A la pregunta de si yo era portador del lazo, decir que nunca lo he llevado, siempre pensé que las ideas y las esperanzas están en el cerebro, y no en signos externos.
A la pregunta de si el relato es cierto o es una invención. Es completamente real, salvo los nombres y los pisos.
A la pregunta de sí domino o no el catalán, contestar que me comunico en catalán con mis nietos, y con todo aquel se me dirija a mí en el idioma; y en castellano con mi hijo y mi mujer.
A la pregunta de si soy catalán, aclarar que de las chabolas (barracas) de Can Valero Petit, (montaña de Montjuïc). Barcelona.
Dando explicaciones al futuro... |
Ni iba del todo equivocado, era de la gestoría.
Lectura de corrido. Una corta parrafada entre saludo y despedida para anunciar el nuevo cambio de presidente en la próxima reunión de vecinos, el orden del día y los temas a tratar.
No hacía mucho, el presidente saliente, ya había dejado caer la sustitución en un encuentro fortuito dentro del ascensor: -! El siguiente eres tú¡, me había dicho en tono imperativo, sin margen de respuesta.
Hacía cinco meses escasos de aquel veintisiete de octubre; estábamos a principios de marzo del dos mil dieciocho y todo aquello que debía ser significativamente igual se había vuelto diferente.
Como en años precedentes, la hora de la reunión fue las siete de la tarde, en el portal de la entrada.
Era costumbre que, o bien por afinidad de edad, o bien por rellano, los vecinos presentes hicieran su pequeño grupo dentro de lo que era el conglomerado de la reunión.
Esta vez no fue así.
En la práctica eran veintitrés los citados, de los cuales asistieron quince. Algo común según las estadísticas de otros años. Lo que no era usual fue que la Sra. Paquita, del tercero segunda, con un ostensible lazo amarillo en la solapa, se pusiera al lado del Sr. Joan, del sexto primera, con distintivo similar y se acompañara a su vez con Vicente, el joven del quinto tercera. No había sucedido en otras ocasiones.
Al otro lado de la entrada se acomodaron la Sra. Cármen, del segundo segunda, el Sr. Tomás, del tercero tercera, el Sr. Ramón, del cuarto primera, y el Sr. Pablo, del ático, y los sueltos, que no manteníamos relación con nadie y estábamos a la espera, tensa esta vez, de que el gestor, el Sr. Torruella, empezara la reunión.
Lo hizo dando un bona tarda general. Hubo las respuestas de rigor. El gestor comenzó por dar alta de la cita y no llevados tres minutos se produjo el primer, y único incidente del que fui testigo: El Sr. Pablo dijo que él no tenía inconveniente en que la reunión se diera en catalán por parte del administrador, siempre que se repitiera en castellano, bajo el argumento de que pagaba las cuotas como los demás, y había dos idiomas oficiales, todo esto mirando significativamente al grupo del lado opuesto. A lo que la Sra. Paquita dijo que no, que no estaban para repetir las cosas, que lo lógico es que el que vivía en Barcelona debía imperiosamente entender el catalán, y en referencia al Sr Pablo, que ella sabía muy bien que él lo comprendía.
Fue en este momento, cuando los vecinos que aún no habían tomado partido, se alinearon con la causa que creyeron oportuna, de tal manera que los solitarios confraternizaron bien con un grupo, bien con otro, salvo la Sra. Pilar, mi vecina de rellano, y yo, y sin pensarlo dos veces le comunicamos al gestor que nos mandara el acta de la reunión, que aquello no era de recibo y que aceptaba, ya de antemano, ser presidente porque así lo confirmaba el turno anual.
Para las Navidades no hubo el abeto que se ponía anualmente en la entrada, ni guirnaldas en la portería, como se venía haciendo casi ya de rutina; dejaron de producirse las escenas donde la comunidad se daba los buenos días afectuosamente; si por cualquier motivo se producía algún encuentro, este era siempre rápido, suspicaz, y el mero hecho de portar la insignia o no llevarla hacia incómoda las relaciones. Relaciones que tiempo atrás habían sido fluidas, incluso amistosas, pero que se habían roto de tal manera que todos se culpaban de los deterioros de la convivencia.
El ascensor era evitado para subir conjuntamente, y sólo lo hacían si la persona era de postulados similares.
Todo el mundo se posicionó, unos con las insignias propias en la solapa, los otros por no llevarlas.
Jamás, y hasta la fecha, y a pesar del tiempo transcurrido, aquella escalera volvió a ser la de antes, y son acertadas, al menos para mí, las palabras que escuché a un exministro en una disertación actual sobre el tema: "Nada es lo que fue"
Hola Miquel:
ResponderEliminarHe leído primero el post de tu amigo Francesc, y después el tuyo, interesantes los dos, pero van al mismo meollo.
A estas horas, mis horas, con un horario algo raro estoy pensando en ambos temas.
En Barcelona, en 42 años que viví, pasaron muchas cosas con vecinos, la verdad es que me quedé muy harta de ellos,cuando me vine a Sabadell, ya tenía en mente no ir a una comunidad de vecinos por todos esos problemas...Llevo aquí un año y medio, y esos temas ya no los tengo, lo tenía muy claro, en ese particular estoy muy contenta.
Cuando eres mayor y has vivído de todo en la vida,solo queda vivír tranquilo y que no te molesten con tonterías de toda índole.
Ni nada es lo que fué, ni volverá a serlo.
Y que un gobierno no sea corrupto, durante 50 años, tampoco se logrará jamás.
No es que sea negativa, es la realidad y así lo asumo.
Abrazos y bon dia a tod@s.
Bon día ¡
EliminarHan pasado cinco años y todo parece que ha cambiado, pero sólo es eso, apariencia. Es una herida sin cerrar. Por otra parte, fíjate lo que son las cosas, de esa escalera y en ese tiempo, han muerto tres personas y dos nos hemos ido de allí. De esas cinco puertas, tres son alquilados para pisos turísticos, uno es una pareja mayor que no quiere saber nada del tema y otro, creo, es alemán. Hace cinco años, en la fachada habían tres esteladas y cinco catalanas, hoy sólo queda una estelada en el primero.
Eso indica, MTrinidad que todo ha tomado otro cariz, no sé si mejor o peor, pero sí diferente.
El ser humano es corrupto por naturaleza, y necesita de atarse corto, MTrinidad, por eso es bueno que no se esté tanto tiempo en el poder, porque todo se corrompe.
Un beso grande y buen día otra vez
A l'escala de casa, de la que soc el president honorari perquè ningú ho vol ser, només parlem català la Teresa i el seu noi del 1.1ª i nosaltres. La resta parlen castellà. I a més a les reunions d'escala, com 5 pisos són de lloguer, som quatre gats. No hi ha, doncs, conflicte. De fet, al seu dia i en aquest barri de llaços grocs pocs s'en veien. Salut.
ResponderEliminarLa gent, amb el temps, es va tornar a saludar, Francesc, però ja no va confraternitzar com abans. D'altra banda les estelades i banderes han deixat de posar-se, les persones s'han avorrit, i crec que s'han adonat que tot va ser producte d'uns interessos determinats, i que el fet utòpic era, és, un impossible perquè ningú a escala internacional dona el seu suport a una causa com aquesta, en un país gairebé federal, que és el que som.
EliminarAra falta que les empreses retornin i que la confiança torni una altra vegada.
Es trigarà algun temps.
Salut
Yo ante estos conflictos me hago la pregunta pertinente: ¿Quien gana generando este clima? y no digo la respuesta porque la sabemos todos. En el resto de España se esta viviendo un clima similar entre la supuesta izquierda y la supuesta derecha, los protagonistas son personas que en sustancia no son de derechas ni de izquierdas, la inmensa mayoría, pero el clima de tensión beneficia a mucho sinvergüenza que para mantenerse en el poder o para acceder a él le gusta crear un ambiente tensión y cuando no recuerda agravios antiguos crea unos nuevos.
ResponderEliminarUn saludo.
A mi, ya ves, Daniel, esto me recuerda a la Argentina. Te explico. Allí se formó un partido llamado Justicialista. Tenía un programa similar al socialista, punto arriba, punto abajo. Pero Perón quiso hacerlo a su medida hasta llamarlo partido peronista.
EliminarHoy no existe el programa socialista allí, es simplemente peronista. Y esto, a grandes rasgos, está pasando aquí, la palabra sanchista la ponen siempre al lado de la palabra progresista y la palabra socialismo se está quedando olvidada, en la estacada, con todo lo que representa.
Es un dato a tener en cuenta.
Un abrazo
En mis paseos con bici por Barcelona, ahora acompañado por mi nieta, la verdad es que han desaparecido las banderas de los balcones, queda algún seudo altar escondido, lleno de lasitos de plástico, supongo de los dogmáticos que en todas las ideas hay, como pasa con el calentamiento de la Tierra(que no dudo, por eso voy en bici ) .
ResponderEliminarEn cuanto al trato de los vecinos, no me afecta porque nos evitamos, cuando nos vemos, cada vez observamos que estamos más feos y más viejos. Las "lagunillas" en las conversaciones, cada vez más evidentes.
P.D=termino granadino, en que no recuerdas nombres propios y comunes, conversando. Todo un martirio. Con la edad se acrecienta el fenómeno,por desgracia.
Saludos.
Si, cada vez se ven menos. No sé cómo acabará la cosa, pero sé que ER tiene menos de 9.000 socios, de los cuales más de 1.000 no pagan carnet, y de los cuales más de 4.000 tienen cargos de representación, ya dice lo que les está pasando.
EliminarLa gente está desinflada.
No mires a los vecinos...siempre te dirán que te ven más viejo...pasa de largo ¡¡¡
Un abrazo
Es increíble que sucedan cosas como las que has relatado, y es que efectivamente así son y así suceden. En el caso que tú al manifestado pues parece ser que fue por un punto de vista distinto dialectal, o sea de idioma, y a la vez de fondo probablemente un trasfondo político. Cosa a ello todo sumamente lamentable estos enfoques que a nivel individual debieron dar igual. Y lo cierto también es que en muchas comunidades de vecinos, suceden cosas parecidas pero con diferentes detonantes. Y nadie se preocupa luego de arreglar situaciones que quedan así tensadas para siempre. Qué bello es vivir en sitios donde todas las personas pudieran llevarse bien. Pero lo que has descrito sucede en muchas comunidades de vecinos también en la propia Mallorca. Y lo sé porque he vivenciado cosas parecidas, y sucedidas por los más variados motivos.
ResponderEliminarPues es tal como lo he relatado, con pequeñas variaciones, pero poco más
EliminarY te doy la razón, J.S.Vila, sucede en muchas comunidades.
Un abrazo.
Gracias por estar
Un relato más crudo y desconcertante de lo que había pensado. Refleja el verdadero cisma cotidiano que se vivió en Cataluña. Por lo que te he leído parece que esa fiebre se ha atenuado, aunque nunca se sabe si rebrotará con la misma virulencia. Lo que sí he observado en otros lares, es la incapacidad de debatir y lo que definen los sociólogos como un mundo binario. Negro o blanco,que han promovido en algunos casos los que proclaman la pluralidad. Se produce no obstante en ambas direcciones..En lugar de entender, se cosifica al que opina diferente. En fin,tremendo. Aunque no haya censores de ternos grises, pueden asaltarte con etiquetas para silenciar tus razonamientos. Muchas gracias por compartir tu experiencia, Tot.
ResponderEliminarTal como fue, con ligeras variantes, Sergio.
EliminarPor otro lado te pido disculpas, pues he tocado, no sé qué del lateral y ahora he de fijarme en las entradas, hasta que vuelva a ponerse todo a la normalidad, dado que no se me actualizaban. Creo que lo he arreglado, pero no me fío de mis conocimientos, así que estaré ojo avizor.
salut
Amigos y colaboradores en mis salidas de montaña no existen desde aquella época y cuando hemos coincidido ha habido una evidente incomodidad.
ResponderEliminarYo siempre dije que los no lazados deberíamos haberlo llevado todos, como moda y declarando públicamente que solo lo llevaríamos como moda, diluyendo a los que lo llevaban como declaración de principios; que buscaran otra cosa, que la encontrarían fijo.
podi-.
Me escribieron diciendo algo parecido en una escalada y por poner la bandera o no, y se ve que cuando hicieron cima la cosa se deterioró, pues había gente que no quería para nada la estelada y otras que si.
EliminarUn abrazo