Como bien saben la utilidad de dichos artefactos se vieron necesitados a principios del mil novecientos, cuando parte de la burguesía catalana se trasladó de lo que eran los barrios que empezaron a ser populosos (Ribera, Gótic, Raval...) a un escenario más amplio para sus viviendas.
Así se empezó con L´Eixample, o sea la zona ampliada detrás muralla de Barcelona. Una zona con calles más anchas, con árboles, con esquinas referenciadas, y por supuesto, y en aquella época, todavía sin asfaltar.
Y es aquí donde los limpia-zapatos hacen su aparición. Bajar del carruaje, pisar la tierra de la calle, a veces convertida en barro por la lluvia o algún que otro deshecho (aún no habían sumideros ni cloacas), era de factura común.
Así que nuestro invitado/a, bajaba, pasaba la suela de sus zapatos por el artilugio y subía a su piso con la seguridad de no ensuciar las alfombras.
Les dejo tres que aún no han visto, y que dese hace medio año las tengo presentes para presentarles.
Com bé saben la utilitat d'aquests artefactes es van veure necessitats a principis del mil nou-cents, quan part de la burgesia catalana es va traslladar del que eren els barris que van començar a ser populosos (Ribera, Gótic, Raval...) a un escenari més ampli per als seus habitatges.
Així es va començar amb L´Eixample, o sigui la zona ampliada darrere muralla de Barcelona. Una zona amb carrers més amples, amb arbres, amb cantonades referenciades, i per descomptat, i en aquella època, encara sense asfaltar.
I és aquí on els neteja-sabates fan la seva aparició. Baixar del carruatge, trepitjar la terra del carrer, de vegades convertida en fang per la pluja o algun que un altre desfet (encara no havien embornals ni clavegueres), era de factura comuna.
Així que el nostre convidat/a, baixava, passava la sola de les seves sabates pel artilugi i pujava al seu pis amb la seguretat de no embrutar les catifes.
Els deixo tres que encara no han vist, i que dese fa mig any les tinc presents per presentar-los.
Com bé saben la utilitat d'aquests artefactes es van veure necessitats a principis del mil nou-cents, quan part de la burgesia catalana es va traslladar del que eren els barris que van començar a ser populosos (Ribera, Gótic, Raval...) a un escenari més ampli per als seus habitatges.
Així es va començar amb L´Eixample, o sigui la zona ampliada darrere muralla de Barcelona. Una zona amb carrers més amples, amb arbres, amb cantonades referenciades, i per descomptat, i en aquella època, encara sense asfaltar.
I és aquí on els neteja-sabates fan la seva aparició. Baixar del carruatge, trepitjar la terra del carrer, de vegades convertida en fang per la pluja o algun que un altre desfet (encara no havien embornals ni clavegueres), era de factura comuna.
Així que el nostre convidat/a, baixava, passava la sola de les seves sabates pel artilugi i pujava al seu pis amb la seguretat de no embrutar les catifes.
Els deixo tres que encara no han vist, i que dese fa mig any les tinc presents per presentar-los.
Calle Mallorca
De factura recta sin asidero manual.
Idem.
Calle Gran Vía 561. Con asidero manual y peana saliente simétrica.
Idem
Idem
Idem
Gran Via 565. Factura curva. Peanas a ambos lados.
Idem
Idem
Idem
Llástima o sort que ara ja no hi ha fang als carrers. Han passat a ser objectes merament decoratius.
ResponderEliminarEstos bonitos artilugios, tan prácticos en otra época, a muchas nos costaría dar con su utilidad. Hoy son el vestigio de un tiempo, un trabajo manual y un estilo de vida ya desaparecidos.
ResponderEliminarPor cierto, muy buena reseña de tu libro en el Punt Avui.
Abrazos mil
Tres nuevas para tu colección, madre mia, no se te escapa nada.
ResponderEliminarUn beso un buen domingo.
Trubuts del pasat, amic FRANCESC PUIGCARBó.
ResponderEliminarVeus, avui tinc problemes amb el traductor de sof catalá, el millor de tots ¡¡¡
Una abraçada.
salut
Bellos y prácticos para su tiempo. No se estropeaban nunca y hacían su función, AMALTEA.
ResponderEliminarY si, si...Incluso en la página y en el diseño de poner el artículo.
Desde la primera línea hasta la conjunción del todo....todos se han portado de maravilla.
No se que decir, sino como Rosendo, estar agradecido.
Un beso.
Poco a poco y siempre observando MTRINIDAD...veo incluso Hermés que ya sabes han pasado desapercibidos para buscadores de los mismos.
Salut
Artilugios funcionales, hoy en desuso, un vestigio de antiguas costumbres y sobre todo de antiguas necesidades.
ResponderEliminarHe leído la reseña de tu libro en el suplemento "Culturas" del Avui. La reseña hace justicia a tu buen libro.
Un abrazo
Francesc Cornadó
Las gracias , FRANCESC CORNADó, las debo dar yo.
ResponderEliminarHa habido muchas personas intentando dignificar unas vivencias, entre ellas tu.
No me duelen prendas, sino todo lo contrario, es un escrito compartido, porque hay mucho tiempo invertido sólo por amor, sin pedir nada a cambio, y sólo por eso ha merecido la pena el escribirlo.
Un abrazo y muchas, muchas gracias, bon amic.
Salut
En mi casa había uno y nadie se limpió sus zapatos en ello, pero creo que en las porterías cercanas a la mía todas tenían claro que las casas son de 1888 hasta final de siglo....Hoy están las porterías cerradas y no se puede acceder, han desaparecido las porteras y han puesto telefonillos....Sic Transit Gloria Mundi !!
ResponderEliminarPorque no lo viste CHORDI. Si había uno quiere decir que la calle estaba sin asfaltar, que era de tierra, al menos cuando se diseñó el edificio, pero seguro que tu no habías nacido y por eso no lo has podido, afortunadamente, ver en uso.
ResponderEliminarUn abrazo muy grande.
Salut
El barro en los zapatos forma parte de nuestra infancia. Yo vine de Andalucía a parar a un barrio donde Madrid se acababa. En las afueras había todavía campo y búnkers de la guerra. Mercados al aire libre y calles sin asfaltar. El barro era inevitable. Y esos artilugios eran de lo más necesario. Si encontrabas alguno. Buena pesca has hecho trayéndonos a la memoria otros tiempos.
ResponderEliminarUn saludo, Miquel.
Tus limpiazapatos me hacen pensar en su antítesis: ¿cómo estarían los hábitats del proletariado que para llegar a ellos tendrían que atravesar zonas sin empedrado, asfalto o siquiera grava firme? Unos teman llevan a otros, no sólo a los análogos sino a los opuestos.
ResponderEliminarSalud.
Los busco , amigo CAYETANO GEA, los catalogo y los guardo en foto.
ResponderEliminartengo sobre unos trescientos, todos de Barcelona. Hay tanto, tanto que descubrir que no me aburro nunca.
Salut
Viviendo en barracas, FACKEL, en barracas.
Un abrazo
Salut
Sabía de su uso, pero nunca llegué a entender porque la portera se enfadaba cuando raspaba mis suelas en ellos después de pisar una caca perruna...Por supuesto no eran para el barro, en aquella época las calles del barrio chino eran de adoquines hasta que alguien hizo negocio vendiéndolos a Alemania para reconstruir sus calles de los cascos antiguos destrozados por los bombardeos de la guerra ,.....a nosotros nos pusieron alquitrán, pestoso y canceríjeno pero así son las cosas.....
ResponderEliminarjajajajaja La madre que me parió..CHORDI....pero si el uso era para las cacas de perro ¡¡¡
ResponderEliminarjajajajajajaja
te hubiera emigrado de la portería....aún se portó bien ...jajajajaja
Un besote...Animalllllllll
Arqueologia quotidiana!!!
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