No tengo idea de batracios; de anfibios, poco; de ranas en charcas, algo.
Les presento la nueva promoción de Montjuïc. Algo espectacular. Les llaman ranas de Sant Antoni. Reconozco que, en mi niñez, todas eran iguales, y además, no había "ranos". Todo eran ranas.
El estanque que he visitado, en la recta de Montjuïc, al lado del estadio de fútbol, en donde he encontrado la nueva generación de las ranas de Sant Antoni, me ha permitido recordar que solo quedan presentes los buenos retales que la vida me ha proporcionado. Los malos, afortunadamente, se han escabullido entre las rendijas del tiempo.
Las ranas son especiales, prueba de darles un beso a ver si te sale una princesa o un príncipe, que eso no sé cómo va, De hecho mejor una rana que un sapo, y mira que de estos nos tragamos a lo largo de nuestra vida unos cuantos.
ResponderEliminarSalut.
jejejeje...de sapos, muchos, muchos nos tragamos...y tanto
EliminarSalut
Impresionante, Montjuïc ofrece una gran variedad de elementos y sorpresas.
ResponderEliminarAbrazos
Es el vivero, al lado del estadio, pero también, en estas fechas, las podemos encontrar en el parc Jacint Verdaguer, justo en el funicular. Allí, en las bassas que hay, y de esta especie, la de Sant Antoni, las ranas proliferan.
EliminarSalut
No te habrás liado Miquel con el nombre.., Igual quizá quisiste decir Pedro el rana.
ResponderEliminarPero hay muchísimas mas ranas
Hay tantas ranas, Anónimo, que ya no se sabe que nombres ponerle.
Eliminarsalut
No me gustan las ranas,ni siquiera sus ancas fritas.No sabes lo insoportables que son con sus sonidos en las noches de verano.
ResponderEliminarYa te tienes que rascar los bolsillos y le compras petardos a tu nieto,que se acerca San Juan
Saludos
A mí, particularmente, me traen buenos recuerdos, de cuando íbamos en busca de ellas, con un fracaso total, por cierto.
EliminarNo me gusta comérmelas, y dicen que son exquisitas, pero no lo sé porque jamás las he probado.
Sobre los petardos decirte que no soy consumidor, pero que sí, que me habré de rascar la butxaca, eso seguro jajajaja.
salut y buena bici
Entre estos animalitos saltarines y los botarates del Parlament, me quedo con los primeros. Creo que comen larvas de mosquitos y otros drones biológicos. Los otros, los botarates, nos comen a nosotros.
ResponderEliminarRecuerdo que cuando estuve en tierras sudamericanas, la gente, los autóctonos del interior, cuando veían un sapo, lo respetaban, y enseñaban a los niños a no molestarlos, pues era signo de que allí no habría insectos, dado de que estos batracios se encargaban de eliminarlos, y a fe que lo conseguían. Me daban mucha angustia aquellos animales, pues son feos de narices, pero al final te acostumbras y los ves saltar y deambular, pero nadie los toca. Y si están, de seguro no hay una sola cucaracha.
EliminarLos botarates están ahora peleándose por el sillón.
salut
¡Qué resultonas quedan estas ranas entre los nenúfares, también llamados lotos! La rana tiene una leyenda mágica, es un animal que nos suscita simpatía y fascinación cuando lo descubrimos entre las flores acuáticas. Salut.
ResponderEliminarMe quedaría horas mirando sus saltos. Tal como dices: son mágicas.
EliminarSalut
Se me viene a la mente, "la prueba de la rana", que era un cachondeo en las películas españolas. Se inyectaba orina de una posible embarazada en la piel de una rana y si el batracio ponía huevos, la mujer lo estaba, con una seguridad del 100%.
ResponderEliminarSaludos.
Lo recuerdo en alguna peli del López Vázquez, creo. Pero yo pensaba que si la rana moría, o algo así. La verdad es que no sabía bien lo que le tenía que pasar.
EliminarMétodos infalibles, por lo que se ve.
Salut
Claro, una meada de una embarazada, tiene suficiente hormonas para iniciar la fertilidad de un animalito y que ponga huevos, je, je, que cosas
EliminarSaludos
Lo comprendí mucho después, pero de niño no tenía ni idea.
Eliminarjajaja y aquel método era famoso...ya lo creo
Salut
Que bonitas
ResponderEliminarimágenes, y
que lástima
no escuchar
sus cantos
como antes,
con esta
sequía, no
hay manera
de que se
recuperen .
Ha habido una especie de plaga que las ha diezmado, Orlando. Ahora se recuperan, y la sequía no ha ido tampoco nada bien.
EliminarVamos a ver si todo vuelve a la normalidad, que falta hace.
Un abrazo y gracias por pasarte
salut
No conozco ese estanque que, por el enlace, está situado en los Jardines Ramón Margalef, que tampoco he visitado. Y mira que he pasado veces por allí. Incluso en una ocasión me tomé una cervecita con patatas chips en un kiosko que hay entre el Estadio y las piscinas. Dejé el coche aparcado en la avenida, con tan mala fortuna que no vi un cartelito que señalaba que en ese sitio exacto estaba prohibido. Al volver del kiosko se me había llevado el coche la grúa a un depósito que está por el Escorxador. Tuve que pagar grúa y multa. Total trescientos euritos. Se me pasaron las ganas de volver por allí.
ResponderEliminarPero visto lo que muestras, iré un día de estos. Me encantan los nenúfares y si hay ranas, miel sobre hojuelas. Los que conozco muy bien también en Montjuic son los de los estanques del jardín Jacinto Verdaguer, con este aterrazado que me encanta.
https://estatics-nasia.dtibcn.cat/nasia-pro/media/2016%2C01%2CAZ8Q0367.jpg
Un abrazo.
Son de la misma especie, Gran Uribe.
EliminarPuedes coger el metro hasta Plaza España y de allí el 150. Son los viveros de siempre, pero que ahora están acondicionados.
Aquello lo conozco bien. Te dejo el enlace de lo que nosotros, los barraquistas, utilizábamos como piscina:
https://www.google.es/maps/@41.3657713,2.1503738,114a,35y,358.7h,48.43t/data=!3m1!1e3?entry=ttu
Estaba casi enfrente de los viveros, donde está las ranas, pero estas tienen poco período de vida, al menos allí, dentro de un par de meses ya marchan a hibernar y se acabó el croar.
Son un forofo de los estanques que nos has dejado.
Un abrazo
Miquel, que yo sepa las ranas no migran, pasan el invierno muy quietas en las charcas escondidas y calladitas, hasta que vuelve su alimento, los mosquitos y bichitos
EliminarSaludos
Sí, sí, era un decir. En cuanto viene el fresco ya se esconden. Lo que sucede, y es curioso, es que habían disminuido en cantidad estos años. También aquí, en el delta del Llobregat, que años anteriores a la llegada del calor ya croaban y ahora cuesta de verlas porque no hay en la cantidad que las ha habido.
EliminarSalut
Yo pienso en más de uno, Tot, que nos ha salido rana, pero que muy rana. Bonitas estampas de un estanque, gran Tot, como siempre, tu ojo se posa en los lugares donde la ciudad descansa de sí misma. Un abrazo.
ResponderEliminarPero que muy rana...
EliminarUn abrazo, SERGIO.
Gracias por pasarte