Ya saben ustedes de la afición de mi nieto por las pegatinas que insertan en la fruta. Bueno, a lo que vamos, cuando pensé que lo tenía todo visto, me percato de que la etiqueta de esta sandía, de la que me aseguran, es de Almería, no lo es.
Y no me engañan, pero no me dicen la verdad, que siendo la misma fruta, no participa de su igualdad en su totalidad.
A ver si ustedes ven la diferencia entre la primera y la segunda etiqueta:
Correcto: Una es de procedencia española, la superior; la otra no te indica la procedencia, antes bien evitan citarla, y, por lo tanto, hemos de pensar que nos viene del exterior, a pesar de que el registro de productor ponga 21.15023/AL, porque arriba, a mano izquierda de la pegatina, se nos aclara el origen, en este caso España; la categoría de la pieza, la I y su calibre, en este caso sin calibrar al ser una sandía a granel.
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ResponderEliminarEl código de barras és el mismo, que es lo que me parece indica el origen del producto: 8 437004 979087
ResponderEliminarPour sierto. vest'en a google i escriu: 8 437004 979087 i vest'en a imatges i a veure si et sona el que hi surt.
Salut
Hi ha, cert, el mateix codi de barres, però amb aquestes coses s'ha de filar fi, perquè resulta que et poden portar la síndria del Marroc fins a l'envasadora d'Almeria i d'allà distribuir-la, després l'origen no és d'aquí, i el codi de fabricant i producte, si ho és.
EliminarNo obstant això, no t'enganyen, perquè al no posar-te procedència no mentrestant.
Salut
Si, surt la Carmenssita ¡¡¡ jejeje
EliminarSalut
Carmencita, puede pasar como andaluza y marroquí, con esa carita dulce y sonriente.
ResponderEliminarLo importante es saber si te supo igual las dos o vistes diferencias de sabor,porque ha entrado una obsesión por lo español y en contra de lo marroquí, que no tiene sentido.
Ahora tendremos que pagar un plus,por el "origen español",cuando de siempre hemos importado de nuestros vecinos del sur.
Saludos.
Algunas vienen de Sudáfrica, no sólo de Marruecos, Carlos,
EliminarBueno, de hecho si compro una sandia de esas, será para comérmela; no para hablar con ella ni amazigh, ni árabe, ni francés. Eso sí; si no me gusta será la última. ¿Qué nos engañan...? —Si solo fuera en esto...
ResponderEliminarVete tú a saber, igual la falsa es la que dice "procedencia española" y la que no dice nada, es la auténticamente nacional.
EliminarPasa con las naranjas, la gran mayoría se envasan aquí y son de Sudáfrica e Israel..
Eliminarsalut
En todo caso, está bien saber de dónde proceden, no para hablar con ellas ni para hacer nacional-agricultura; es un dato más que luego cada cuál utiliza como mejor le convenga.
EliminarLas bananas de Guinea ya me están bien, de hecho las compro, pero no tendrían por qué colármelas como plátano de Canarias solo porque la falta de información me indujera a duda (si es que no los diferenciara).
podi-.
El otro día en el colmado de mi barrio, había sandías y un señor preguntó que de dónde eran porque españolas en este tiempo no pueden ser. No supieron responderle y él exclamó que no quiere ningún producto marroquí cuando aquí los agricultores las están pasando canutas. ¡Cómo nos despistan y engañan! Salut.
ResponderEliminarPor ahí va la entrada, Joselu..por ahí
EliminarSalut
A mí esas sutilezas se me escapan, Tot, cuando verifico en la etiqueta, observo la procedencia. Pero entonces mi hermano aborrascado, me señala que debo leer también el código de barras, porque estaría comprando producto extranjero etiquetado por un importador, en este caso sí, español.
ResponderEliminarLo que sí me ha sorprendido, y traigo a colación, cuando leí las cifras que recientemente había publicado Eurostat, Tot. En ellas se observaba una caída de la renta agraria de un 2,5% en el conjunto de la UE y no sé si se desagregaba por la eurozona (países que adoptamos el euro, que creo que sí). Sin embargo, este retroceso en el caso español, para el período 2019-2023, se cifraba en un 17,3%. Solamente según citaba el artículo de José Ramón Riera, un hacha para los números, nos superaban en caída, Rumanía y Estonia. España había pasado de 30,11 mil millones de euros a 24,93 mil millones. Es entonces que me vienen a la cabeza esas palabras del exquisito Manuel Pimentel, un docto y que abreva en varios campos, ex ministro de Aznar, que en cosas de campo, es una referencia obligada. Antes de que la subida de precios de productos nos cogiera con las pantalones bajados, y nos la dieran por la retambufa, advertía a quién le quisiera escuchar, que el período de suministro a nuestras mesas de alimentos baratos y de calidad, por las distintas políticas que se imponían de Bruselas, y otros factores externos, se había acabado.
No sé si el retroceso de nuestra producción se ha cubierto con importaciones de otros países, me gusta hablar con las cifras en las manos, y sí como dicen otros analistas, se está convirtiendo en un instrumento de geopolítica en determinadas zonas de África. Pero que la producción del sector está experimentando una contracción muy fuerte en España, lo dicen los números.
Y mientras, la alternativa es que el consumidor europeo y sobre todo español, pague más o que deje de consumir productos frescos, sin que haya una agenda política, o si precisamente, las políticas existentes son conducentes a como decía aquel agricultor, a que Bruselas quiera que en el campo sólo canten las ranas. Cada vez imponen tecnologías, que no sé qué objeto tienen, y sí producen más distorsiones en el medioambiente, que las emisiones que pretenden medir. Incrementan los costes a soportar en una escalada de los precios de los suministros. Pediría más contención tanto en Bruselas como España, en su afán de regularlo todo y en sus políticas que obligan a concurrir en desventaja a nuestros agricultores. De verdad, que no entiendo, qué interés tiene analizar y reportar los millones de datos que saldrían de una explotación hasta de pequeño tamaño. Para crear más burocracia, me imagino, Tot, hay que alimentar al Golem administrativo, que al final acabará devorándonos a todos.
Una visión que agradezco y que aporta ese plus del porqué de las cosas, Sergio Munari.
EliminarPor otra parte, siempre lo he pensado, nos apremian a que compremos productos de casa, que no me parece mal, por supuesto, pero obvian decir que no hay mano de obra de aquí para recolectar nada. Pienso que la sandía que pone : "Origen España", tiene el suelo y el sol, pero nada más que eso, porque todo lo demás es importación, desde quien la siembra, hasta quien la recolecta, pasando por el badulake que lo vende.
Pero me resulta curioso el no poner el origen en unas si y en otras no, obviamente hay un secreto a voces.
Gracias por hacernos pensar.
Salut
Las sandias que la gente come ahora son de Sierra Leona o Senegal. Aquí se penaliza a los agricultores exigiendoles una medidas absurdas medioambientales (no todas son absurdas) pero sin embargo las de estos países donde como todos sabemos tienen una política de seguridad alimentaria y trazabilidad impresionantes se pueden vender. Cosa muy medioambiental esto de traer cosas que podemos producir aquí de forma natural pero que sin embargo traemos de Senegal que esta a 3.000 kms o de Sudafrica que esta a 11.000 kms, por el medio ambiente y eso.
ResponderEliminarTambién hubiera que mirar eso de comer sandía en Diciembre. Ahora se puede comer fresa de Huelva que esta maravillosa y ahora es asequible.
En fin, creo que no hacemos más el idiota con la alimentación porque no nos da tiempo. España por sus diferentes climas es un paraíso para comer frutas durante todo el año y aqui andamos trayendo sandías de Senegal en Febrero- Marzo.
Un saludo.
Es muy curioso, Daniel, y llevas tu parte de razón, con el argumento que nos pones.
ResponderEliminarPero lo interesante, al menos lo creo así, es la parte que nos dices lo de las medidas de trazabilidad extremas a la que se ven sometidos nuestros agricultores, y viniendo del exterior no hace falta absolutamente nada.
Por eso no me extraña que unas sandías pongan el marchamo de origen España, y otras, con el mismo código de envasadora, marca y distribuidora, no lo emitan.
Así, con la misma etiqueta de marca, podemos decir que unas han pasado la trazabilidad exigida y las otras ni por asomo, porque no son de aquí.
Un abrazo
Y se ha de dar por sentado que unas sandías salen a costo de producción muy inferior que las otras sandías, pero que mezcladas a la venta todas parecen iguales, dado que la marca de la etiqueta así lo hace parecer.
Eliminarsalut otra vez.
Y también hay que dar por sentado el escrupuloso respeto a las condiciones laborales de quienes cogen sandías en Sierra Leona o Senegal. 35 Horas semanales, condiciones de trabajo que eliminan las horas con más temperatura, la legislación de Senegal para levantar pesos en el trabajo y esos sueldazos de los operarios agrícolas de Senegal. Eso tampoco influye en el precio y el que las compra en España tiene conciencia sindical de ello.
EliminarUn saludo.
Son estos detalles los que me hacen pensar, cosas insignificantes que encierran multitud de significados, que parecen una chorrada, y que para unas personas son minucias sin importancia, pero que para mí me abren un mundo de preguntas que se tienen respuesta, pero que esa respuesta está escondida porque de entrada ya no le interesa a la marca "per se", porque sino pondrían, como es de obligado cumplimiento, el origen de todas las piezas, pero ponen el mismo etiquetado, con el mismo código de barras y entremezclan las partidas, y unas son de aquí, supongo que las menos, y el resto a mitad de coste , y eso que habrán venido de la quinta puñeta.
EliminarUn abrazo
Lo del etiquetado es todo un mundo, MIGUEL, sinceramente creo que hay que ir con una lupa para saber exactamente lo que compras, porque además de que el sabor es totalmente diferente según procedencia, se trata de ser solidarios con los productores españoles, que efectivamente con todas las exigencias de la UE no compiten en igualdad de condiciones que los productos que vienen de terceros países y eso significa que si la sandía viene de Sudáfrica, como las naranjas, que alucinantemente también vienen de allí o las manzanas de China, para que lleguen en perfectas condiciones a nuestra mesa tras esos viajes larguísimo, no es sólo que se produzcan con todo tipo de pesticidas prohibidos aquí amén de las condiciones laborales que DANIEL está en todo jaja es que para su transporte también se fumigan con cuatro mil porquerías, porque refrigerarlas encarece el producto y ya no saldría a cuenta.. Se pensará… no pasa nada , la piel no se come, ya, pero la tocas y lo digo porque aunque parezca una perogrullada esa fruta hay que lavarla aun con piel porque al tocarla te impregnas igualmente, aquí ya ha habido varias intoxicaciones por ese motivo, en fin... esta vida se está convirtiendo en un más difícil todavía a cada momento , hasta comer una sandía se ha vuelto una actividad de riesgo : ) Un besazo MIGUEL& company : )
ResponderEliminarMira, hay pequeños detalles que abren una caja llena de sorpresa, María.
EliminarEsto que puse, y que parece una tontería, no lo es. Te explico: aquí hay todo un preceso. ¿Crees que los agricultores, pongamos de Marruecos, pero puede ser otro país, siembran, riegan, recogen, y ponen sus sandías en un camión rumbo a España, sin más?, ¿Verdad que no?, pues aquí nos damos cuenta como la empresa de la etiqueta compra sandías de otro origen que no es el español y las mezcla, y como está obligada a etiquetarlas, en las que son de aquí les pone el marchamo Origen España, y las que no, pues el mismo etiquetado, el mismo código de barras, ojo al dato y obviar el origen.
Y no se trata de ninguna obseción contra lo marroquí, sino de como se elude la trazabilidad, esa de la que tanto se presume.
En esa trazabilidad están los fitosanitarios, los productos químicos, los abonos, la mano de obra, los horarios y cien cosas más que desconocemos pero que en España están reglados (aunque algunos se incumplen), pero nada que ver con la agricultura fuera del espacio europeo.
Las etiquetas están no para coleccionar, como hace mi nieto, sino para informar, y de ellas puedes saber un mundo.
Un beso y buen dia ¡¡¡¡¡