Cápitulo XVI
En las barracas los Reyes Magos siempre fueron díscolos.
Traían poco, de una talla mayor, y generalmente sin la envoltura que denotara que lo que uno se iba a poner no hubiera estado ya utilizado. Pero los chavales éramos agradecidos. Todo nos parecía nuevo, y sino, lo disimulábamos tan bién que hasta nuestros padres, quien los tuviere, pensaban que nos habían engañado.
Siempre fuimos viejos de pantalón corto.
Ya sabíamos quien eran los culpables que montaban en los borricos en la primera semana de enero, cuando lo que habíamos pedido ya estaba señalado en papel de estraza. Los dos del Tio Genaro y uno del Talabartero,
Y tampoco nos importaba que en vez de camellos, nuestros Reyes vinieran en La Torda, la Lenta y Relincho, porque era bien sabido que los animales del África poco podían con el frío reinante. La cuestión es que vinieran con algo debajo las alforjas. Lo que fuera.
Ni a la Azucena, ni a su hermano El Grabao, ni a Pata Palo, ni a Mochuelo, ni a mí, nos trajeron jamás lo deseado.
Con el tiempo supe que no fue por exceso ni por defecto, fue por escasez.
"No pidaís mucho, que hay muchos niños " era el relicario que ya empezaban a recitar los mayores un mes antes de enero.
A Mochuelo le pusieron cupo: "No más de tres cosas". A Pata Palo le dejaban que escogiera uno entre los varios que había escrito; a la Azucena y a su hermano, El Grabao, sólo un par de cosas por cabeza; a mi, lo que el Rey negro propusiera.
Se dio siempre la circunstancia de que el Rey negro era el más pobre de los tres, y por más que protesté a mi madre y le hice ver que también habían los otros dos, jamás me fue revocado el que me tocó.
Tampoco supe nunca en que sorteo, ni de que forma me fue otorgada la suerte del dichoso Rey, por otra parte patoso, porque era el que más hacía reír a lomos de Relincho, y el que daba menos aire de credibilidad al espectáculo.
Todo me hacía dudar, menos los caramelos. Esos eran reales.
El menguado botín que aparecía a los pies de la cama al día siguiente, mitigaba al menos el trajín de la tarde anterior.
No había el soñado Mecano, pero en su lugar, y porque el Rey negro sabía que me hacía falta, un sueter de color verde botella, extremadamente largo de mangas (porque sabía que tenía que crecer), y unos guantes de lana que parecían los dos de la misma mano. Mi madre lo arreglaba diciéndome que le diera la vuelta a uno de ellos.
Ante mís quejas, siempre salía la respuesta de que me habían traído una cosa que no había pedido, y que no me quejara, que habían niños a los que no les habían dejado nada.
Y eso era la otra cosa que no entendía. Si los Reyes eran buenos y lo sabían todo ¿porqué ese reparto tan poco solidario?
Tuve la fortuna de enterarme un año después.
Me quitó de un cargo de conciencia, y pasé de la esperanza al desengaño.
Con el tiempo, y al ver la tarde de alegría en el poblado, hasta a mí me parecieron los camellos más bellos del mundo, montados por los Reyes más amables del Universo.
Y fui más niño entonces que lo que había sido hasta el momento, siendo partícipe del cuento y protagonista del engaño.
Fue Mochuelo el último en enterarse de que los Reyes eran el final de la niñez, pero ni Azucena, ni su hermano El Grabao, ni Pata Palo, ni yo jamás se lo tuvimos en cuenta.
Él esperó su Mecano hasta dos años más tarde. Tampoco le vino.
Si lo hubiera hecho, hubiéramos vuelto a creer en ellos.
Mientras sean
ResponderEliminarmagos y no
eméritos .
Cuando leí está preciosidad de novela/cuento lo q sea, pero mágica , pensé...ya quisiera Delibes que su Camino fuera la mitad de bueno q esto . De verdad verdadera. Daniel, el mochuelo eres tú, mi querido Miguel, y el resto, tú pandilla en esta noche de Reyes en la q un poquito perjudicada, pero feliz ; ) te dejo mil besos y aún sintiendo que has tenido una infancia muy muy dura, tb bonita y una madre, que lo cura todo con su razonamiento doméstico práctico, resolutivo y con esa mirada deliciosa de quién siempre se consuela y consuela, porque lo q lo q hay , es lo q hay y no hay más.
ResponderEliminarUn beso enorme como tú y muy muy feliz noche de Reyes .... republicanos de África y Asia meridional ; )
No se si a Delibes, pero a Paco Candel li hauria encantat la teva novel·la. Jo crec que no ets conscient de lo autèntica que és. Per més inri, el rei negre que et devia tocar debia ser pintat, oi?
ResponderEliminarSalut.
Hay eméritos que son magos, ORLANDO, hacen desaparecer dinero y no se sabe como
ResponderEliminarSalut
👍👍
EliminarMARÍA, en realidad uno no sabe que lo pasa mal hasta que puede comparar, así que mientras fui pequeño y no conocí otra Barcelona, no comparé. Pero hubo, y me consta que sigue habiendo otras Barcelonas.
ResponderEliminarGracias y buen día de Reyes ¡¡¡
Ja saps, FRANCESC PUIGCARBÓ, que sóc una persona agraïda. Hi va haver darrere una persona que sense ella mai hagués escrit res, Francesc Cornadó. Una altra que també em va insistir perquè va dir que hi havia filó, Albert Tugues; una persona que va deixar com a director de la pàgina de Cultura del diari que dirigeix (Punt Diari)i que és David Castillo, que es fes una ressenya de dues mil paraules sobre el llibre; i una companyia mexicana de teatre (El Solar) que la va representar a l'Estiu al Grec adaptant el seu guió i que fa que es vengui molt bé a Mèxic i Colòmbia.
ResponderEliminarTambé les gràcies a l'Ajuntament de Barcelona perquè a la xarxa de Biblioteques va adquirir onze exemplars per a la seva secció d'història local.
Se m'ha demanat una segona part, però se que mai segones parts van ser bones, i que soc un ocell de vol curt.
El rei negre era un antic conegut, pintat de betum que donava més pena que glòria i que sempre es cabrejava perquè s'havia d'enxanir per treure's tot aquell engruix de la cara ¡¡¡
Salut ¡¡
Era lo normal,lo que cuentas,en los años cuarenta,que los Reyes Magos no pasaran por muchas barriadas de Cordoba.Fui afortunado una Navidad,con un caballo de cartón, que me dio un susto dev espanto,por su tamaño,luego resultó que tenía las piernas tan flojas,que no aguantó mi peso y se rompió las piernas.Pero,lo bueno vino después cuando con gran placer,lo fui rompiendo,era de papel de prensa con engrudo de harina(pegamento de los juguetes de entonces),no lo he olvidado.
ResponderEliminarQue te traiga salud,los reyes,este año.Dinero no te deseo,que la cosa está difícil.
Aún mis nietos,hasta los que ya tienen novia,esperan con ilusión lo que les traigan los magos,se lo creen y yo no los desengaño.
Pues claro, CAR RES, la ilusión es lo que cuenta y los detalles nunca están demás
ResponderEliminarEl engrudo se hacía con harina y agua y pegaba de lo mejor.
Por el dinero no me preocupo, sólo hay que saber hasta donde se llega y en eso soy ducho. La salud es harina de otro costal, eso si, y cada vez que me acerco al médico siempre lo hago con el rabo entre las piernas, a ver que es lo que descubren esta vez, me digo.
Por lo demás, sino entramos en detalles, todo perfecto
Un abrazo y salut mil veces para ti y los tuyos
Miquel, cuando leí ese texto me quede impresionado, era la mejor descripción de un lugar y unos tiempos que había visto.
ResponderEliminarLas sombras proyectadas por la luz de aquel día de Reyes también estaban equivocadas en Montjuïc y con aquel frío tan terrible de pantalones cortos, un frío que parecía ser del cuerpo pero era de la propia existencia en aquel lugar y tiempo.
Un fuerte abrazo.
Francesc Cornadó
Amic FRANCESC CORNADó, ya sabes que eres una de las personas que más me han marcado. Estar a tu lado es aprender. Eso no tiene precio.
ResponderEliminarUn abrazo muy grande, de aquellos que dejan marca.
Salut ¡
Siempre me pareció tu relato emotivo y bien construido. Y lo agradecí siempre.
ResponderEliminarCuando uno cuenta una historia esta debe emocionar e involucrar al lector, creo yo. En este caso se nota que uno habla de lo que conoce, de sus recuerdos y sus emociones. Para ti, supongo, es como mirar tu vida pasada como espectador con la mirada lúcida de quién sabe que eso pasó y no se va a cambiar, fue así, ese era yo y ya está, sin más, sin menos. Se transmite el sentimiento y se agradece la falta de autoflagelación y el victimismo.
ResponderEliminarUn saludo.
Un pasaje emocionante de tu relato, que recuerdo muy bien. Nada más apropiado que volverlo a traer en un tiempo en que el problema es el exceso. ¡Qué poco podías imaginar entonces el futuro para un hijo o un nieto tuyo! Ellos sí que podrían tener las cosas que deseasen. Feliz día, Miquel.
ResponderEliminarSalut, FACKEL.
ResponderEliminarGracias
No tiene más, DANIEL F. Ni muchas más pretensiones. Aquello fue, como lo es hoy, no lo dudemos, en esta Barcelona (y otras grandes ciudades, lo intuyo, pero que desconozco) con sus periferias.
No, no hay flagelo, en realidad no nos dábamos cuenta porque se desconocía que habían otras cosas, y nadie desea lo que no conoce, además, chico, ¿qué quieres que te diga?, me valió de mucho para la vida posterior.
Un abrazote y no pongas gaseosa al Rioja, !que los de Burgos no teneis sentimientos con el vino¡
Salut
Hola bon dia Miquel:
ResponderEliminarMi recuerdo más entrañable fué que la noche de la cabalgata me fuí detrás de ella y me perdí y me encontraron no se como en una casa que yo estaba muy bien comiendo chocolate.
Y me regañaron por irme yo sola detrás de los reyes, aquí en sabadell, donde he vuelto y en mala hora lo he hecho...Pero así es la vida.
Mil abrazos por tu historia siempre es muy grata leerla de nuevo.
jajaja, esa es buena, JOSELU, cierto. El exceso, ese es el problema, si señor.
ResponderEliminarNo, no lo podía imaginar, cierto.
Comparto el deseo de felicidad, también para ti.
Salut ¡
Uno se acuerda de lo que sucedió hace años y sin embargo se olvida de lo que pasó la semana pasada, MTRINIDAD, a mi me pasa algo similar.
ResponderEliminarVaya, suponía que te estabas habituando en SaBadeLL, no se, sólo suponía porque a ciencia cierta se que cuesta habituarse a un nuevo páramo.
No me pone contento la expresión "en mala hora", ya llevas casi un año, supongo debes extrañar ciertas personas o relaciones habituales allá en Barcelona, pero creo que también encontrarás de nuevas y que tendrás oportunidad de coger el tren de la generalitat y de acercarte a compartir impresiones con tus amistades.
A ver si todo vuelve a su cauce normal.
Un beso muy grande.
Siempre fuimos viejos de pantalón corto.
ResponderEliminarMe encanta. No se puede decir más, con menos.
Una abraçada, NOXEUS
ResponderEliminarSalut ¡
Salut, ORLANDO ¡
ResponderEliminarEse es el Miguel que yo conocí cuando entre en este mundo de los blogs; me encantaba cuando contabas tus vivencias.Y por eso siempre has sido un viejo de pantalón corto como defines ahí esos niños de aquellos años duros.entre ellos mis padres también.Por eso hoy que te toca a tí representar la otra parte y entiendes y mucho lo que supone ser mágíco de vez en cuando...
ResponderEliminarSe han portado bien supongo y menda estoy encantada por lo menos he recibido lo que más valoro una palabra amable.
Feliz ratito ya se van apagando las luces de este escenario querido Miguel y a seguir con el día a día, yo haciendo la lista de la compra para mañana jajaja.
Un abrazo
Un beso grande, BERTHA, gracias por pasarte por aquí. Uno cada vez tiene un poco menos de fuerzas, pero de momento resistimos los envates.
ResponderEliminarMe alegro por las palabras amables que recibes, te lo mereces.
Gracias otra vez
Salut
Los Reyes podrán ser Magos, pero no Virtuosos. Discriminan a los niños según el estatus social de los padres.
ResponderEliminarPor eso y por mil razones más, la mayoría de los países dejaron de ser Monarquías...
Saludos cordiales y Buen 2023
Recuerdo muy bien tu libro, es de esos que se viven, porque te dejan huella.
ResponderEliminarTambién yo seleccioné este fragmento de los Reyes para cerrar mi comentario en el blog, me pareció brillante.
Salut, querido Miquel.
Pues sí, los Reyes, los de los regalos a centenares de miles, tienen ese lado triste en muchos niños, como a aquella niña que al final de la guerra y sin padre desde hacía pocos meses porque una enfermedad que ahora nada entonces todo... ¿Porqué no han traído casi nada, ni a mí ni a mis cinco hermanos? ¿Pues no está papá en el cielo y ha hablado con los Reyes Magos? ... Es que papá fue al cielo hace muy poquito y aún no ha tenido tiempo de hablar con los Magos.
ResponderEliminarPODI-.
UN saludo , LUIS ANTONIO, probablemente lleves razón
ResponderEliminarSalut
Salut. Gracias y gracias, mi apreciado PACO CASTILLO
Caramba, desconocía la historia, CARLOS PORTILLO -PODI-, triste desde luego.
Un abrazo y gracias
Muchas gracias Miquel:
ResponderEliminarEspero que poco a poco, llevo 9 meses, como un parto y lo que he dado a luz, no me gusta nada.
Ya hablaremos cuando esté más animada.
Muchos abrazos.