa 10 anys de la seva confessió...
EliminarEstic completament d´acord
Salut
Total sintonia amb el comentari del Francesc: Esgarrapacristos, pocavergonyes, ximples i mentides.
ResponderEliminarJa sóm tres.
EliminarSalut, Ricard i bon dia, que no ho he dit ¡
Apoyado en la barandilla,ya no le van las piernas,la sonrisa forzada a los gritos independentistas.Lo curioso es que nadie procura estar cerca de él, son jóvenes, jovencitas,no quieren salir en la foto con él, no sean que piensen mal,los que luego vean la imagen en la tele.
ResponderEliminarSaludos
Nunca segundas partes fueron buenas, Carlos, y es lo que le ha pasado.
EliminarUn abrazo
Me temo que de este Sr., se poco o más bien nada, así que no puedo opinar. Ahora bien, tiene que ser bien triste que los tuyos se mofen de tu familia o peor aun, de la desgracia de alguien de tu familia, eso no deja en buen lugar a quienes lo hayan hecho, sea de bandera amiga o enemiga, es una bajeza y quienes lo hayan hecho, unas ratas de alcantarilla. Un beso grande!
ResponderEliminarSi clicas en el enlace, María, verás como se las gastaban estos de ER. Incluso tenían sus propias chekas cuando la guerra incivil, pero de eso nadie dice nada, no sea que se abran las tapas de la historia y salgan nombres que dejen en mal lugar a los soñadores de las futuras Itacas y repúblicas utópicas.
EliminarUn beso grande y buen jueves
Veletas ilustres, los decíamos ayer, que hoy digo otra cosa, chaqueteros de toda la vida, han poblado nuestra historia más reciente, gran Tot. En el caso de Ernest Maragall hablamos de una verdadera involución, pero en ese viaje no ha estado solo. Es ése giro palpable en muchos llamados políticos de izquierdas, quizá por las veleidades del poder.
ResponderEliminarPermíteme que piense en voz alta, Tot. Como nos has propiciado un viaje a la historia, con ese documento, que ya me he bajado, para deleite de leerlo con el sosiego que merece, diría que no son los únicos. Quizá la memoria histórica tenga una parte de desmemoria cuando los pecados son propios. En lugar de hacer ejercicio de conciencia con esas tropelías del partido de turno en las mentes de todos, me las invento contra agrupaciones que ni siquiera existían, pero que en ese ejercicio abracadabrante, las consigno como herederas de esas otras, que expiraron hace tantos años. Lo hemos experimentado muchos, que al bucear en determinados períodos históricos, releer en las hemerotecas, el beatífico líder, de leyenda rosada, se convierte en un político incendiario, que cada dos por tres tenía en sus labios la palabra revolución o dictadura del proletario: Acudan a las fuentes, y no lo digo con sentido peyorativo, el hombre es algo más que una piedra, tiene derecho a cambiar, querido Tot. Aunque involucionar como Maragall.
Recuerdo, que algunos como Edgar Neville se le acusó de veleta, en más de una ocasión y por organizaciones antagónicas. Y me parece que fue uno de los hombres de vida más coherente. No lo metería en la estirpe de Ernest. Vituperado en nuestros tiempos, por ser uno de los creadores que regresó a España durante el franquismo, y de excelente calidad. Atrás habían quedado los días dorados en Hollywood, cuando con una plétora de artistas españoles, y con el sonoro, incluida Conchita Montes, su futura mujer y por entonces amante, que le iba a traer complicaciones para poder ser bendecida su vuelta a España tras nuestra Guerra Incivil. Se había divorciado de su primera esposa. Y pasó por el “tribunal de expiaciones franquistas” no solamente por ese detalle, sino por sus amistades con notables republicanos y hombres de izquierdas.
También al filósofo Aranguren se le ponía mal café cuando le recordaban que en un artículo escrito en Arriba, allá por el año 1948, hablaba del votante de una democracia como de un guiñol con una opinión pública prefabricada. Adalid de las libertades, que defendiera la dictadura como la mejor plataforma para acariciar esa experiencia ajena a las restricciones, no sorprendió en ese año. Los bienquedas, como los definía el gran Umbral abundaban por aquella época, si se quería descollar. Azorín, otro preterido, en fechas recientes, por ese veletismo según algunos. Yo digo que hay que vivir los momentos de cada uno. No es el caso de Ernest Maragall en esta historia de miserias humanas, porque el ataque de filas propias y tan bajuno, es para hacérselo ver en ERC. Que además cambió a postulados radicales sin ninguna necesidad. Víctima y victimario. Un saludo a todos, Tot, perdona el speech. A veces, me pongo a pensar, y con tus estupendas entradas me dejo llevar. Cuídate.
También en esas fechas, se hablaba de los camisas viejas. Falangistas de la primera hora de la organización, que frente a los arribistas, que querían borrar viejos pecados en la España franquista, y se ponían el uniforme para disimular más su pasado, con más aspavientos que Eugenio DÒrs, el creador del multiforme o el me disfrazo como yo quiero. Los entiendo, más que a Maragall.
ResponderEliminarAlgunos habían pasado por la CNT, los anarquistas, que en el Madrid de las checas, se habían convertido por su política de conceder carnés de la organización, en un verdadero "flotador". En fin, esperemos no tener que volver a revivir esas épocas, gran Tot. Por cierto, Gimpera es una de las musas más bellas y elegantes de nuestro cine. Nada que envidiar a la Bardot. En esos obituarios que como revelaron Talese, o Tom Wolfe, muchas estaban escritas con mucha antelación, creo que Umbral lo bordaba. Recreando escenas carnales, porque la Gimpera siempre levantó muchas pasiones. Una señora de la escena, que nada está reñido. La propia Deneuve decía que a ella le alegraba ilusionar la vida de caballeros desconocidos. Hoy se les llama sátiros.
Ernest, fue durante muchos años el guía de Pascual, al menos en el PSC, y nada se hacía sino era con la conveniencia de su hermano siendo este alcalde. ¿Eso era bueno o malo?, no podría decirlo, lo que si vi es que Barcelona con Pascual fue mucho Barcelona: Se hizo la ampliación del Raval, se esponjó las calles, los pasos de peatones para los invidentes en todo el Ensanche, el arbolado en las zonas más desfavorecidas, la ampliación de muchas vías, zonas verdes, las olimpiadas y lo que conllevó...detrás estaba Ernesto, eso si lo sabemos. Cambió de bando, se fue a ER, ¿por qué?... porque le prometieron un puesto relevante en las listas, por eso, y ahí fue su gran fracaso, SERGIO. Le pudo el poder. Desde ER no se lo perdonaron, porque había gente haciendo cola para ocupar el lugar que ocuparía el enemigo, porque Ernest era, fue, su enemigo.
EliminarEstoy leyendo LOS SICARIOS DE LA RETAGUARDIA, de Isidre Cunill, habla de las purgas "antifascistas" en Vic 1936/39, te aseguro que a los de E.R. los deja finos con sus comités y sus milicianos, esto tampoco lo sabía el señor Ernest cuando cambió de partido, no sabía donde se metía.
En fin, sino fuera porque da pena la manera de llevar estas cosas, diría que lo que dan es asco.
Poca cosa más.
Un abrazo muy fuerte
Salut
Ahora
ResponderEliminarsabemos ,
que
el muñeco
ahorcado,que
representaba
a Junqueras,
tambien salió
de dentro de
Esquerra, no
sé de va esto,
y no sé, de
que van estos .
Son 7.400 afiliados, no son más, y mira como se las gastan, como para apuntarse al carro.
ResponderEliminarSalut
Mira que los ha habido malos, pero este sujeto (Ernest Maragall) fue pésimo. Tuve la desgracia de padecerlo como Conseller d´Educació durante cuatro años (2006-2010) sufriendo sus continuas "maragalladas". Sus máximos logros fueron: que el inicio del 2º trimestre fuera el siete de Enero, en vez del ocho, poner una "semana blanca" que duraba dos días (para ir a esquiar) en febrero y a cambio alargarnos el curso hasta el cinco de julio. En cuanto a los currículums, ni te cuento. Todo lo de antes y después de ser conseller no me ha sorprendido nunca tampoco. Un paracaidista que tomaba tierra con habilidad en el lugar preciso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un abrazo.
Su fortuna fue haber tenido un hermano con carisma, GRAN URIBE, poca cosa más. Y mira por donde, guste o no, su hermano tuvo mucha fortuna de tener como aliado a un falangista, me refiero a Samaranch, sin él, tampoco Barcelona sería lo que es, fue a partir de las olimpiadas empujadas por este señor, donde Barcelona despegó y el nombre de Pascual Maragall se elevó de categoría.
EliminarPor otro lado ya le han robado el paracaídas
Un abrazo
La semana blanca,sólo un año,la recuerdo que me fue muy bien,me fui a Córdoba. Los nietos que tengo en el colegio Alemán, la tienen ,aprovechan para lo mismo,les encantan los churros,el jamón ibérico y la visita a museos cordobeses,jeje.Pero ,sí, al profesorado a unos bien,a otros con sonrisas de comprensión. Cosas de Ernest,decían.
EliminarSaludos.
jejeje, en Alemanía si que tienen ese calendario, pero aquí no funcionó.
ResponderEliminarEl colegio alemán es uno de los mejores, que sigan ¡