Por lo que parece ya está aquí la Tomatina de Buñol.
Todos contentos. El alcalde, el consistorio, el pueblo, los bares, los participantes , los agricultores y los poderes fácticos.
Ciento cincuenta mil kilos de tomate que dicen no pueden ser consumidos porque no valen para ello. Dicen.
Ni tan siquiera un sólo kilo, dicen.
Pues nada, sobran explicaciones; luego pienso, se habrá arado, buscado la simiente, plantado, cultivado, regado, fumigado, ocupado un espacio agrícola, recogido, almacenado y transportado para una misión que no era la de degustarlos.
Nos queda ya la última operación: tirarlos. Por lo que se ve y leo, es regocijo en la comunidad y perplejidad para quien como yo, en una época de crisis generalizada y donde me están azuzando desde el Gobierno y la Comunidad Europea con la palabra "sostenibilidad" por lo palmario que tenemos en la puerta de casa, con una guerra de la que somos partícipes por colaboradores, una inflación galopante, una sequía antológica y una crisis a espuertas, aún podemos darnos el lujazo, que no ya lujo, de hacer tamaño acto.
También leo que es una Fiesta de Interés Turístico Internacional, o sea, una cuestión "lúdica".
Es indudable que me habré puesto toda una serie de pensamientos en contra, pero mi conciencia no me acusa; dormiré tranquilo.
Me intento convencer que es, que forma parte, de un proceso de industrialización inmediata, que se "produce", aquí quiero decir "se fabrica", para estropear, y que aquí, justo en esa parte que no entiendo, está la gracia, y que la gracia no es reventarse los tomates unos contra otros, sino pasarlos de precio agrícola a precio industrial en cuanto sirven para la "industria del ocio" y no para acompañamiento de unos macarrones salteados o una pizza Margarita.
PD: Esta semana en TdC no se ha puesto tomate en los cubos de ensalada porque se carecía de ellos en la cantidad suficiente como para satisfacer el consuelo de todos.
És la disbauxa d'una societat perduda en la seva inconsistencia, com els correbous i altres celebraciones lúdiques, d'interés y que provenen de les tradicions.
ResponderEliminarQue culpa tiene el tomate
que está tranquilo en su mata
y viene un hijo de puta
que lo arranca
y lo manda a Mercabarna.
Esta fiesta no tiene tradición, es de pocos años. El origen de las fiestas, es religioso asociado a los ciclos del año, primero al paganismo y después al cristianismo, con un sentido de la vida de Jesús. Ésta es gamberra, lúdica, sin más y por eso tiene tanto éxito en la gente joven, no me veo tirando tomates a mi mujer, bueno a mi yernos, puede.
ResponderEliminarSaludos
Les tradicions són la democràcia dels morts, FRANCESC.
ResponderEliminarEs aquesta és una entrada incòmoda, però els temps canvien i allò que es va crear en el 1945 per quatre avorrits a la plaça major d'un poble, avui s'ha convertit, avui per les nostres circumstàncies, en un malbaratament. Parlo de menjar, de milers de m3 d'aigua, d'agricultura.
No crec que això sigui representatiu de la "cultura de l'agro", però fa que em pregunti sobre moltes coses.
Salut
Nada que alegar, CAR RES, también lo es las uvas de las doce campanadas, una manera que hubo en su momento de vender uvas cuando estas estaban saturando los campos.
He leído la historia de la denominada "tomatina", y las excusas que se ponen en este momento, que no son comestibles, dicen, y yo, inocente de mi, voy y me lo creo. Me lo creo porque el tomate de pera es incomestible, ya ves. Habré de entender que se ha dejado madurar en la mata porque su uso ya no era apropiado, y así cada año.
A la luz de lo que hay y sino queremos mentirnos, aquí lo que existe es un uso industrial del producto. No hay más. Y se cultiva para eso, para derrocharlos, que es otra manera de vender.
Y este es el ejemplo de nuestra economía de consumo: comprar bolsas de basura para tirar a la basura.
Un abrazo muy fuerte
Salut
Es muy triste que para argumentar las idioteces se acuda a aquel consabido —es la tradición; siempre se ha hecho— Y es que es realmente lamentable que nadie se pare a pensar si lo tradicional es suficiente como para lograr alguna justificación.
ResponderEliminarEn Africa, la ablación del clítoris, en contra de lo que se suele creer, tiene una razón ultra (más allá) de lo religioso. Es una tradición malsana que pervive sin otro porqué. Es la tradición y romper tradiciones se considera tabú.
¿Somos nosotros también una sociedad de tabúes?
"... si lo tradicional es suficiente como para lograr alguna justificación..." Justo este es el punto clave de la entrada, NOXEUS. No me pondré en diatribas de que si es tradición lo que comenzó hace setenta y siete años, y que en la página oficial, se da como un acontecimiento el comienzo de esta "tradición":
ResponderEliminarEsta fiesta se inició el último miércoles de agosto del año 1945. Todo comenzó cuando un grupo de jóvenes que se encontraban en la plaza del Pueblo para presenciar el desfile de gigantes y cabezudos y otros actos de la fiesta, aburridos sobre cómo estaba transcurriendo la cabalgata, decidieron hacerse un hueco dentro de la comitiva del desfile. El ímpetu de los jóvenes hizo que cayera un participante que, preso de la ira, empezó a golpear todo lo que encontraba a su paso. Por un capricho del destino, allí había un puesto de verduras que fue pasto de la multitud eufórica. La gente, allí concretada se contagió y empezó a tirarse tomates hasta que las fuerzas del orden público pusieron fin a aquella batalla vegetal..."
Fue el "ímpetu de los jóvenes aburridos" los que hoy hacen que se derrochen ciento cuarenta mil kilos de tomates, mientras nosotros decimos a nuestros hijos que "la comida no se tira" y que hay gente que las está pasando canutas.
Una abraçada molt forta
salut
Noxeus,eliminar el clitoris no es tradición,que ni se consiente por la religión musulmana,ni por la cristiana.Las tradiciones,están relacionadas a la siembra,a la recogida del cultivo...
ResponderEliminarSaludos
En primer lugar, digan lo que digan los de la "fiesta", el tomate-pera es perfectamente comestible, y se usa en conserva y triturado para preparar sofritos.
ResponderEliminarEs una festejo que no he entendido nunca, como tampoco entiendo que cuando los "pageses" montan una protesta (es mas que justificado el malestar que sienten) se derramen por el suelo miles de kilos de fruta, pudiéndose repartir todo ese material entre el público que podria llevarsela a casa
Vivimos la civilización del despilfarro, y quizás llegue el momento em que añoremos recuperar todo lo desperdiciado.
También era "tradición" tirar cabras desde los campanarios, y hubo un momento en que se impuso el sentido común y se acabó semejante barbaridad.
Ayer vi en el noticiario que en un pueblo del levante una mujer de setenta años había fallecido embestida por un toro durante un "correbou". ¿ Que coj.... hacia esa anciana delante de un toro enloquecido y furioso?.
Otra tardición que algunos deberían replantearse.
Un abrazo
Es, a grandes rasgos, RODERICUS, lo que pienso. Se que "parece que esté molesto con todo", pero no es así. Me jode hablar de lo mismo, pero es que veo y "toco" la miseria más pura casi cotidianamente. Te doy mi palabra que esta semana no se puso a freir el poco pescado que vino, y que Javier, un voluntario voluntarioso que diría el Cattarela, ideo una especie de sopa de pescado ( a pesar del calor) que salió de fábula y donde participó todo quisqui. No se pusieron tomates a la ensalada (se hacen en cubos) porque no había para tanto platos. Y uno, que es gilipollas, pero que ve lo que se cuece, le duele esta barbarie que no sabe como explicar a los nietos, y no sabe porque no tiene explicación.
ResponderEliminarUn abrazo y cuidate mucho
Salut
¿Te imaginas la cantidad de espaguetis que se podrían aderezar con esos tomates hechos salsa o gazpachos o albóndigas con tomate? Salut.
ResponderEliminarParezco el "tio protestas", pero si hay algo que no es normal es esta fiesta. Reventar tomates, JOSELU, y declararlo fiesta de interés nacional, es como para pensar que algo no hacemos bien.
ResponderEliminarY si, se pueden preparar al menos media docena de Margaritas en su salsa, mi buen JOSELU.
Salut
Miquel, se te entiende perfectamente, no te preocupes por eso.
ResponderEliminarEl aceite de orujo de oliva ha "desaparecido" de los canales comerciales en previsión de una futura subida de precios, ya que la cosecha prevista para este año es de un 20-30% menos que el año pasado, y ya empieza a haber maniobras de acaparamiento.
Y el de girasol no da el mismo rendimiento, cuando acabas de freír algo en el, tienes que tirarlo ya que se ha degradado de tal manera que es imposible reutilizarlo.
Por desgracia, va a ser complicado aprovisionarse en TDC de algunos artículos
La cantidad de ensaladas y sofritos que se podrían preparar con esas toneladas de tomate.
Un abrazo.
No lo sabía, RODERICUS. Si que no hay para freir como tenía costumbre de ver. Es cierto que hace unos quince años pasó algo similar, pero se podía estar un par de semanas sin provisión, hoy no es así.
ResponderEliminarY es por ello, RODERICUS, que aunque me llamen agorero quiero recordar que la serie de circunstancias que hoy, en este momento, estamos pasando, no tiene precedentes.
Una sequía a nivel europeo, pero que nos ha dejado sin agua de beber a 700.000 catalanes. Mira por donde.
Unas centrales nucleares que no pueden producir porque no pueden enfriar.
Unos ríos europeos que no son navegables por su escaso caudal y por lo tanto no trasportan.
Una guerra que va a más porque no se desea parar y de la que somos copartícipes. A EEUU le va bien (su economía vende y la europea se debilita).
Una inflación de dos dígitos que será duradera.
Una escasez de trigo, girasol y maiz de la que Ucrania era el 60% aportadora, y que ahora ya no lo es por sus circunstancias.
Una subida en dos meses del 1´50% del precio del dinero para parar la inflación.
Una dependencia total de la "industria" servicios, de la que somos cómplices y que el dia que pare nos abocará al total desastre.
A todo esto se le une unos políticos que hacen oposición dentro del gobierno, y un gobierno falconero de altos vuelos, de culo inquieto al que le importa más la imágen que los actos.
Pues ahí vamos, RODERICUS. Como cagallón por sequia.
Un abrazo
Bueno, ten en cuenta que Roma cayó no por la invasión de los barbaros (que ya estaban dentro), sino porque su tamaño era insostenible por las crisis económicas que habían arruinado al imperio. Los restos, se refugiaron en el imperio de Oriente, en Bizancio, que también entró en una lenta decadencia.
ResponderEliminarY a nosotros, nos sucede lo mismo.
Un abrazo.
(Es una lástima que este blog no ofrezca comentarios en hilo de conversación)
ResponderEliminarRespondo a CAR RES
Pareces del PP, jolines. A todo respondes negando. Que si la tomatina no es tradición, que si la ablación tampoco...
Vamos a ver: Si lees con atención y quieres comprender, verás que lo que digo que la ablación es algo ULTRA (más allá) de una cuestión religiosa. Infórmate, porque los antropólogos que estudian el fenómeno se encuentran con que los pueblos donde se practica de forma mayoritaria, no saben argumentar los porqués más allá de responder que siempre se ha hecho (tradición) lo cual como argumento francamente, es de una pobreza muy penosa. Pero también son los mismos antropólogos los que subrayan el hecho de que el Islam no habla de esa práctica; no la alienta, pero tampoco la prohíbe y es sabido que recibe la bendición de imanes y mulás en muchos sitios. De cristianismo has hablado tu, yo no. Y por cierto, es un gran fomentador de tradiciones absurdas, supuestos milagros y otras milongas medievales.
Para finalizar: tradiciones hay muchas y de muchas clases y no necesariamente tienen que ver con siembras, siegas o cosechas.
Si no te gusta lo del clítoris, cámbialo por la tauromaquia, que es otra mierda vergonzosa.
Saludos y disculpas por el tono.
Una buen observación, RODERICUS
ResponderEliminarSalut
(Es una lástima que este blog no ofrezca comentarios en hilo de conversación). Lo siento NOXEUS, pero no soy ducho en el arte de los blocs, como tu o el mismo FRANCESC que siempre hacen modificaciones, y algunas muy buenas, por cierto, y me da miedo toquetear el artiligio porque siempre meto la pata
ResponderEliminarGracias
Noxeus, quitar el clítoris de un tajo, solo persigue una cosa: eliminar el placer en la mujer, en otras palabras es un crimen contra ellas. No tiene nada de tradición. No lo es porque ninguna nación, religión lo tiene como tal. Que se ha hecho, que se sigue haciendo, sí. Pero está perseguido.
ResponderEliminarBuen reportaje Miquel y prolífico en los comentarios.., del tomate se ha pasado a otros temas de máxima actualidad, hacia tiempo que no entraba al canal pero sigue tan vivo como siempre.
ResponderEliminarBravo
Saludos Manuel
Esta es una de las tantas fiestas que resultan inexplicables para quienes no somos de España. Y, por lo que veo, también para muchos que sí lo son.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Son temas de actualidad, MANUEL, y curiosos en su mayor parte
ResponderEliminarGracias por estar
Salut
Incomprensible, JOSÉ A. GARCÍA. Tal como está la cosa no se entiende.
Un abrazo
Ay de la sacralidad de las fiestas, costumbres y ritos de la provincia llamada España.
ResponderEliminarCiertamente, FACKEL, ay...
ResponderEliminarUn abrazo
Lo más sorprendente es que esa fiesta -que a mí me parece tan burda- fue prohibida durante el franquismo, como los carnavales.
ResponderEliminarBueno, ya se sabe que a las dictaduras no les gusta que la gente se desmadre. Me recueda a aquella escena de "Casablanca" en la que el oficial alemán ordena cerrar el cabaret de Rick. "Pero si la gente lo está pasando bien", dice el policía francés. "¡Demasiado bien!" responde el alemán.
Saludos, tienes un blog muy interesante.
Borgo.
Un saludo y gracias por estar, MIQUEL ZUERAS
ResponderEliminarUn primitivismo más...
ResponderEliminarPero claro, saldrá más rentable cultivarlos para tirárselos a las narices de los otros que cultivar de los que sí "valen" para comer.
podi-.
Por supuesto, CARLOS PORTILLO -PODI-, sino no lo harían y pedirían subvenciones para este tipo de cultivo
ResponderEliminarsalut