!Joder, con el tocayo del nombre del brandy más conocido¡, Los cordones planchaos, esto ya si que es chil, y out, y dandy, y de finura exquisita...
Por otro lado, he de suponer que ustedes no imaginan la riqueza y textura de su cagadero, pero tengo unas fotos que les darán somera idea de donde depositan sus detritus y las posaderas, reales, por supuesto, cuando van a defecar.
El inodoro en cuestión, inglés por supuesto, está diseñado por los famosos hermanos Johnson, especialistas en estas lides, y sólo diseñados para culos de la realeza.
No et pensis, jo tenia un col·lega comercial que quan anava de viatge, s'emportaba la tapa del vater. El que més em va sorprendre d'en Carles Tres, és que un asistent li posa la pasta de dents al raspall cada dia, 2,5cms ni més ni menys.
ResponderEliminarSalut.
Hola bon dia Miquel:
ResponderEliminarEs repugnante ese hombre y sus manías de mal educado y prepotente asqueroso y más cosas que me las callo...!!!
Ese water es de Pedralbes, verdad?
Un abrazo y BFDS.
Porque no debemos olvidarlo, esa gente caga. Y caga "M", como el resto.
ResponderEliminarpodi-.
jejeje, aquet prenda ha de ser hi molt mirat , FRANCESC PUIGCARBÓ...
ResponderEliminarSalut
Una bestia parda, MTRINIDAD. Esto de los reyes y las sagres azules y toda la comedia está obsoleto, pero ellos siguen viviendo del cuento.
Si, el sanitario es de 1920, de Pedralbes.
Un beso y buen día, parece que lloverá ¡¡¡
Y tanto, CARLOS PORTILLO -PODI-, no te reprimas, caga mierda y se comporta como tal, ya lo has visto. Menudos diente-sierra tiene el colega. Da miedo.
Una abraçada
Es muy simple el inodoro, pero para la época todo un detalle de buen gusto.De Carlos III, llega tarde al trono(pero no le ha preocupado),no será como la madre,que por cierto la vi muy de cerca en Sevilla,cuando vino a España,su aureola personal era tremenda,impactaba(estuve muy cerca de ella).No creo que los tabloides ingleses,aparte de las manías propias de un señor que ya pasa de los setenta,cuestiones de faldas no creo,vamos digo yo. Pero quién sabe, ya veremos.No sé si es correcto,aquí,pero en principio:¡Dios salve al rey!
ResponderEliminarSaludos
jejeje, si eso, salve al rey y a sus súbditos, que son los que le habrán de soportar, CAR RES.
ResponderEliminarUn abrazo
El palet como pedestal desentona, lo echa todo a perder. Es una pena, podían haber colocado el WC sobre una base de terciopelo de color púrpura.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
Un detalle a tener en cuenta, FRANCESC CORNADó. Bien visto.
ResponderEliminarUn abrazo
Estas excentricidades son producto de una vida regalada y ociosa, sin ninguna ocupación práctica. Probablemente le ha llegado la corona en un momento de su vida muy tardío. Tal vez le debería pasar el cetro y la corona a un descendiente más joven. Ahora se le escrutará con microscopio cada acto que haga. ¿Merece la pena?
ResponderEliminarSalut.
Estoy seguro de que es tal como dices, JOSELU, un excéntrico.
ResponderEliminarNo se si merece la pena, pero es curioso la cantidad de gente súbdita descendientes de de su Imperio que ha ido a recordar a su madre.
Un abrazo
Pues yo siento una extraña pena por este hombre, educado para no mostrar emociones y en la firma ya se descontrola, no son edades para ser rey, son edades para descansar por lo menos del ojo publico. los reyes viven en CARCELES DE ORO, que no envidio nada, por otro lado que entierren ya a Isabel, que se va como vino al mundo, sin nada, solo pienso que es una mujer anciana, igual de válida que otra que no fuera reina.
ResponderEliminarEn realidad maleducado, ANÓNIMO. Si te das cuenta todo lo que no esté en su puesto y a su medida en el instante que lo desea le descompone.
ResponderEliminarEmociones si que muestra, si, pero todas negativas.
Un saludo
Hubo un tiempo en que estas cosas, usando el dicho español, se cortaban por lo sano y asunto concluido. Entiéndase por "lo sano" un espacio concreto entre las vertebras cervicales. Generalmente entre la C3 y C5.
ResponderEliminarUyyyyyyyyyyyyyy....entendidos ¡¡¡ NOXEUS
ResponderEliminarSalut
El que puede...
ResponderEliminarSaludos,
J.