Así , de esta forma, como trogloditas, veía allá por el 1951, el concejal del Ay untamiento de Barcelona, Emilio Compte Pi, a los que por una causa u otra se veían obligados a malvivir en las barracas que habían en la ciudad por carencia de viviendas.
Les dejo sus declaraciones que hizo a un diario de la época, allá por septiembre de 1951.
Esto también debería de formar parte de la "Memoria Histórica de la Ciudad"
Així , d'aquesta forma, com a troglodites, veia allà pel 1951, el regidor de l'Ajuntament de Barcelona, Emilio Compte Pi, als que per una causa o una altra es veien obligats a malviure a les barraques que hi havien a la ciutat per mancança d'habitatges.
Els deixo les seves declaracions que va fer a un diari de l'època, allà pel setembre de 1951.
Això també hauria de formar part de la "Memòria Històrica de la Ciutat"
Leo:
ResponderEliminar“Troglodita y barraqueril. Aunque la plaga es combatida con gran esfuerzo por el ayuntamiento, en tres meses han sido destruidas más de tres mil barracas (…)
Pero con el aluvión de inmigrantes, llegan cada día más “trogloditas”. Nos referimos a auténticos trogloditas, o sea gentes que provienen de los poblados subterráneos que abundan en las provincias de Jaén, Murcia y Granada. (…)"
Claro, a un lado de la ciudad la gente de bien, como este individuo (concejal del Ayuntamiento).
Al otro lado la mano de obra barata, la escoria que con su trabajo hacía la vida más cómoda a estos señores, como Emilio Compte Pi.
Eso sí, a esa “gentuza troglodita” que no se la vea mucho… ¡qué imagen para Barcelona!, ¡qué vergüenza para la ciudad!… esos brutos que solo saben trabajar como mulas.
Magnífico documento, estimado Miquel, cosas así conviene no olvidarlas, que de eso no hace tanto…
Salut
És millor ser troglodita que fill de Puta supremacista. Oi?. Un document molt interessant per la memoria històrica de la ciutat.
ResponderEliminarSalut.
Apreciado PACO CASTILLO:
ResponderEliminarUno siempre es prisionero de sus palabras, y evidentemente de sus actos. Este concejal, a quien todos pudiéramos suponer del grupo de Porcioles, era la mano derecha del alcalde de Barcelona en aquel momento: Antoni Simarro i Puig , que ocupó la alcaldía de Barcelona desde marzo 1951 a marzo 1957.
No pienses que esa era la visión de los que tenían la sartén por el mango en aquel entonces en referencia a los emigrantes que venían a trabajar a Barcelona. Los autóctonos les llamaban "charnegos" a quien era hijo de un/a local y de un/a foráneo, y "murciano" a los descendientes de los foráneos, dando igual su procedencia.
Yo mismo soy a todas luces "charnego".
En aquella época los foráneos eran de Murcia, Galicia, Aragón y Andalucía en su mayoría, pues por razones de proximidad preferían esta ciudad a madrid, que era otra capital donde la inmigración fue profusa.
Hoy en día, afortunadamente, se ha perdido esta nomenclatura y afinamos más en la terminología e incluso hemos querido borrar lo peyorativo, así a los de raza africana les llamamos "subsaharianos", y a los moros, magrebies.
El problema siempre ha sido los "pre-juicios", lo sabes bien, y dudo que con nuestra educación nos los podamos quitar de encima.
Un abrazo muy grande desde Barcelona
Salut
Un F d P de molt i molt cuidat¡, FRANCESC PUIGCARBÓ
Tipus com aquet han fet mal a la ciutat.
Salut
Un político que era una buena muestra del poder franquista.
ResponderEliminarY bastante hipocresía, hacia falta mano de obra barata en las fábricas del textil o del metal,
pero una vez acabadas las jornadas de diez o doce horas, debían de "desaparecer" para no afear la ciudad ni el entorno.
Pero como los HDP crecen, se aparean y se reproducen, ahora tenemos a sus nietos que suspiran por la república de bolsillo catalana, y llaman "colonos" a los descendientes de aquellos inmigrantes que malvivían en barracas y cuevas, y que con su sudor y esfuerzo construyeron la "idílica" Cataluña que ahora disfrutan.
Un abrazo.
jejeje, recuerdo las palabras de nuestra amada Marta ferrusola, la mastressa del ex honorable: "amb aquts charnegos no hi ha rés a fer", RODERICUS.
ResponderEliminarPalabras que tenían en la boca y siempre presente las "400" familias que decía el Millet y que se intercabiaban las fulanas y los fulanos en los fondos del Liceo: los prenafetas, alavedras, pujoles, millets, cullels, puigneros, salvats, molins, triadús, rodés, garcías-nietos, riberas.
Esto no es nuevo, ya lo ves.
Un abrazo
https://www.elperiodico.com/es/politica/20170228/felix-millet-400-familias-5854319
Así era, como trogloditas, en condiciones infrahumanas, pero con ganas de trabajar en lo que fuera. Sus nietos hoy día son catalanes, tienen carreras y buenos trabajos, han ayudado a la prosperidad de esta región.
ResponderEliminarLlevas mucha razón, CAR RES. Y tanto que son catalanes, pero me consta de que algunos, nietos) se han olvidado de donde proceden sus raíces.
ResponderEliminarUn abrazo