La mirada que jamás volverá a encontrarnos...

Colonia Castells.
Si estos burros del diseño hubieran tenido un mínimo de decencia, nuestra Barcelona se hubiera quedado con una magnífica demostración de lo que eran las colonias industriales dentro de la urbe. La Colonia Castells, ya saben ustedes, pertenecía a la fábrica de barnices, lacas y pinturas del Sr Castells, ubicada en lo que hace 100 años era la periferia, pero que al día de hoy, los tiburones esquineros y los palanganeros del ladrillo conjuntamente con nuestro apreciado ay.untamiento, decidieron hacerla desaparecer bajo el parágrafo de considerarla obsoleta y poco saludable. Claro está que al día de la fecha, la fábrica ya hacía muchos años había dejado de funcionar, no así las viviendas que eran utilizadas por los antiguos operarios y/o familiares. Se que nuestro ay.untamiento no ha de hacer de hermanitas de la Caridad, pero se también que lo que hay detrás del desalojo es una de las mayores especulaciones de terreno en Barcelona.
Se han llevado por delante cien años de historia de más de cien familias.
Aquello era un barrio obrero con vida propia. Hoy y gracias a los políticos, ya no es nada.
Pero no se desanimen, no tardarán en ver montonadas de cemento de múltiples pisos, ideales para parejas que se las prometen felices.
PD: Les pongo unas imágenes en la parte superior, del arte que destilaban las viviendas en sus fachadas y que jamás volveremos a ver...
El caballo, La doncella triste, el carnero, la floritura del hierro y la lagartija quedarán para siempre en la memoria de los habitantes de aquel barrio.
Colonia Castells. Barrio del Camp de la Creu. Les Corts