Pero los fascistas, claro, siempre son los otros.

sábado, 16 de julio de 2022

Lo de Farreras. Jordi Évole

 






 Suelo seguir a Évole, y me ha gustado el tirón de orejas que le ha dado al Farreras en La Vanguardia de esta semana:


Hace tiempo que no aspiro a ser héroe de nada, ni el Robin Hood de las causas justas, ni el más valiente por alzar la voz donde otros no la alzan. Este artículo no va de eso. No quiero dar lecciones a nadie. Todos tenemos nuestros muertos en el armario y ese titular a cinco columnas que podría arruinar nuestra carrera.

Trabajo desde hace 16 años en La Sexta, del grupo Atresmedia. Alguien me dijo que las televisiones eran como un hotel: tienen tantas habitaciones que es imposible que te gusten todas, pero tienes que aspirar a decorar la tuya como quieres. En algunas ocasiones, la dirección del grupo ha sentido orgullo por lo que hacemos. Otras, la línea editorial de mis programas no ha coincidido con la de los jefes y no por eso han dejado de emitirlo, aunque hayamos discutido hasta el infinito y más allá. Hay algo de matrimonio de conveniencia: nosotros hacemos programas incómodos para los de arriba, pero como el programa lo ve mucha gente, los ingresos publicitarios y la repercusión que genera satisfacen a los mismos a los que les causa incomodidad. A la vez, es un lujo trabajar con unos presupuestos que nos permiten tener los medios y las plantillas necesarias, y además emitirlo por una cadena con mucho más público que otros canales alternativos.

No creo en las organizaciones monolíticas. Es bueno que en las empresas haya debate, autocrítica, y exponerla si es necesario. Creo que ahora es un buen momento para hacerlo. Tengo una muy buena relación personal con Antonio García Ferreras. Podemos hablar y discrepar de todo, menos del Real Madrid. Ferreras, para quien lo haya olvidado esta semana, era el jefe de informativos de la Ser cuando esa cadena informó a sus oyentes de que el atentado del 11-M no había sido obra de ETA, tal como mantenía el gobierno, a tres días de unas elecciones generales. Ferreras, al frente ya de La Sexta, ha defendido contenidos comprometidos y ha remado a nuestro favor en momentos complicados. He participado en sus programas siempre que me lo ha solicitado. Los dos tenemos muy claro que ni él me debe nada a mí ni yo a él. Nos respetamos y nos apreciamos. Y discrepamos

A mí me gusta la tele reposada y a él la frenética, donde constantemente pasan cosas aunque no pasen. Él dice que soy el finolis del Rincón del Gourmet y yo le replico que su fast food no tiene por qué indigestar. Pero para eso hay que evitar los alimentos tóxicos, y si tú incluyes entre tus ingredientes habituales la especia Inda, es fácil que te intoxiques.

Seguro que yo tampoco saldría bien parado de una grabación robada con Villarejo. Alguna de mis frases y el tono de colegueo que él practica me sacarían los colores, como creo que en el fondo sonrojan a Ferreras, quien, por cierto, también dice frases en esa conversación que le dejan en buen lugar, como destacaba en Twitter el periodista Carlos Hernández.

Pero creo que a Ferreras le ha faltado autocrítica. Su audiencia la hubiese entendido mejor que su huida hacia delante, su cierre de filas. Algo estamos haciendo mal. Y sería bueno que lo corrigiésemos. Hemos dado demasiadas lecciones de periodismo, de objetividad, y ahora se nos exige lo que hemos exigido a los demás. La Sexta ha llegado a donde ha llegado gracias a profesionales como Ferreras. Lo que ha costado tanto ganarnos lo podemos perder rápidamente. No confundamos el informar con el influir, por más que esa sea una de las debilidades del oficio. Ejerzamos nuestro poder, con honestidad, sin histrionismos, sin linchamientos. Y recordemos que no somos ni el primero, ni el segundo, ni el tercero. Somos el cuarto poder. Que no es poco.


8 comentarios:

  1. La verdad es que no se muy bien de que va esto. Nunca me ha gustado el estilo "Ferreras", si me gustaba más Évole. La imparcialidad no existe y cada uno tiene su línea editorial y no lo veo mal. Lo que veo mal es intentar camuflar esta lineal llamándola "imparcialidad".
    No me gusta la gente imparcial porque siempre mienten, me gusta que el periódico tenga una línea y que me de informacion, de esta manera te lees dos periódicos de lineas diferentes y sacas tus conclusiones, que es lo que yo hago.
    Un saludo.
    P:D: De este caso en concreto no puedo hablar. SE que va de Villarejo y de su fiabilidad cuando habla mal de una parte y de sus mentiras cuando habla de la otra. Ahora parece que Villarejo es Salomón y solo es un oportunista.
    Un saludo

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  2. Ferreras més que autocrítica, el que hauria de fer com el seu col·lega Inda o el Marhuenda, es deixar de vomitar porqueria i plegar. No hi ha justificació posible ni autocrítica que valgui, perquè seguirà igual.

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  3. Debería cambiar su slogan "más periodismo" por el de "más que periodismo" y que cada cual interprete a donde lleva ese "que" añadido.
    A mi, nunca me ha gustado (lo cual es totalmente irrelevante) y le veo demasiado "paisaneo" (de paisano).

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  4. Me cansa este señor, el Farreras, DANIEL F. Es un apóstol, pero no puedo con el Iglesias, se cree un líder, cuando no llega a nada más que oportunista.
    Me ha parecido interesante colgar el escrito. Lo encuentro bien definido.
    Un abrazo

    És cansino y creu que dona eixemple de periodisme. Talla a tot hom que no le balla el que diu. Fa temps que no veig el seu canal. La 2 o el 24H
    Una abraçada FRANCESC PUIGCARBÓ

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  5. De acuerdo , NOXEUS, no te puedo rebatir.
    Una abraçada
    Salut

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  6. Para mi, Farreras, es un trozo de entretenimiento, que va después del programa mañanero de TV3,donde unos chicos muy monos(por su ropa informal,que me encanta).Luego ya el Netflix, de acompañamiento en la comida con mi mujer. Hablamos, criticamos y en fin,es nuestra rutina.
    El Inda, me encanta, como Marhuenda. No por lo que me aporte en cuanto a tomar un criterio, de las noticias, que no me creo a ninguno de los dos, lo es por el espectáculo que aportan. A Évole, nada de nada.Ni me divierte, ni me aporta ningún criterio de credibilidad. Esas barcas, llenas de emigrantes, sus charlas con el presidente de Venezuela, me plantean dudas. No me fio, ni es gracioso. Lo veo todo de maqueta, de preparado, artificial.
    Todos ellos, quieren ganarse el titulo de capitanes de la verdad, son sólo productores de programas, que les dejan buenos beneficios. Al menos que den espectáculo, mientras que lo den, tienen un futuro asegurado. Pero todo pasa. Los gustos cambian.
    Saludos

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  7. Muy interesante tu punto de vista, CAR RES, mucho.
    Encuentro a faltar personas con convicciones fuertes, más allá de lo político. Personas que no tengan miedo de perder su estatus, gente de convicción.
    Prima el dinero, el poder, la fama, el mandar...
    Como decía La Lupe, en aquella canción: Teatro, lo tuyo es puro teatro...
    Sigo en la 2 de los documentales con bichos y las 24H que me agrada porque es muy abierto.
    Un abrazote

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  8. ay que lástima que la sexta es como Sálvame, pero de politica,

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