Mientras la cuarentena se enseñoreaba en la ciudad, la vida iba buscando resquicios para no desaparecer.
Pequeños detalles, muestras ínfimas, cosas minúsculas que nos indican que todo, y a pesar de todo, sigue.
Como muestra una semilla entre "panots" y de ahi una planta en busca del Sol, causa y efecto aristotélico: De la nada no surge nada. Todo fenómeno tiene su origen, lo que lo engendra.
Mentre la quarantena s'ensenyoria a la ciutat, la vida anava buscant escletxes per a no desaparèixer.
Petits detalls, mostres ínfimes, coses minúscules que ens indiquen que tot, i malgrat tot, segueix.
Com a mostra una llavor entre "panots" i de ahi una planta a la recerca del Sol, causa i efecte aristotèlic: Del no-res no sorgeix res. Tot fenomen té el seu origen, el que l'engendra
Poesia urbana, fora vila hi ha camins abans amples on pràcticament no es pot passar, les herbes han recuperat el seu territori.
ResponderEliminarSalut
Estas semillas urbanas que crecen entre el asfalto y las baldosas ocupan buena parte de mi calle sin que nadie venga a cortarlas. Esta que nos traes es una, pero mi calle está toda llena, así que soy yo quien a base de arrancarlas pisoteándolas quien las quita de allí. Además atraen a los perros como he podido comprobar y se hacen allí sus cosas. Has traído una hierba proyectando en ella un cierto aire simbólico de que las cosas siguen a pesar de nuestras cuitas pandémicas. Es cierto, nosotros pasamos y estos detalles muestran que la vida continúa con fuerza frente a nuestros sentimientos y pesares. Un abrazo, salut.
ResponderEliminarSiempre ocurre. Y a la que te descuidas te sale un árbol bajo los pies.
ResponderEliminarUn saludo.
Por supuesto que la naturaleza sigue su curso, y la naturaleza humana también, solo que la nuestra es más compleja, intrincada y contradictoria y no sabe muchas veces si va o viene. O no quiere saber. Ahora mismo leo que Tomelloso (Ciudad Real, La Mancha) ha tenido 181 muertos entre sus vecinos y el fin de semana se juntaron a lo loco quinientos individuos a celebrar el botellón. ¿Será que cunde entre ellos los mensajes de los extremistas del odio que desprecian la vida humana y prefieren las mentiras? Pues qué bien. ¿De qué naturaleza me hablan, oigan?
ResponderEliminarCert, FRANCESC PUIGCARBó.
ResponderEliminarSalut
Y la vida sigue, JOSELU
Un abrazo, buen día ¡
Salut
jejeje, CAYETANO, ese es el árbol del Bien y del Mal ¡¡¡¡
jajaja
Salut
Muchos son 181 en una ciudad no muy grande, muchas vidas son. Y bien faltos de coherencia deben de estar, porque en una población de 36.000 personas, FACKEL, seguro que esas 500 largas del botellón , conocían la familia de alguno de los afectados, seguro, por no decir al afectado/a mismo.
celebrarían que estaban vivos, sino no se entiende.
salut
En el menor resquicio, se abre la vida y en los lugares más insospechados.
ResponderEliminarLa mayoría de gentes pasan al lado y ni siquiera lo vé. Eres un gran observador y sabes ver las cosas que salen a lado de tu camino.
Besos
En esta hermosa primavera,sin contaminación,todas las plantas han aprovechado para lucir.Sólo hay que ver mis fresas lo bonitas que están en sus macetas,incluso esa gramínea que surge del imposible cemento.
ResponderEliminarSalud
Tierra fértil. Qué daríamos para que muchas mentes fueran fértiles también.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
Todo está compuesto de pequeños detalles, VENTANA DE FOTO, los fotógrafos lo sabeís muy bien.
ResponderEliminarUn abrazo
Debe dar ilusión ver tus fresas, CAR RES...y después comerlas ¡
Salut
Fértiles y sin malicia, FRANCESC CORNADó
Un abrazo
Hola Miquel, bona tarda:
ResponderEliminarEsta mañana salí a comprar verduras y algo de fruta para hacer gazpacho, y me fijé cuando fuí al contenedor de orgánico lo que han crecido las yerbas, miden más de un metro, eso donde el cuadrado de los árboles, y pensé jolines que altas están, nadie las poda...!!!
Más adelante me fijé en que la gente no lleva mascarilla y chicas maquilladas como una puerta, la mascarilla en la mano que si no se le quita el pintalabios, bueno en el Atmeller, no habían abierto, y yo esperaba con mi carro de la compra, de pronto siento unas voces más abajo, venían del Caprabo, al segundo los mossos con un coche, era porque un hombre, iba a poner señor, gritaba que no quería ni mascarilla, ni guantes para comprar, después de rato de discusió han invitado al señor a irse, eso en poco rato, después he llegado a casa y a mi gazpachito para que almediodia esté fresquito.
Pensamientos similares a lo que has pensado tú al ver esa planta que ha crecido así de golpe.
La gente, no tiene remedio esa es mi conclusión va a la suya, menos más que todos no son igual, me refiero a los guantes y mascarillas.
La conclusión que tengo que para el año que viene volverá a venir otra pandemia tipo gripe rara por llamarla de alguna forma, que dios nos pille confesados.
Un abrazo para tí y tu linda familia, a tu señora, tu compañera en la vida, besos con cariño, cuidaros mucho, que esto no se acaba aquí, por desgracia, hay mucha gente inconsciente de lo que ocurre.
Besos.
Creo, MTRINIDAD, y aunque yo no entienda mucho, que hasta que no se encuentra una vacuna o un antídoto, esto será como la gripe, que habrán otras cepas y que se reproducirá, con más o menos virulencia. Que la juventud no le da mucha importancia porque los avisos han sido dirigidos a la tercera edad, que ha sido con la que se ha cebado por eso de las residencias, y que nos olvidamos de que está entre nosotros porque semanalmente todavía se está llevando unas 25 personas semanales, pero es evidente de que ya no es una noticia que se de en primera linea por aquello de no asustar al turismo.
ResponderEliminarNo me cabe duda de que habrán más oleadas.
Gracias por tus palabras y el mismo mensaje para ti: cuidate mucho y lleva mascarilla siempre, y hasta que esto no se aclare de verdad.
Un beso muy grande
Gracias por estar
salut
Pienso que esa planta no es una intrusa, más bien al contrario, con su florecer está reclamando el lugar que ya le pertenecía antes de que el cemento, los plásticos y los metales urbanos enterrasen su mundo, que ya estaba ahí mucho antes del nuestro, que los intrusos somos nosotros, no ella.
ResponderEliminarMe gusta pensar que la humilde planta nos anuncia que hubo un tiempo en donde todos sentíamos el apego a la Tierra. Me remito a ese origen con el que cierras tu escrito.
Salut, Miquel.
Es un pensamiento que comparto, PACO CASTILLO, que somos nosotros y no ella la que hemos invadido su terreno, y que al final, como parece, la Naturaleza reclamará lo que es suyo "por Naturaleza", y que esta civilización, la "atómica", acabará como acabó la egipcia, la griega, la fenicia, la romana, o la asiria.
ResponderEliminarNo me cabe duda de que todo volverá a empezar.
Un abrazo.
Gracias por hacernos compañía
salut
La naturaleza siempre reclama su territorio perdido cuando tiene ocasión.
ResponderEliminarSolo hay que echar un vistazo a las imágenes de Chernobil, de la ciudad hoy. La vegetación ha invadido asfaltos, aceras e incluso crecen árboles en las azoteas.
Hace ya unos años, por Canal de Historia pasaron un documental muy interesante. Venia a llamarse "La Vida sin Nosotros" y se recreaba una ficción ; como evolucionaría el planeta si la humanidad desapareciese de repente y por completo. Desarrollaba con argumentos científicos la degradación progresiva de nuestras ciudades, estructuras y hasta monumentos.
Conclusión : en poco mas de 50.000 años desaparecería toda traza de nuestra existencia en el planeta, hasta no quedar prácticamente rastro de la humanidad para futuros arqueólogos extraterrestres.
No somos conscientes de nuestra pequeñez.
Y 50.000 años no son nada para la edad de la tierra desde su origen hasta hoy
Sí, sí, yo también me he dado cuenta de un cierto asilvestrado urbano estos días.
ResponderEliminarPODI-.
A veces me pongo en Chernobil por Google, y ojo, RODERICUS, allí la naturaleza ha ganado a todo y todo lo invade, aunque eso si, estará todo contaminado durante cientos de años.
ResponderEliminarSomos muy pequeños y duramos nada.
Un abrazo
jejeje, cierto CARLOS PORTILLO -PODI- se llama asilvestrado.
Salut ¡