No, no, es simplemente el toque especial de nuestros niños grafiteros en los trenes de Renfe, concretamente la línea que va desde el Aeropuerto a la estación de Francia.
Dicen que cuando pasen a Ferrocarrils de la Generalitat se dejarán de cometer estas tropelías; yo, que soy un iluso, no me lo creo, y sólo me convence una máxima: "grafitero" que se enganche, "grafitero" que lo pongan a limpiar pagado con su bolsillo y su mano de obra el estropicio que acomete.
No, no, és simplement el toc especial dels nostres nens grafiters als trens de Renfe, concretament la línia que va des de l'Aeroport a l'estació de França.
Diuen que quan passin a Ferrocarrils de la Generalitat es deixaran de cometre aquests abusos; jo, que soc un il·lús, no m'ho crec, i només em convenç una màxima: "grafiter" que s'enganxi, "grafiter" que ho posin a netejar pagat amb la seva butxaca i la seva mà d'obra la trencadissa que escomet.
Ja sé que no ho hauria de dir, però m'agraden aquestes pintades, compte!, aquestes en concret, no les que fan amb guixots per les parets o les superfície exterior del trens.
ResponderEliminarSalut.
Pots opinar el que plaguis. El que succeeix és que des de dins no es veu res, absolutament res.
EliminarEls vidres els hi faria netejar, d'això pots estar segur.
Salut
Sobre Faber:
https://totbarcelona.blogspot.com/2017/11/will-faber-y-la-iglesia-de-los-hogares.html
Miquel, la gent que va en tren o metro no mira per les finestres, mira la finestra del seu mòbil.
EliminarHombre... "niños" lo que se dice niños...
ResponderEliminarTengo el dudoso "honor" de conocer a uno, bastante prolífico y hasta cierto punto renombrado. Renombre que yo no facilitaré a sumar. Tiene entre 35 y 40 años.
Yo también sería mucho más duro con esa supuesta actividad artística.
Dicho esto, de paso, un poco más de higiene en los vagones de los trenes, tampoco estaría mal.
Pues me dejas sorprendido, de verdad Ricard. En mi imaginación he supuesto que no pasarían de veinte años. No hay gusto artístico, ni experiencia interpretativa, ni expresión vital, sólo el hecho de garabatear el vagón, poca cosa más, y una persona llegada casi a la cuarentena, como nos expones, no se que gusto le encontrará ensuciando, porque es lo que hacen, vagones.
EliminarBon día i salut ¡
Es que es el riesgo de nuestra tendencia a generalizar. Incluso dentro del mundo de los grafitteros hay diferentes carpetas. Al fin y al cabo Banksy formaría parte de ese movimiento de "arte urbano" pero evidentemente no se dedica a ensuciar vagones de tren. Y es que incluso entre los "ensuciadores" hay diferentes categorías y como en todo los hay mejores y peores. En cualquier caso, lo que sí es cierto, es que esta actividad precisa un cierto control y acotamiento de sus límites.
EliminarHay mil veces más "arte" en los petroglifos de hace 50.000 años, que el que hay en los muros de muchas ciudades. Vamos hacia atrás.
EliminarCreo que en los petroglifos deseaban decir algo. Aquí lo que desean es encuciarlo todo.
EliminarUna abraçada
Esto es arte a tragártelo, te guste o no, a la fuerza. Anoche me decía mi mujer el aspecto tan feo ,que daba las pinturas sobre las persianas metálicas de los comercios cerrados.
ResponderEliminarEn Esplugues City, en el paso peatonal debajo de la autopista se permite , veo chicos(algunos de más de 40),dándole al spray, superponiendo una obra sobre otra, con el mismo tema de letras enormes ,incluso ponen su firma ,supongo que será por si sale un comprador y se lleva un trozo de muro.
Saludos
No lo concibo, de verdad. Todos los ventanales inservibles, absolutamente todos. Y lo que debía ser luz era oscuridad.
EliminarTe prometo que no entiendo esa actitud de ensuciar las vidrieras.
Salut
Me llama la atención que los grafitis aparecen en la red de trenes de cercanías de Renfe. Me parece espantoso, y no solo porque tapen los cristales -que también- sino por la estética del tren que queda hecha un adefesio. El padrino de este llamado "subway art" fue un tal Seen que pintó los trenes del metro de Nueva York en los años setenta, y de allí se extendió por todo el mundo. Y lo que me llama la atención es que los trenes de los FFCC están impolutos, no sé si es una cuestión de mayor cuidado en las instalaciones donde los guardan por la noche o tiene alguna implicación política. Son los de Renfe los afectados. Saludos.
ResponderEliminarPues es curioso lo que expones, Joselu, pero concuerdo contigo. Los de la Generalitat están cuanto menos limpios, es cierto y al Cesar lo que es del Cesar. No sé si se ganaría o no si las líneas de Renfe fueran de la Generalitat, no lo sé, la verdad, pero me gustaría que fueran puntuales y que fueran limpias como los de la línea de Terrassa o Martorell, de la plaza Cataluña y de la plaza España. Es con la Renfe, y en lo de la puntualidad, la verdad es que dejan mucho que desear.
EliminarUn abrazo
Hola Miquel.
ResponderEliminarMe parece un horror esas pinturas , tan feas.
Abrazos y BFDS.
Son detestables, mi apreciada MTrinidad.
EliminarUn beso muy grande
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarDejo la consideración de si es horroroso, cochambroso, horrible o sensiblemente bellísimo, únicamente digo que si quieren pintar que lo hagan en las paredes de su casa. Y si embadurnan en otros sitios, pues que lo limpien.
ResponderEliminarSalud
Y se acepta tu exposición, Francesc Cornadó. Y que lo limpien, eso sin dudarlo.
EliminarUn abrazo
Sorprende que los grafiteros distingan entre los trenes de la Renfe de los Catalanes y esto provoca pensamientos confusos plenos de sospechas fundadas poco o mucho...
ResponderEliminarOstras, Luis Antonio. Lo primero pedirte disculpas, por razones que no vienen al caso, borré el lateral. Poco a poco lo he ido conformando otra vez, pero veo que no estás. Te pido perdón desde aquí y te voy a insertar de inmediato.
EliminarY ahora la respuesta. No había pensado en lo que nos dices. No sé a qué es debido, pero sí sé que la Renfe está que da pena en comparación a los vagones de los catalanes. Otro problema que veo son las anomalías, que son casi continuas y no puedes fiarte para ir de El Prat a Paseo de Gracia. Es raro que no ocurran percances.
Un abrazo y voy a trasladarte al lateral
perdón otra vez
Había un cronista demasiado pedantuelo,que comparaba estás efusiones "artísticas" con las cuevas de Altamira. Y quizá en ese parangón, la intención era dárselas de moderno, estuviese más acertado que en ningún otro caso, pues es algo cavernícola, incivico, ir destrozando trenes, mobiliario urbano, como hazaña de reivindicación personal. En mi zona se ha intentado de todo. Cederles espacios,realizar jornadas de"arte urbano",que en algunos supuestos sí que puede serlo, pero en los espacios reservados par ese cometido. Debe ser deprimente subirte a ese vagón,Tot. En lugar del efecto relajante del paisaje,la estridencia de los colores perpetrados por un gamberro. Por no hablar de los costes que supone para las arcas públicas, en un mundo de recursos escasos y que lo que se gasta en un lugar por el capricho de unos vándalos, se detrae de otro.Y nuestros bolsillos no son infinitos, como puede pensar algún que otro político. Un abrazo,Tot, me recordó a tu entrada de las checas barcelonesas.Cuidate.
ResponderEliminarLlevas tanta razón que es imposible, aquel que te lea, que no concuerde con lo escrito.
Eliminar¿Quién paga el desaguisado?
Y si, ciertamente, el cromatismo inútil a todas luces de los vándalos, en su mezcla anómala de colores, hacen que la tropelía sea un pellizco constante a las retinas, mi buen Sergio Munari.
Comparar este vandalismo con el bisonte de Altamira es, a todas luces, como decía Unamuno, intentar hacer cañones tomando un agujero y recubriéndolo de hierro.
Un abrazo grande.
Gracias por estar
Está bien encontrado eso de Faber (y bien tomadas las fotos), que tiene buenas vidrieras en Montbau, de las que nos mostraste ejemplos alguna vez.
ResponderEliminarPero esto no tiene comparación. A mí me importa un rábano que los adolescentes no miren por la ventana del tren, porque están con la pantalla del móvil. Yo sí que miro todo por las ventanas y no me pierdo ripio. Tanto los suburbios de las ciudades, llenos de pintadas o de edificios horribles, como los paisajes desolados, o como aquellos de cuidada agricultura, plenos de viñedos o frutales, o como las vistas marinas, con bloques o sin ellos. Me gusta cuando el tren va despacio y cuando va deprisa.
Detesto esas pintadas en las ventanas del tren. También en las persianas de los locales que cerraron; en Barcelona hay muchos y me deprime, casi más que en las paredes. Creo que eso no se vigila y se reprime bastante, quizá porque hay que ser guay y no es cosa de que se enfaden ciertos colectivos.
Un abrazo
Es curioso, Gran Uribe, a tan solo siete kilómetros, no hay una sola pintada en ninguna persiana pintada. Ni una sola. Me refiero a El Prat. Si la hay en Hospitalet, pero no hay, al menos yo no he visto y soy buen observador, ni una sola en El Prat.
EliminarQuizá aquí no se está por esas lides, no lo sé, pero es que me es muy curioso.
Estas fotos les he hecho bajando al H Clínic. Al final nos fuimos al piso de arriba, en el tren.
Es completamente grotesco que no puedas ver por donde pasas, y que además te prive de la luz exterior, tal como suena.
Cada vez soy menos permisivo y ya estoy hasta los mismos de tanto buenismo. Además, me resulta curioso como se acepta la cuestión, convirtiendo en normal lo que no es natural, porque no es natural los vidrios pintados de esta manera, pero ya lo hemos normalizado.
O sea, normalizamos el vandalismo. Así, sin m´más.
Un abrazo