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Procuraré sorprenderme. Lo necesito, pero en constructivo y relajante. Salud, un abrazo.
ResponderEliminarSabor africá de Pennsilvania. Un crack aquest pianista, que encara es viu.
ResponderEliminarSalut
El jazz, el arma más letal de la Guerra Fría, produjo grandes conquistas en el otro extremo del Telón de acero. No me extraña, sus acordes suenan estupendamente. Como siempre, nos abres los ojos con tus elecciones a otro jazz que se sale de los márgenes de lo más evidente. Grande, Tot. Salut.
ResponderEliminarProcura, procura, FACKEL...procura
ResponderEliminarUn abrazo
Un crakc, si senyor .
Salut FRANCESC PUIGCARBó
Un abrazo, SERGIO MUNARI.
La música siempre nos acompaña.
Salut
Precisamente la grandeza del jazz es su versatilidad, su capacidad para absorber en el tiempo y en el espacio diferentes aportaciones y nutrirse de elementos interesantes de otras músicas, lo que ha venido a llamarse "fusión", una modalidad con un desarrollo importante en las últimas décadas gracias al blues y a ciertas corrientes del llamado rock progresivo, de indudable mayor calidad instrumental que sus variantes más ligeras. Siempre hay un tipo de jazz que nos puede hacer vibrar más que otros.
ResponderEliminarUn saludo.
llevas razón, CAYETANO
ResponderEliminarUn abrazo
salut
La música es alegría y el jazz, un mito para mis poco fiables oídos, carentes de musicalidad. ¡Cómo me hubiera gustado tener facilidad para la música! Solo hay que ver cómo disfrutan los músicos... Una pena no tener oído. Salut, Miquel.
ResponderEliminarNo has de preocuparte, no tienes oído...pero tienes sentimiento, JOSELU
ResponderEliminarSalut