Como bien ha señalado en su página El paseante vallisoletano, "la vida de una ciudad es mucho más que los monumentos".
Cierto. En El Prat ha entrado la primavera. Los ciruelos que acompañan el paseo hacia la playa ya están enseñando sus frutos.
Como bien ha señalado en su página El paseante vallisoletano, "la vida de una ciudad es mucho más que los monumentos".
Cierto. En El Prat ha entrado la primavera. Los ciruelos que acompañan el paseo hacia la playa ya están enseñando sus frutos.
Cuando paseo por esta ruta tropiezo siempre con este cactus, me da la sensación de un pez volador; no puedo dejar de saludarle. Lo que veo...
Ja has agafat tanda per collir algunes prunes?, imagino que ja hi ha cua de jubilats per rampinyar-les. Però compte en pujar a un 'ciruelo', no és saludable.
ResponderEliminarSalut.
Jajajaja ja no Hi han.. jejejeje, els avis han fet de les seves!
EliminarSalut
Miquel, un paseo a la sombra de los frutales es un primor. Es para disfrutarlo.
ResponderEliminarSalud
Y además con poco personal circundante.
EliminarUn abrazo
Solo hay que tener interés en mirar, curiosidad por interpretar, voluntad de ver.
ResponderEliminarEs un paseo muy bello, Fackel
EliminarSalut
Bajo la sombra escondida,
ResponderEliminarun ciruelo reluciente,
me subí tan de repente,
buscando fruta prohibida.
Las ramas, cual enramada,
me abrazaban en su altura,
y en la tarde tan segura,
encontré la paz ansiada.
Dulces ciruelas colgaban,
jugosas, tentación pura,
y con mi mano segura,
algunas ya se entregaban.
Entre hojas y susurros,
en el árbol me quedé,
en su abrazo me encontré,
olvidé todos mis apuros.
Y queda reflejado, Joselu.
EliminarUn abrazo ¡¡¡
Caminante, son tus huellas
ResponderEliminarel camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.
Me imagino a nuestro gran Antonio Machado, errabundo en silencios, a veces agazapado tras la mordacidad de algunos de sus yos, como Juan de Mairena, caminando por esa trocha, con sus gotas de sangre jacobinas y doliéndose de esta España que juzga irreconocible.O a nuestro Tot, qué pensará mientras camina, no se si sustraera a la vorágine que nos rodea. Un abrazo, Tot.
Antonio era mucho Antonio, SERGIO. En mis adentros pienso que todo se me está escapando de las manos, pienso en la edad, tal como lo hacía Gil de Biedma...y sigo caminado.
EliminarUn abrazo
Vaaaya! ¡qué bonito este paseo entre ciruelos, poesía y cielos azules! ¡muy feliz día primaveral para todos!. Un beso muy grande MIGUEL!
ResponderEliminarUn beso , María. Los ciruelos ya salen y los pájaros están a la espera.
EliminarAbrazos ¡¡¡¡
En las metrópolis no hay paisajes de esa guisa. Estoy impaciente porque llegue agosto para hacer una escapada al pueblo. Aún quedará algo de verdor, espero...
ResponderEliminarAbrazos
Toda la razón, no hay nada como las escapadas.
Eliminarsalut
La primavera
ResponderEliminarha venido ,
y supongo
que nadie
sabe como
ha sido, el
verde me
gusta, es
un color
que , a mí,
al menos,
me transmite
todo lo bien
que a uno
le puede
hacer sentir.
Es un color agradecido, Orlando. Trasmite paz.
EliminarSalut y un abrazo
Yo tuve el ciruelo en flor y ahora ya empiezan a verse las ciruelas, está abarrotado y también el cerezo, los manzanos. el peral, todo esta lleno de fruta. Aunque aquí a 900 metros va todo más retrasado..
ResponderEliminarUn saludo
Normal, Daniel. Te diré que me asusto con los precios de la fruta, en realidad me asusto con la mayoría de los precios, pienso en como se lo pueden hacer la gente con hijos y con sueldo normales, que son la gran mayoría.
EliminarUn abrazo y a ver si esto mejora.
Las últimas lluvias le han venido muy bien a la ciudad de Barcelona. Los árboles están más contentos, los parterres más verdes, la atmósfera parece que está más limpia, las nubes de algodón se mueven y de vez en cuando nos traen un chaparrón, la naturaleza lo agradece y da más gusto pasear. Echo en falta el agua en estanques y los chorros de las fuentes. No me gusta que eso esté seco.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cierto, también encuentro a faltar los estanques llenos, y eso que aquí el agua no falta, Gran Uribe.
EliminarUn abrazo