Nací en un barrio privado; privado de agua, privado de luz, privado de colegio. (Diego Armando Maradona)

martes, 21 de octubre de 2025

Nuevas medidas en Alemania sobre la jubilación

 Lean, por favor, y saquen sus conclusiones. Otra idea que puede resultar positiva. Se ponen en práctica el primero de enero del 2026. Las medidas fueron aprobadas este mes pasado.

Alemania logra lo que en España es imposible: pagar 2.000 euros a los que sigan trabajando en edad de jubilación


Paula Marcos. 

El envejecimiento poblacional en Europa está causando varios estragos, desde presiones en los sistemas de pensiones a una escasez de mano de obra. Alemania y España son dos de los países con mayor proporción de personas mayores, pero parece que los germanos han encontrado una posible solución a estos problemas: el ‘Aktivrente’.

Los alemanes en edad de jubilación que decidan seguir trabajando podrán cobrar hasta 2.000 euros al mes libres de impuestos. El ‘Aktivrente’ entrará en vigor el próximo 1 de enero de 2026 y forma parte del plan de “jubilación activa” de Friedrich Merz, canciller de Alemania, para abordar la escasez de mano de obra y revivir la economía nacional.

Estimaciones del Gobierno apuntan a que este proyecto costará unos 890 millones de euros al año, cifra que representa el déficit de ingresos fiscales para los 285.000 jubilados que actualmente trabajan en Alemania. El Instituto IW asciende esta cantidad hasta los 1.400 millones de euros con unos 340.000 empleados con derecho al incentivo. El envejecimiento de la fuerza laboral, así como la escasez de mano de obra cualificada han llevado al país germánico a tres años de estancamiento.

Este plan de jubilación activa “complementa la orientación de instituciones como el Bundesbank y el Ifo Institut, que desde hace años recomiendan fomentar la participación laboral sénior como vía para sostener las finanzas públicas y aliviar tensiones inflacionarias por falta de trabajadores cualificados”, explica a Vozpópuli Carlos Siemens, profesor del MBA en la Universidad Internacional de Valencia (VIU).

Alemania busca revivir su economía

La población activa de Alemania se sitúa en unos 46 millones de personas, según Destatis, la Oficina Federal de Estadística alemana, y la edad de jubilación es 67 años. En 2035, 4,8 millones de trabajadores podrán jubilarse, lo que representa el 9% de la fuerza laboral. Esto dejaría un ratio de solo 1,5 cotizantes por jubilado, según datos de Eurostat.

Por otro lado, el país germano tiene la jornada laboral promedio más corta de la OCDE. El número de empleados a media jornada se ha más que duplicado desde la década de los noventa, alcanzando varios máximos históricos en los últimos años. Los últimos datos del Destatis apuntan a que hay más de 12 millones de personas contratadas a media jornada, lo que representa el 30% de la fuerza laboral.

Además de mitigar la escasez de mano de obra, el ‘Aktivrente’ responde a otros dos objetivos. Uno es “ampliar la oferta laboral efectiva sin depender exclusivamente de la inmigración”, cuenta Carlos Siemens. Alemania necesita 400.000 inmigrantes cualificados al año para mantener su economía, estima el Instituto de Investigación del Empleo (IAB).

Sanidad, construcción, tecnología o cuidados son de las áreas más afectadas por la falta de empleados cualificados. De esta manera, el Gobierno pretende “retener trabajadores experimentados en sectores tensionados donde la jubilación masiva amenaza la continuidad operativa”, apunta el experto económico. El tercer objetivo es “reforzar la sostenibilidad del sistema público de pensiones, elevando la edad real de retiro sin modificar la edad legal”, dice Siemens.

Con esta medida, empleados y empresas deberán pagar contribuciones sociales sobre estos salarios, destensando las finanzas de los sistemas de salud y de pensiones. “En términos de productividad, la evidencia sugiere que la permanencia voluntaria de trabajadores mayores mejora la transmisión de conocimiento y la cohesión intergeneracional, siempre que las condiciones de trabajo se adapten”, apunta el profesor de la VIU.

Respecto al efecto fiscal en las pensiones, el experto consultado por este medio mixto: “se pierden ingresos tributarios a corto plazo, pero se ganan cotizaciones”. Siemens explica que, a pesar de que se produzca “la salida efectiva del sistema, el jubilado activo sigue cobrando su pensión”. Esa persona en edad de jubilación “no paga IRPF por esos ingresos adicionales hasta 2.000 euros, pero si paga parcialmente cotizaciones sociales”, explica.

Alemania no es el único país europeo que está llevando a cabo un plan de jubilación activa. En Grecia se realiza un incentivo similar: permite conservar pensiones completas y aplicar un tipo impositivo reducido del 10% a sus ingresos adicionales. Gracias a esta medida, el número de jubilados trabajando pasó de 35.000 en 2023 a más de 250.000 en septiembre de este 2025, de acuerdo con el Ministerio de Trabajo del país.

El caso de España

España enfrenta un escenario similar al de Alemania en términos de tener una población envejecida y sufrir una escasez de mano de obra, debida también a la fuga de talento que lleva años atravesando nuestro país. La población activa es de casi 25 millones de personas y se prevé que aproximadamente 5 millones se jubilen en los próximos diez años (un 20% de la fuerza laboral).

Datos del INE y de la Seguridad Social revelan que el ratio de trabajadores por pensionistas ha caído de 5 en la década de los setenta a menos de 2,5 en 2025. Actualmente, la pensión completa media contributiva de jubilación en España es de unos 1.508 euros mensuales con 14 pagas. Una vez cumplida la edad de jubilación (65 años), si se opta por seguir trabajando se cobraría el 45% de la pensión en el primer año de demora (55% en el segundo, 65% en el tercero, 80% en el cuarto y 100% en el quinto) más el salario. Luego, habría que restar impuestos y cotizaciones.

“El riesgo más evidente en la implementación de este tipo de políticas en el contexto español es social y político”, comenta Carlos Siemens. El paro juvenil en nuestro país es superior al 25%, siendo uno de los Estados de la UE con las tasas más altas, por lo que “podría percibirse como una competencia directa”, apunta. No obstante, el experto considera que si el plan de Merz se aplica en sectores “con escasez comprobada de mano de obra”, como la sanidad, ingeniería, educación u oficios cualificados, y “se integra con programas de mentoría intergeneracional” podría resultar “positivo y hasta redistributivo en capital humano”.

1 comentario:

  1. Yo no entiendo nada de esas cosas, que no me quedan nada claras. Por tanto, poco puedo aportar al asunto. Pero lo que sí tengo claro es que, ni aunque me pagaran el doble de esa cantidad, hubiera solicitado seguir dando clase en el instituto. Me faltaba el ánimo, las fuerzas, todo, para aguantar aquello, a pesar de que cuando era más joven me gustaba, y me gustó ya de más mayor, pero solo cuando tenía pocos alumnos (muy pocas veces). Y mis clases en esas condiciones hubieran sido una mi***a pinchada en un palo (ya lo eran un poco, muy a mi pesar). Con que no veas si hubiera tenido un trabajo más duro, que los hay.
    Un abrazo, Miquel, buenas noches. Me dispongo a revisitar una película (Manhattan, para más datos).

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