Hoy, con el permiso de ustedes, les dejo un cuento que ha escrito mi nieto Enzo. Es el primero que escribe. Espero no sea el último.
Afortunadamente la imaginación de los niños es fantástica, y este cuento, que lo escribió a la edad de ocho años, por cierto hoy cumple nueve, nos lleva a su mundo. Les invito a entrar.
La narración es enteramente suya, yo sólo he ayudado a hilvanar la historia y corregir ciertos matices.
Que lo disfruten.
Una noche, Valentín, el gallo del corral de Delia, se dio cuenta de que la puerta del gallinero estaba abierta. Viendo que no había peligro salió a dar un paseo. Observó la Luna en el reflejo de la piscina, se acercó al limonero y recogió un limón con el pico dejándolo en el taburete; mientras sonaban las campanas de la iglesia.
Doooong, doooong, doooong, y así hasta doce veces.
Fue entonces cuando Valentín se enteró de la hora que era, y era ya demasiado tarde.
Valentín se quedó al lado del limonero y durmió allí. Al día siguiente las gallinas del corral le despertaron, le preguntaron porqué no había cantado la hora de despertarse. Valentín malhumorado intentó dar su mejor kikirikí pero le fue imposible, estaba resfriado por haber pasado toda la noche fuera del gallinero.
Fue en ese momento cuando se echó a temblar, faltaban dos días para la exposición del mejor gallo de El Prat y era allí donde él, el gallo más bonito del gallinero, tenía que dar sus mejores notas.
Delia, la propietaria del corral, corrió asustadísima desde la casa hasta el limonero porque escuchó desafinar muchísimo a Valentín, pensó desesperada que faltaba muy poco para el diez y siete de diciembre, el día de la Feria del Gallo en el pueblo, y Valentín estaba afónico. ¿Qué podía hacer para curarlo?
Dándole vueltas a la cabeza se le ocurrió: !Una bufanda¡ con ella poco a poco Valentín volvería a la normalidad. Volvió a casa lo más rápido posible y buscó en el armario la madeja más gorda que tenía. !La encontró¡. Inmediatamente se puso a tejer, no sin antes haberle tomado las medidas del cuello.
Pasó toda la noche tejiendo la bufanda. La hizo de fondo amarillo siguiendo el siguiente patrón: cuadraditos de azul fuerte, verde pastel, azul pastel, verde fuerte. Y así hasta ocho veces, duplicando las filas. Era la mejor bufanda que había tejido nunca. Con unas ganas locas, Delia se fue corriendo hasta el gallinero y le probó la bufanda. Todas las gallinas quedaron tan impresionadas que se querían casar con él.
A pesar de la bufanda, el día diez y seis de diciembre a la mañana Valentín hizo su peor kikirikí. Todas las gallinas estaban preocupadas y Delia aún más. Valentín estaba desesperado. Pensaba que quedaría el último.
En un último intento, Delia le dio un jarabe especial para afinar el canto. Allí estuvieron depositadas las últimas esperanzas.
Amaneció el diez y siete de diciembre. Delia cogió a Valentín y lo llevó al recinto de la Fira, estaban allí los otros gallos de la ciudad: Ramiro, un gallo viejo y cascarrabias, siempre refunfuñaba de que a su lado nadie cantaba mejor; Eustaquio, otro gallo con mala sombra, de vez en cuando picaba a sus cuidadores, y el más malo de todos, Juanito, un gallo sin sentido del humor y que siempre cantaba a las tres de la madrugada para despertar al vecindario y que impedía con su canto la concentración de Ramiro y de Eustaquio.
Por sorteo en la Feria, a Valentín le tocó cantar en último término.
Fue Juanito quien empezó a kikirear, lo hizo francamente mal, estaba medio dormido y su kikirikí fue de los más débiles. El segundo en hacerlo fue Eustaquio, el gallo de la mala sombra, serio como un pasmarote hizo un canto demasiado corto y desafinado, se excusó diciendo que Juanito no le había dejado dormir. El tercero fue Ramiro, lo primero que pidió fue una silla, sino no cantaba. Su dueño se desesperó. No le trajo la silla y Ramiro no cantó.
Ahora le tocaba a él, a Valentín, que hasta el momento no había podido ensayar.
Apartando la silla de Eustaquio miró con dulzura a Delia. Su canto, no muy afinado, lo envolvió siendo el más largo, claro y agudo de todo el recinto.
Los aplausos llenaron de alegría a Valentín. Los demás gallos aceptaron su derrota. Delia estaba feliz.
Fue a partir de ese día que Valentín jamás se quitó la bufanda de Delia.
Hermoso cuento y una bella imagen del gallito y su bufanda.
ResponderEliminarHasta hace unos años tenía dos gallinas y un gallo, clementina, lisa y benjamín, gracias por los recuerdos.
¿Qué significa pasmarote?
Abrazos a ambos
Hola bon dia Miquel y ENZO:
ResponderEliminarEn primer lugar felicitar a ENZO, por su aniversario 9 años y el cuento es maravilloso, menuda imaginación tiene con tan pocos años, no será que tú, le estás abriendo su imaginación a leer y aprender?
Os felicito a los dos por este cuanto tan asombroso como bonito.
Qué tengáis un dia muy felíz , besos y abrazos virtuales y todo mi cariño a los dos, y a su hermana tambien.
Un bonito cuento de Navidad, emotivo. La arrogancia queda vencida por la humildad, la dulcura y el cariño.
ResponderEliminarpodi-.
Gracias , MUJER DE NEGRO. Me gustan los nombres de las gallinas y el gallo¡, son bonitos .
ResponderEliminarUn abrazo
Pasmarote sería sinónimo de quedarse "embobado", de pie como una estatua, sin movimiento alguno y sin mirar a nada en concreto.
Salut
Gracias MTRINIDAD. Les transferiré tus deseos. Es la imaginación, que ya sabes, los niños tienen mucha.
Muchos besos
Salut
Pues también es válido ese punto de vista, CARLOS PORTILLO PODI-. Un cuento en que su argumento es válido tal como lo describes.
Gracias por tu compañía
salut
Enzo apunta maneres, el contes está molt ben escrit i molt ben desarrollat. Felicita'l.
ResponderEliminarSalut.
Ja veurem, gràcies. Li diré de part teva.
ResponderEliminarGràcies
Buenos días Miquel; me ha encantado y la verdad que tiene mucho sentido este cuento: que nunca hay que perder la esperanza.El cariño es el motor de la vida lo que de verdad mueve la vida .
ResponderEliminarMuchas felicidades a Enzo por este trabajo literario y que esos ánimos vayan a más.
Miquel un abrazo y felices fiestas para todos.
Gracias BERTHA. Me motiva que coja un lápiz y un papel y se ponga a escribir. Claro que me gusta que sea espabilado con las maquinetas, pero me agrada eso de que queden relegadas ante la imaginación. Tengo fe en que el ser humano no sólo sera futuro con lo de A.I., sino en que estos chicos de hoy también sepan lo que es borrar y corregir y volver a borrar.
ResponderEliminarUn abrazo muy grande.
Gracias por estar por aquí
El mío, Alex, próximo en edad al tuyo, no me ha salido escritor . El trabajo que tuve anoche, para evitar que mientras cenaba, dejara de jugar en la tablex. No me puse muy borde, porque recuerdo que yo hacía lo mismo, pero con un tebeo.
ResponderEliminarSaludos.
Feliz cumple a Enzo, y enhorabuena por el magnífico cuento, me ha encantado, y teniendo en cuenta la edad de su creador, Enzo, su relato es excelente, tiene los ingredientes ideales de un cuento, la tensión bien dosificada hasta el final, nos hace mantener la expectación y la curiosidad durante toda la lectura... Nadie podría dejar la historia a medias, ¡quieres llegar hasta el final!
ResponderEliminarSois un gran equipo; abuelo y nieto. Ojalá no deje de escribir historias Enzo.
Salut, querido Miquel.
Se ve que el chaval tiene bagaje, en parte de lectura y en parte de observación, sin duda. Y ahí cuenta mucho lo que se hable en casa y cómo se hable. Felicitaciones para él, sécate la baba tú.
ResponderEliminarTranquilo CAR RES...tranquilo...en ocasiones también me lleva de "boli" eso de la tablet...No es a ti sólo, no lo es. Y el pequeño es una "rata", con cuatro años tiene unos dedos super ágiles para menear eso de la tablet y poner los coches de carreras de no se qué.
ResponderEliminarNosotros hubiéramos hecho lo mismo si hubiéramos tenido tanta maquinaria a nuestro servicio.
Un abrazote.
Hoy puedes salir con la bici, hace solete después de la lluvia y no hace tanto frío.
Salut PACO CASTILLO, es una historia ingenua, como debe de ser a niños de esta edad, pero es una buena historia, creo.
ResponderEliminarMe gusta estar a solas con él, sacas tajada y hace preguntas muy sólidas. Le hablo como si tuviera cuarenta años, y él me dice que hay cosas que no comprende, pero que me entiende.
Para mi es suficiente.
Un abrazo y gracias
COmpletamente de acuerdo, FACKEL, cuenta mucho el ambiente familiar. Mucho. Mucho. Los niños son los primeros en notarlo.
ResponderEliminarGracias
Si, ya me he comprado los clinex jajaja
Un abrazote
Gracias
Tens un net que sembla molt trempat. Per molts anys per a ell i felicitats per a tu. M'hauria agradat ser avi, però la vida no ha volgut. Curiosament, tampoc vaig poder conèixer cap avi meu i només una àvia (durant tres mesos quan jo tenia 8 anys).
ResponderEliminarGràcies, NOXEUS. És complex això de ser avi, sembla senzill però com en tot, no es neix après.
ResponderEliminarMai m'hagués imaginat arribar a ser-ho.
Tampoc jo en vaig gaudir, només en recordo un de passada, fugaç.
Una abraçada i gràcies per passar-te per aquí
Salut
—Una abraçada i gràcies per passar-te per aquí—
ResponderEliminarGràcies per deixar-me la porta oberta.
La imaginación de los niños no tiene límites, cuando vamos creciendo la vamos acotando en función de nuestras vivencias. Me gusta el cuento, es bueno recordar que hay otros mundos donde refugiarse.
ResponderEliminarUn saludo.
No deja de ser un cuento, DANIEL F, però lo bueno es el argumento, enteramente suyo.
ResponderEliminarUn abrazo
Me alegro que puedas recordar al "iaio", que es como se dice por aquí al abuelo, MARÍA.
ResponderEliminarSon importantes en tanto en cuanto forman parte del núcleo de la familia, y me viene a colación aquello de una tribu del África, de la que no recuerdo ahora su nombre, que decía algo así como: "para educar a un niño hace falta la tribu entera", y creo que eso es básico.
Me alegro eso de leer de que vivió con vosotros. Me alegro de verdad.
Gracias y un beso grande, muy grande para ti y un recuerdo para tu "iaio" que ya no está pero que hoy, mira por donde, le has hecho un homenaje.
Besotes¡
Antes de nada, felicitar a Enzo por su cumpleaños y por este cuento tan magnífico. Enzo ya empieza a dar buenas muestras de conocimiento y de buen hacer, esto queda para siempre.
ResponderEliminarTe felicito a ti también, por lo que te corresponde. Un abuelo feliz.
El cuento está muy bien, seguro que continuará.
Un fuerte abrazo.
Francesc Cornadó
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNo sé que ha pasado que han salido la mitad de las frases, FRANCESC CORNADÓ; sé que tú corazón está conmigo.
ResponderEliminarTengo ganas de verte.
Un abrazo fuerte, de aquellos de caníbal, de apretón salvaje.
Salut
He corregido miles de redacciones de alumnos mayores que Enzo y he de decir que esta es buena, notable. Me hubiera gustado leerla antes de la intervención tuya, antes "de hilvanar la historia y de corregir algunos detalles". La lógica narrativa es excelente. Salut.
ResponderEliminarNo creas que hice mucho, JOSELU, alguna palabra repetida, alguna concatenación, unas comas mal situadas, algún giro de tiempo verbal no correspondido en la narración, pero poco más.
ResponderEliminarEl guión es suyo, el argumento y los personajes.
También a mi me sorprendió, incluso las ganas y avidez de escribirlo.
Gracias y a ver si continúa en la senda.
Un abrazo
Hola Enzo.
ResponderEliminarTu cuento me ha gustado un mundo, seguro que vas a ser un excelente escritor, pues tienes madela para eso. Solo debes tener en cuenta que con el talento no basta, así que tendrás que esforzarte a cumplir tu sueño, para ello debes leer mucho. Lo bueno es que te gusta la lectura y no se te hará difícil.
Yo soy escritor, pero eso lo descubrí muy tarde, después de haber cumplido treinta años, pero ahí estoy, escribiendo. Por eso me gustaría que leyeras en cuento de navidad que tengo en mi blog y también saber qué te parece. Para mí será un honor saber la opinión de un futuro escritor
https://tigrero-literario.blogspot.com/2022/12/san-nicolas-con-kipa-relato.html
Gracias, ALÍ REYES ¡
ResponderEliminarEnzo