Ya estaban allí cuando entré de aprendiz.
Me consta que continuaron estando cuando marché.
Años después me encontré con carteles similares en el Museo de Terrassa.
Els deixo amb els poemes reflectits en les parets d'una impremta de Barcelona.
Ja estaven allí quan vaig entrar d'aprenent.
Em consta que van continuar estant quan vaig marxar.
Anys més tard vaig trobar similituds amb aquets, del Museo de Terrassa.
Si Bwana, guanaamino.
ResponderEliminarA sus óldenes señol ¡¡¡
ResponderEliminarSalut, FRANCESC
Hoy en las escuelas de negocios redactan unos códigos éticos que no son otra cosa que una recopilación y síntesis de estos carteles. Repiten lo mismo pero con eufemismos y palabrería especial para aprendices de ejecutivo.
ResponderEliminarHay por lo menos dos entidades bancarias que enmarcan el código ético y lo cuelgan, cual si de un cuadro de un paisaje se tratara, en las paredes del despacho de sus delegados o pequeños ejecutivos. ¡Menudo paisaje!
Saludos
Francesc Cornadó
Cambia el continente, pero no el contenido.
ResponderEliminarUn abrazo amic CORNADó.
Salut
Menudos carteles y que dictadura.
ResponderEliminarAhora no ponen carteles, "solo trabajar mucho, y cobrar menos nunca".
Un beso MIQUEL.
Trataban al empleado como si fuera un niño, ¡qué barbaridad!
ResponderEliminarCierto MTRINIDAD. Ahora es lo mismo pero más disimulado.
ResponderEliminarBsos.
No tiene desperdicio, TRACY.
Salut