La piscina de las Rondas

Aquí, en este local, que esta semana han cerrado por falta de fondos públicos, hubo la primera piscina de todo el distrito V, mal llamado Rabal, en Barcelona. 

Era una piscina pequeña, de veinticinco de largo por no más de la mitad de ancho y que en su parte más profunda, con un poco de impulso, hacías pie, pero que cubría las necesidades de aquella barriada.

Por una fuente en forma de concha ornamental, y que estaba situada en el centro de la cabecera, lado Rondas, manaba agua caliente, justo en el lado opuesto a la foto que les inserto. 

El quemador, que era de leña, lo visioné muchas veces, y ayudé a avivar el fuego, cuando el agua salía fría, otras tantas.

De la piscina, existían, yo las escuché, historias nada agradables que solían explicar las gentes del contorno, todas referidas a la guerra incivil.

Hay quien afirmó, y quien lo afirmó merecía toda mi credibilidad, que el interior del recinto de la piscina fue utilizado, en los años mediados de la contienda, para ocultar cuerpos de los torturados por las chekas y llevárselos de madrugada al "paseillo por Garraf".

La piscina disponía de duchas de agua caliente, abastecida por el mismo quemador. Estas eran aprovechadas por la población aledaña, carente de ella, cosa nada de extrañar, teniendo en cuenta que los pisos del contorno fueron construidos sobre los finales del mil ochocientos, principios del novecientos, y en esa época se carecía de agua corriente.

Funcionaba el agua de depósito.

Por ello, la ducha completa era cosa semanal. No había duchas en los hogares, ni se tenían las dos pesetas que costaba higienizarse al completo, ni se podían utilizar toallas que luego se debían llevar húmedas a casa y posteriormente a los lavaderos, con otro coste añadido.

Por otra parte, la piscina era la única distracción de ese tipo que tenían los del barrio del Rabal, parte de los del barrio de Sant Antoni y algunos, ya más lejanos del Poble Sec. 

Con el tiempo, y a raíz de la apertura de la piscina de la plaza Folch i Torres, se reconvirtió en gimnasio, pero se dejaron las duchas, que siguieron siempre en el lugar.

Pero como todo es cíclico y la miseria es lo primero que llama a la puerta cuando las cosas pintan bastos, se volvió a reconvertir en duchas sociales a partir de la crisis del 2008, o sea, en gratuitas, dada la gran cantidad de personas que vivían (y siguen viviendo) en las calles de Barcelona.

Hoy, por ayer, leo que sus instalaciones cierran sus puertas por falta de fondos. También he leído que a sus señorías, en el Ay untamiento, han votado subirse el sueldo un cuatro por ciento nada más pisar moqueta (*).

Está visto que dinero hay, lo que sucede es que no lo hay para todo. Más claro agua, pero no la de las duchas.

PD: Al preguntarles, dicen los ediles, que hay una partida para las duchas, lo que no nos dicen es que mientras esa partida no llega, la gente no puede ducharse.

A ellos, todos, no les urge. Así de simple.

(*) https://elpais.com/espana/catalunya/2023-07-25/collboni-cobrara-104000-euros-un-concejal-de-gobierno-87913-y-uno-de-la-oposicion-58642.html#:~:text=Esta%20actualizaci%C3%B3n%20coincide%20con%20lo,subirlas%20un%202%2C5%25.