La primera medida: subirse el sueldo.

En circunstancias de enfado, de incertidumbre, de malestar con la política, se suele decir: "Todos los políticos son iguales"

En unos momentos de inflación, de sequía en el campo, de carestía generalizada por los problemas de una guerra cercana, el pueblo "llano" lo está pasando mal, muy mal, aunque nos digan y demuestren que la macroeconomía va bien, porque desde luego, el dueño de la Damm, el amo de Zara, o los beneficios de "los diez" de la banca, así lo indican, todos sabemos que las hipotecas se nos han puesto, como mínimo, a 250 euros más al mes, o sea, la microeconomía, la de la nevera de la cocina, la que tocamos, la economía casera, vamos, esa no va bien.

El problema filosófico no es tanto que lo que uno crea sobre la actuación de los políticos y su proceder en general sea verdadero o falso, sino que las ideas forman parte de los pensamientos, y estos se representan, independientemente del líder circunstancial, en función de su signo. Desde mi visión, la gente en Barcelona, en su mayoría, ha votado un signo, o sea, un significado, unas señas de identidad, en definitiva, ha votado "obrero". 

Y eso es lo que deberían haber visto los que se han subido el sueldo como primera medida.  

Vivimos en una sociedad de consumo, temo que nos hayan vendido un producto rotulado con unas siglas (un signo), que en su tiempo fueron representadas por el mejor alcalde, un estadista, que no un político, que ha habido nunca en Barcelona, el señor Pasqual Maragall.

Quien ha salido elegido porque ha votado ese signo, no olvidemos el detalle, vista su maniobra inicial, a su entender lo prioritario no es la inseguridad en Ciutat Vella, o los narcopisos en El Raval, o el mingitorio perenne que parece se ha convertido la ciudad, o la escasez de pisos sociales, no, es su sueldo de 8.333 € al mes, con coche y chofer pagado con vigilancia incluida.

Creo que han estropeado el signo, que lo han equiparado al resto coetáneo, y creo que con este acto nos demuestran que iguales, iguales, no son, pero que cada día que pasa son más semejantes.