La ampliación del aeropuerto de El Prat

Cabecera de la pista que se quiere alargar vista desde el mirador de La Ricarda

Según La Vanguardia, el PSC está por la labor de la ampliación de la cuarta pista. Mi pregunta es sencilla, es sin barroquismo, simple y llana: ¿Cuál es el techo máximo?, ¿A dónde encontramos el tope para decir que hasta ahí, y no más porque no caben más vuelos ni más pasajeros?, ¿Dónde tenemos el tope?, ¿el límite de pasajeros, de operaciones diarias?

Este fin de semana llegamos a las casi 1.100 maniobras diarias. Dicen que serán rigurosos en lo del medioambiente y que tratarán con cariño la Ricarda, y me pregunto: ¿Cómo piensan lograrlo?, si lo que quieren es alargar la pista para que los aviones tengan más capacidad. ¿Y qué conlleva?, ensanchar los laterales a trescientos metros por banda y planificar en la largada una línea de planeo de otros trescientos metros, más los setecientos y pico metros de longitud.

Cierto que no se asfaltarán los trescientos metros por banda, pero se arrasará con lo que esté en pie, no puede haber nada en el campo de aterrizaje.

Dicen que si Madrid va por no sé que pista, pero no dicen que el territorio que hay en El Prat es el que hay, pues aquello era, y es, una laguna, no hay más, simplemente no hay más terreno, a no ser que quieran edificar sobre el mar (que también está en proyecto).

Sigo con mi pregunta: ¿Cuál es el límite para conformarnos de que no se puede ampliar más y se vaya pensando en Girona y Reus como una alternativa viable y lógica?

La 025L tiene que llegar a la misma altura que la 025R, por lo que todo lo que ven de verde, de laguna, de flora y de fauna, será desecado, dado que no puede haber nada que obstaculice un aterrizaje.  La pregunta es: ¿Cuál es el límite?, ¿A dónde el tope del llamado crecimiento del aeropuerto?, ¿Con cuántos pasajeros y vuelos al día diremos que ya hemos llegado al techo máximo? Ni lo saben, ni tiene esto un fin, porque no hay límites. 

Hasta que colapse.

La Vanguardia: 3 setiembre 2024.

El presidente catalán tiene especial interés en poner en marcha esta ampliación para que Catalunya “no pierda oportunidades”, algo que quedó en el tintero en la pasada legislatura tras la negativa del Govern de Esquerra y Junts a aceptar una ampliación a costa de parte del espacio protegido natural que envuelve la infraestructura. El Gobierno central suspendió el proyecto ante la falta de apoyo de la Generalitat, por eso, con la llegada de los socialistas a la Generalitat, la ampliación del aeropuerto gana opciones.

El PSC ha apostado siempre por los planes del gestor aeroportuario Aena: alargar una de las pistas y construir una nueva terminal satélite. En total, se habla de unos 1.700 millones de inversión que correrían a cuenta del Estado. Y es que mientras el aeropuerto de Madrid-Barajas, que ya encara su enésima ampliación con una inversión de más de 2.000 millones, la renovación del de Barcelona sigue en el diván.

Illa garantiza “criterios de máximo rigor medioambiental” en el diseño de las propuestas de ampliación

En el acuerdo con ERC para la investidura de Illa se hace mención a este proyecto. En él se recoge la necesidad de que el aeropuerto "gane capacidad con nuevas conexiones intercontinentales de largo radio” y “determinar las características del futuro sistema aeroportuario catalán”.

Para superar las reticencias medioambientales que republicanos y comunes han señalado en este ámbito, en el pacto se fijó un sistema de control de las emisiones, estableciendo un máximo anual que no podrá superar el actual. También se establece específicamente la necesidad de “respetar la biodiversidad, la convivencia con los vecinos, las directivas ambientales europeas” y poner “especial cuidado” en la preservación de los espacios protegidos, como La Ricarda, la laguna hacia la que se pretendía alargar la tercera pista del aeropuerto.