Pero los fascistas, claro, siempre son los otros.

jueves, 26 de septiembre de 2024

La mágica grandeza del fango. Fernando Onega (La Vanguardia) 20/09/24

 

Barro, fango y lodo. Chabolas Somorrostro ¿1960?

El director Jordi Juan, como es un arriesgado y peligroso innovador, me dijo, como quien no quiere la cosa, que muchas crónicas políticas deberían escribirse en forma de novela. Este cronista, como es gallego, respondió “depende”, pero se puso a ensayarlo. Y le salió esto:

Cuentan que en las noches en calma todavía resuena en las paredes de la Moncloa el puñetazo que Pedro Sánchez descargó sobre la mesa al leer en elconfidencial.com lo último que publicaba sobre su esposa:

-¡Begoña! -gritó. ¿Has leído lo que publican de ti y de tus actividades?

-Sí, cariño, ¿cómo no lo voy a leer?

-¿Y no tienes nada que decirme?

-¿Y qué voy a decirte? Que la derecha arremete ahora contra tu familia, contra mí, contra tu hermano, y así atenta contra ti. Pero tú eres el presidente, Pedro. Tú tienes que hacerte valer. Yo no hice nada que tú no supieras. Te conté cada iniciativa que tuve, cada paso que di, y en ninguno hubo la menor irregularidad.

El presidente disfrutaba ese día de una nueva sesión de control. Era cuando mejor lo pasaba, porque le permitía ejercer de oposición a la oposición y martirizar a Feijóo. Pero esa mañana estaba como demacrado. Le confesó a Rufián que confiaba en la justicia, a pesar del día que era. Y empezó a rondar en su cabeza el amargo pájaro de la dimisión.

-¿Dimitir? ¡Eso nunca, presidente! –fue el consejo de María Jesús Montero. No puedes hacer ese regalo al facherío .

-¿Qué va a ser de tu gente, de tus equipos, de todos los que están en política por ti? ¿Qué será de los militantes y los millones de ciudadanos que no tienen más esperanza que tu política de justicia social?, –era la voz de Cerdán.

Y Margarita Robles, la mujer que lo sacó de la depresión cuando lo cesaron como secretario general: “Todo, menos dimitir, Pedro. Tú debes terminar tu misión. Eres mucho más que el jefe del Gobierno español: eres el líder del socialismo occidental”.

El presidente se refugió en su ala este u oeste, hay discrepancias entre los historiadores, dispuesto a enfrentarse a un enigma y un desafío. El enigma pasará a la historia: ¿valen la pena los sufrimientos de la familia por la efímera gloria del poder? El desafío era el mandato de Begoña: “Tienes que hacerte valer”.

Hacerse valer era coger una bandera de impacto y constituirse en garante de una democracia sólida, limpia y progresista. Hacerse valer comenzaba por lo que dicen los manuales: señalar un enemigo. Y ese enemigo no era el PP, ni los independentismos con los que él, y solo él, conseguía pactar. El enemigo estaba en sus pesadillas: eran los bulos, creadores de fango. Ya tenía la palabra mágica, necesaria en toda gran acción política: ¡fango! Fango era el escudo. Con él podía conjurar críticas y conspiraciones. Pero aún le faltaba algo: el barniz de la grandeza de un proyecto de Estado. Y esa grandeza estaba en un concepto que es la deuda política de España desde Joaquín Costa. Se lo dijo a Félix Bolaños o viceversa: ¡regeneración!

Con ese bagaje, el presidente se consideró en condiciones de decirle al país que sigue, porque quiere regenerar España. Grande se encontró Pedro Sánchez. Gran estadista. Gran estratega. Le cambió la cara. La derecha era lo agrio, lo negativo. La alegría social era él. Si no lo hubiera dicho antes Aznar, lo hubiera proclamado él: España va bien; si Pedro está bien, España estará bien y con Gobierno “para largo”, con Parlamento o sin Parlamento. Luis XVI se removió en su tumba porque le están quitando la frase: “El Estado soy yo”.

El punto débil de la revolución sanchista es que por el momento solo anuncia (palabra de Urtasun) una política mediática sin precedentes. Todo medio es culpable mientras no demuestre lo contrario. El poder quiere saber quién lo financia, como si no lo supiera. Nunca acudió a la justicia para defenderse de un bulo, pero ahora redacta todo un ordenamiento legal que a Feijóo le suena a censura. A Urtasun se le escapa la palabra intervenir . Se exceptúan los medios en lenguas vernáculas, no sea que Illa se quede sin palmeros. A las instituciones se las injuria, pero no se les exige. Nada se dice de las redes, porque si algo dijera, quizá sería para cerrarlas, como Maduro y otros: ahí es donde hay más fango. Y este cronista cierra la narración con una duda: fabular sobre un hecho y sus circunstancias, ¿convierte a La Vanguardia en un pseudomedio? Por si acaso, me pongo chaleco antibalas: cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Naturalmente, cargada por el diablo, que es el gran fabulador.

22 comentarios:

  1. Piensa el ladrón que son todos de su misma condición, sería la manera de definir aquest article. En fi, la Vanguardia no es pseudomedi, es l'únic diari en paper seriós d'aquest país. Onega pot estar tranquil, ell i la seva filla.
    Salut.

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    1. I qui és el lladre en aquest cas?, perque no entén la resposta.
      I tampoc entén que te que veure la filla.
      Salut

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    2. Onega es pensa, i com ell molts, que Sánchez el que vol és fiscalitzar tota la premsa, i no es aquesta la seva pretensió, només vol erradicar Alvise, OK diaro, el Mundo, Fedeguico i brossa similar, que malviuen de les subvencions a canvi de desinformar.

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    3. Mira, un exemple: https://www.eldiario.es/politica/100-000-euros-cash-campana-pleitos-fiscalia-estrecha-cerco-alvise_1_11682604.html

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    4. Jo anava per al final de l'escrit: ¿convierte a La Vanguardia en un pseudomedio?
      Penso que és molt interessant el que diu i com afronta l´ideia.

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    5. Yo seguiré leyendo La Vanguardia, OKdiaro, el Mundo, y por supuesto a D. Federico después hago la media aritmética pero tengo que mirar a derecha y a izquierda por si las moscas.

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    6. Bien me parece, porque quedarse con una sola cosa facilita sólo a la opción que escoges.
      Salut

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  2. !Eso es un bulo,un bulo!.Al ataqueeeeeee,la fiscaliaaaaa,al ataqueeeee.En fin,es lo que hay.No se puede gobernar tanto tiempo,hacen bien los americanos,como máximo 8 años y por medio elecciones y vigilancia continua,mucha vigilancia, pero no a la oposición, al que gobierna,somos débiles.
    Saludos

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  3. Por seguridad,ruego no pongáis enlaces, no abrirlos.Para mi basta leer las ideas de cada uno
    Saludos

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  4. Y yo seguiré insistiendo,por el bien de la lucha contra los fraudes bancarios.

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  5. Aquí no hay
    buenos, eso
    seguro .

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  6. Amic Miquel, creo que Ónega se refiere a esto calificamos de ERÓTICA del PODER, quien lo detenta experimenta un placer húmedo, libidinoso y a veces bizarro pero impúdico. Se complace, se exalta y alcanza el clímax mintiendo, agrediendo psicológicamente a quienes lo admiran.
    Robar, engañar, tergiversar, estafar, incumplir, todo esto son las artimañas del sujeto que ejerce el poder.
    Da asco.
    Salud

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    1. Evidentemente, hay un mucho, por no decir un todo de lo que nos pones en mayúscula.
      Les suele pasar a casi todos los gobernantes, y pocos escapan a su embrujo, llegar a ser Nelson Mandela está al alcance de muy pocos.
      Creo que a todo esto se ha añadido las redes, donde es sencillísimo estar a golpe de "tuit" en vez de dar conferencias de prensa con derecho a preguntar.
      Creo que nos debemos despedir de los políticos con arraigo de estadistas. De esos ya no quedan.
      Un abrazo

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  7. Estoy de acuerdo con F.C. Lo resume muy bien.
    Saludos

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  8. El título de dicha novela tendría que ser "EL FANGO. Cinco días de reflexión"

    podi-.

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