No se ven muchos gallos en Barcelona, pero haberlos, haylos.
Tampoco se ven ya veletas, pero alguna queda.
Gallos y veletas forman parte ya, de una Barcelona que lenta pero inexorablemente va tomando otro formato. Ni hay corrales, ni fincas regias que quieran mantener un artilugio obsoleto.
Les dejo con él.
No es veuen molts galls a Barcelona, però haver-los, haylos.
Tampoc es veuen ja penells, però alguna queda.
Galls i penells formen part ja, d'una Barcelona que lenta però inexorablement va prenent un altre format. Ja no hi ha corrals, ni finques règies que vulguin mantenir un artefacte obsolet.
Els deixo amb ell.
Pues mira, aquí tienes otro fotógrafo de veletas, me fascinan. Y tengo de gallos, que esas, por cierto, siempre me recuerdan a una maravillosa novela; "Industrias y andanzas de Alfanhui" de Ferlosio.
ResponderEliminarRecuerdo un viaje a Puerto Rico (tengo familia política allí), y ver en el Viejo San Juan, bellísima ciudad colonial, un buen número de casas y edificios antiguos con sus veletas, gallos, cerditos, zorros... Impresionante.
Cerca de mi casa hay un edificio consistorial con una espectacular veleta, nada menos que una Rosa de los Vientos.
¿Quedarán artesanos con dicho oficio?
Me ha encantado tu entrada.
Salut, Miquel.
Ahora que caigo, y gracias a ti, me he dado cuenta que en Sabadell también tenemos veletas, al menos que recuerde, tengo localizadas dos, veré de fotografiarlas.
ResponderEliminarSalut
Dificil de localizarlo a simple vista, aunque en la segunda foto parece que alguien también lo vio y sale a su encuentro.
ResponderEliminarUn saludo.
Como arqueólogo urbano curioseo todo lo que tengo a mi alcance, PACO CASTILLO. Las veletas son otro objeto que me atraen. No hay muchas dentro la ciudad de Barcelona, pero quedan algunas, pocas, que dan la prestancia que el edificio requiere; vendría a ser como el sombrero de copa de la ´poca en el traje.
ResponderEliminarEs interesante saber donde está el norte, ya sabes, por aquello de no perderlo, y la veleta lo señala.
No quedan fabricantes, si acaso algún chino en algún bazar podría dar cuenta, pero como industria está perdida. Tampoco encontraríamos especialistas que los supieran colocar con exactitud. Son oficios que se han ido perdiendo.
PD: muy buena la referencia a Ferlosio.
Salut y gracias por pasarte
OK, FRANCESC PUIGCARBó. Són molt macas i donan empenta als edificis
Una abraçada
La ventaja de no llevar el movil en las manos, CAYETANO, es que puedes mirar arriba y abajo sin dificultad. generalmente ves cosas que de la otra forma ni sabrías que existen en tu ciudad
ResponderEliminarCuidate ¡¡¡salut
Balmes, Ronda Universitat, verdad Miguel? abrazos.
ResponderEliminarVerdad, MANUEL MARINA...
ResponderEliminarSalut ¡¡¡¡
Te has fijado en dos instrumentos muy importantes,de no hace tantos años.
ResponderEliminarEl reloj de sol,necesario para marcar la hora del Angelus,el descanso y almuerzo,la división del día en antes y después.Aun recuerdo decir a mi madre ya han dado las doce.
La veleta,normalmente marcaba una posicion,según el lugar.La mirabas y te daba tranquilidad.En un momento dado,se ponía nerviosa y giraba bruscamente al otro extremo.Se acercaba tormenta,había que tomar precauciones,aún daba tiempo.
He vivido en Sitges,desde mi terraza obsevaba una veleta muy cercana,en verano,el cambio brusco era garantía que se avecinaba una fuerte tormenta,muchas veces con riada..Mejor no ir a la playa.
Saludos
Buena observación de captador de maravillas en la ciudad. Hoy día ya no entendemos de vientos, ni somos demasiado conscientes de sus cambios como dice car res que pasaba hace tiempo. Pienso que antes se era mucho más consciente de la realidad que circundaba como la dirección del viento y la importancia que tenía, para eso las veletas, restos de un naufragio de otros modos de vida. Salut.
ResponderEliminarVeletas, alguna hay, ahora bien, no sabría decir si de gallos o brujas. Alguna debo tener fotografiada.
ResponderEliminarpodi-.
Si, CAR RES, el viento decía si se debía aventar, del como y el cuando, y los giros bruscos predecían el cambio y el mejor no hacerlo.
ResponderEliminarLos puntos cardinales señalaban de donde venía y el zig zag de la veleta la intensidad del soplo. eso, que nos parece tan fatuo al día de hoy, era hablar en comunión con la Naturaleza, ya no digo lo de los relojes de Sol..
Un abrazo
Gracias por estar
Antes, el tiempo duraba lo que debía durar, JOSELU, y la primavera traía lluvias y floreceres, y había barbecho, y el viento del norte señalaba mal tiempo, mientras que el de Levante traía humedad. Hoy nadie sabe lo que es el Gregal, ni para que vale saber la declinación del eje de la Tierra y se duda, a pesar de tener astronautas por el espacio, de que la Tierra sea redonda.
Nosotros formamos parte también del resto del naufragio.
Un abrazote
Seguro que tienes alguna, seguro, CARLOSPORTILLO -PODI-
Salut
Los gallos tienen que ser consecuentes. Si no van a por las gallinas tienen que estar en la veletas. Y si no a recordarle a San Pedro que tiene que negar a su Cristo.
ResponderEliminarNada que objetar, FACKEL, han de estar por la labor.
ResponderEliminarsalut
Algunos no saben ni por dónde les sopla el viento, Tit, y no les vendría mal una veleta que les orientarse, y un gallo que les despertarse de la molicie. Como ornato, es la guinda de un edificio de líneas tan elegantes. Gracias por enseñarnos a que lo importante se encuentra muchas veces en los detalles. En un mundo de tanta premura, detenerte y observar, es casi una obligación, Tot.
ResponderEliminarQue gran verdad, SERGIO MUNARI, algunos no saben ni por donde sopla el viento.
ResponderEliminarUn abrazo
Gregal, Terral, Llevant, Ponent, Mitjorn, Tramuntana, Xaloc, Mistral......Nombres de vientos casi olvidados por todos, pero que nos indicaban las condiciones meteorológicas a esperar cuando soplaba cada uno de ellos
ResponderEliminarCasi tan olvidados como la maestría en forja para darle forma a las veletas, y la precisión colocando un cojinete de bronce que facilite su movimiento con la mas mínima brisa.
Ahora, para averiguar el tiempo, en vez de mirar al cielo, la gente clava la vista en esa pequeña pantalla tiránica.
Cada día que pasa, somos mas obtusos, y más débiles.
De las veletas envidio el panorama que contemplan, totalmente inédito para la mayoría de la humanidad...
ResponderEliminarLa palabra "veleta" tiene otras connotaciones que ahora no vienen al caso...
Saludos
Yo nunca me he considerado gallo, pero veleta... si he tenido mis días.. no creas...
ResponderEliminarNo me cabe duda, RODERICUS
ResponderEliminarUn abrazo
Vuelan alto, LUIS ANTONIO, muy alto
Un abrazo
jejejeje, eres tremendo, DANIEL
Cuidate
salut