Dicen que el que tiene un amigo tiene un tesoro, yo lo corroboro cuando pienso en Francesc Cornadó,
Con cariño, este cuento va dedicado a él:
Las 4´44
Desde hacía una larga temporada, demasiada según su parecer, intuía que lo que le estaba pasando no era normal. No era normal que al despertar y mirar el reloj este le marcara siempre y sin titubear las 4´44.
La primera vez que le sucedió quedó sorprendido, ver los tres caracteres era una casualidad que se daba en pocas ocasiones. La segunda vez pensó que era una premonición; las siguientes le dejaron intrigado.
Se dio el caso de que incluso al despertar se tomara un tiempo prudencial antes de mirar el aparato, y que al mirarlo, pasado ese tiempo, le sorprendiera también con los mismos dígitos.
Poco amigo de las Ciencias Brujas, consultó el caso aprovechando la ocasión de un resfriado con el médico de cabecera, como si de una broma se tratara, pero este se lo tomó en serio derivándolo a un especialista neurológico.
Después de varias pruebas, estas no pudieron diagnosticar nada en concreto, salvo que hay relojes biológicos que por una serie de coordenadas producen ciertos efectos.
Visto el resultado, le pidió consejo un amigo al que tenía por equilibrado, sensato, y ecuánime. El amigo, de carácter racionalista, poco dado a especulaciones, le aconsejó de manera proverbial.
El éxito fue total.
No hubo más que llevar el reloj a reparar.
PD: Con el permiso de ustedes cierro este fin de semana. Abriré el martes.
Un conte ben contat i ben dedicat. Bon cap de setmana.
ResponderEliminarGràcies.
ResponderEliminarSalut
Pues, aquí, un servidor, que mucho me temo que ni reparando el reloj. Eso sí; seguramente para tranquilizarme, el fenómeno me da un margen que no va más allá de 20 minutos. Entre las 4:20 y las 4:40
ResponderEliminarUn abrazo, Ricard
EliminarMuchas gracias, Miquel, por esta dedicatoria. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarTodo es cuestión de cambiar las pilas, esto es algo que tenemos que hacer a menudo, si no lo hacemos nos quedamos parados como el reloj. Esto no ocurre con los relojes de sol, sin necesidad de pilas, siempre en funcionamiento excepto cuando el cielo está nublado.
Un fuerte abrazo.
Sabes que siempre te llevo presente.
EliminarLas gracias a ti.
Un abrazo
Salut
Hay que cambiar las pilas,antes de que se agoten.Normalmente cuando necesitas la linterna,están gastadas.
ResponderEliminarSaludos
Es necesario, cierto.
EliminarUn abrazo
Le Dan muchas vueltas a las cosas. Un beso
ResponderEliminarUn beso.
EliminarSalut
Miquel también nos ocurre a menudo, que vemos cosas que no acabamos de comprender, son cosas raras, nos hacen pensar, nos ponemos nerviosos y llegamos a creer que tenemos algún problema. Creemos que no las entendemos porque nosotros no funcionamos bien. Decimos: "este mapa me resulta incomprensible, debe ser cosa mía, que soy incapaz de entender un mapa", "Angelines no me entiende, ¿será que me expreso mal?"
ResponderEliminarBuscamos la causa de la incomprensión en nosotros mismos y seguramente sería más efectivo buscar la causa en la cosa rara o incomprensible; constatar que aquel mapa está mal dibujado y que Angelines anda corta de entendederas.
Abrazos.
Las explicaciones sobre ciertos temas de economía nunca las entiendo, pero no es que estén mal explicadas, no lo sé si están bien o mal, es que mi cacumen no es capaz de asimilarlas. Ya sé que no ves cine, pero me pasaba con ciertas películas, especialmente algunas de aquellas que llamaban de "Arte y Ensayo", esas que se proyectaban en cines grandes como mi sala de estar. Y hablando de ensayos, muchos ensayos tampoco los entiendo y he de enterarme de qué van en la solapa del libro o en la contraportada. Y de la poesía ni te cuento.
EliminarEn cuanto a los mapas, me pasa lo que a ti. Y, concretamente, los planos de edificios a veces no los entiendo, pero eso creo que es porque utilizan una grafía minimalista y muda, que queda muy estética pero no te indica el sentido de ascenso de escaleras ni por dónde se entra y detalles básicos así.
Abrazos
Me equivoco a menudo, Francesc, cuando todos vienen de frente el que va en contra seguramente soy yo.
EliminarLo bueno es darse cuenta del detalle.
Tengo la fortuna de contar contigo.
Cuídate.
Salut
Particularmente, Gran Uribe, no entiendo de casi nada, y de lo que creo que entiendo, resulta que hay quien entiende más que yo. Pero tengo la fortuna de que no me cuesta disculparme si me doy cuenta de que voy errado.
Me pasa como a ti, me cuesta mucho asimilar ciertas cosas, quizá porque mi cabeza es más dura que una piedra.
Un abrazo fuerte.
Salut
jajaja entre tú estupenda historia del pertinaz 4:44 y las explicaciones de FRANCESC,creo q habéis bordado está partitura a cuatro manos ...Humildemente creo además de todo lo dicho , q a veces necesitamos encontrar explicación a todo lo q nos sucede y ese intento es agotador..porque a veces existe y a veces no...No existen casualidades, sólo causualidades, pero no siempre es posible, ni siquiera necesario conocer la causa ; ) Eso sí, yo me tomaría una infusión, un baño calentito o algo q me ayude a q ese 4:44 se convierta al menos en un 8:88 ; ) Qué disfrutes de tus días donde sea q los disfrutes ;) Un beso grande y hasta el martes ..a eso de las 8:99 o 9:89
ResponderEliminarGràcies, María, intentaré recargar las pilas estos días.
EliminarUn beso grande
Salut
Pues estoy perdido.
ResponderEliminarO lo que quieres decir es que siempre buscamos la solución a cosas místicas y no a mas naturales de que el reloj este estropeado?, con lo cual ese reloj siempre marcaba las 4´44.
Estoy espeso y eso que me he levantado a las 8´45.
Nunca se como acabarán las narraciones, Anónimo, la dejo abierta para que tú pongas el final que más te agrade.
EliminarGracias por estar
Salut
jejej era una posibilidad.
ResponderEliminarAl poco tiempo de morir mi padre, allá por el 90 del XX, resultaba que muchas, muchísimas noches me despertaba a mitad de noche, y esto no era algo inusual, siempre uno o dos despertares he tenido.
Por aquel entonces tenía un teléfono bien clásico, uno negro de esos pesados pesados. Bien, pues me despertaba y escuchaba un "clic... clic..." y era el teléfono. Y eran siempre las 03:30. A veces despertaba tal que un minuto antes, otras era el "clic... clic..." que me despertaba.
Pensé que "telefónica" debía realizar "un algo" a esa hora y que mi teléfono lo detectaba. Era el mismo ruidito que cuando alguien descolgaba otro teléfono en la casa, pero eso en realidad no estaba ocurriendo.
Pregunté a la susodicha Compañía Nacional Telefónica de España y ellos no tenían constancia de que ocurriera nada en especial a esa hora ni en centralitas de barrio ni en ningún sitio.
Nunca lo descolgué,... ya digo, había fallecido mi padre hacía poco y tenía un presentimiento - irracional - que me aterraba.
Teléfonica me dijo que vendría a casa a ver que no hubiera ningún cable comprimido por alguna grapa ¡pero es que no ocurría más que a las 03:30!
Como el teléfono en cuestión lo había comprado en los Encants Vells hacía unos años y no era un terminal registrado por la Compañía,... dije que lo dejaran estar y acabé desconectándolo por la noche.
"clic... clic..."
podi-.
Lo del 4:44, Podi, es en parte broma y en parte verdad.
EliminarMe lo he tomado un poco a pitorreo, pero te aseguro que en muchas ocasiones miro el reloj y marca esa hora.
He hecho mil cálculos y otras tantas elucubraciones, pero nada de nada. Así que en la narración he optado por llevar el reloj a reparar.
No le doy más vueltas a las cosas, todo son especulaciones que no me llevarán a ningún lado.
Muy interesante tu experiencia.
Gracias
Salut
.
Yo no me despierto a las 4:44, por suerte. Me pasa más tarde, pero siempre bastante antes de que suene el despertador. Me quedo entonces intentando dormir sin éxito, pero sin necesidad de mirarlo adivino siempre dos o tres segundos antes el momento en que va a sonar ese simpático aparato.
ResponderEliminarAbrazos y buen fin de semana.
Jejejeje, sois amigos!!!
EliminarPrecioso cuento : tienes muchísima razón ;el que tiene un amigo tiene un tesoro...
ResponderEliminarPues ese reloj te sale más a cuenta comprarte otro que mandarlo a arreglar...
Esperando tu regreso a este rinconcito
Un abrazo Miquel hasta el martes
Un abrazo Bertha.
EliminarGracias por tu compañía
Salut
Hablando claro, por un motivo u otro, los mayores nos levantamos al menos dos veces en la noche buscando el orinal más cercano, como tardes nos meamos encima. Es la vejiga el reloj, que ya está floja. Vamos igual que los bebes. En mi caso al menos sobre las cuatro seguro. Hasta que llegue al pañal, sobre los 90 o 100,cualquiera sabe.
ResponderEliminarSaludos
Jajajaja mira que eres bárbaro.
EliminarSalut
Tener amigo o amigos es un don inapreciable. Quien los tenga debe estar más que agradecido.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Corroboro lo que dices.
EliminarUn abrazo
Gracias por tu compañía
La pregunta del millón, ¿a qué hora se levantaba?.
ResponderEliminarLa verdad es que no tengo ni idea
EliminarUn saludo
Salut
Se me olvidaba. Bien escogida la foto y el lugar: la calle Petritxol, y a la derecha la Sala Parés. Un lugar mítico, donde han expuesto grandes pintores a lo largo de su historia. Me alegro de que continúe "en activo", no como tantas de la calle Consell de Cent que se fueron al canyet.
ResponderEliminarOtro abrazo
Al final de la calle Petritxol, cerca de Portaferrissa, había una tienda de Bellas Artes, donde vendían todo tipo de pinturas para los pintores de pincel. Me gustaba mucho. Yo había comprado allí papel, pinceles y acuarelas. Se llamaba Rigol, creo. No sé si existe aún, porque hace mucho tiempo que no bajo por allí; sobre todo por evitar las Ramblas, que de entusiasmarme cuando era "más joven" han pasado a deprimirme.
EliminarEs una calle preciosa.
EliminarLa foto fue una casualidad.
Aún queda está sala de arte.
Menos mal!!!
La tienda,si mal no recuerdo,se llama(tendré que pasar, por si sigue),Piera donde recuerdo hace un montón de años ,mi mujer compró un caballete y material de pintura, que tuve que cargar sobre mi fuerte espaldas.
ResponderEliminarSaludos
Caso cerrado: No hace falta que pases por si sigue. Piera estaba en Cardenal Casañas 13 hace años, pero se trasladó en 2015 a Pintor Fortuny 21. La que estaba en Petritxol 17 era Rigol, que luego se trasladó a Consell de Cent 264, pero en 2015 cerró la persiana definitivamente. La señora del enlace, la pintora Pilar Perdices, fue cajera en Petritxol.
EliminarSé que no te gusta abrir enlaces, pero aquí están como confirmación.
https://www.thenewbarcelonapost.com/pilar-perdices-el-trazo-superviviente/
https://www.comerciospain.com/resultados2.php?a=227&prov=barcelona&pob=barcelona&n=10&orden=&pag=1
Después pusieron una casa de zapatos....
EliminarHay una parte del mecanismo del reloj masculino llamado próstata, no suele fallar en su precisión.
ResponderEliminarCierto, cierto...
EliminarSalut
Si me estrujo el cerebro,donde compramos el caballete era la plaza del Pino,al lado había una tienda de cuchillos,bisturis y esas cosas.Antes merendamos en una granja de aquellas de chocolate y plato de nata.
ResponderEliminarLa tienda aún existe, Car Res, la Solingen.
EliminarLa de pintura no lo sé seguro.
Me emociona la mujer ante la imagen de la santa -no sé si la Virgen- orando en plena noche. Todos necesitamos consuelo.
ResponderEliminarUna foto que siempre me ha hecho pensar, Joselu.
EliminarLa hice una noche de casualidad, me giré y vi esa señora rezando.
Saqué la cámara y le hice la foto.
Le tengo mucho respeto a esa escena..
Gracias
Un abrazo
Ocurre que esas calles,antes una delicia para el paseo ,ahora colmadas de turistas,imposible pasar con bici,así que hace tiempo evito el lugar.
ResponderEliminarSaludos
Saludos, Car Res.
EliminarLa gente práctica es muy aburrida, pero es la que hace andar el mundo :)
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