Pero los fascistas, claro, siempre son los otros.

viernes, 2 de octubre de 2020

Un confesionario de lineas "puras"

 Uno recuerda confesionarios de la época de los años 60,  de estilo barroco; de lineas tenebrosamente ondulantes, oscuros, con reposa-rodillas exteriores para genuflexiones largas, tan largas como para cinco Padre Nuestros y tres Ave Marías. Pero hete aquí que se han ido modernizando, como los tiempos, y hoy se nos ofrecen, para el pecador empedernido, claro, unos tipos de confesionarios que sólo les falta la televisión "on line".

Este que les enseño, racionalista de diseño, les espera en Sarrià.

Un recorda confessionaris de l'època dels anys 60, d'estil barroc; de línies tenebrosament ondulants, foscos, amb reposa-genolls exteriors per a genuflexions llargues, tan llargues com per a cinc Pare Nostres i tres Ave Maríes. Però hete aquí que s'han anat modernitzant, com els temps, i avui se'ns ofereixen, per al pecador empedreït, clar, uns tipus de confessionaris que només els falta la televisió "on line".

Aquest que els ensenyo, racionalista de disseny, els espera en Sarrià.






17 comentarios:

  1. Hola Miquel:
    Tendrá las lineas puras pero lo veo raro como un ataúd.
    Perdona pero así veo ese confesionario.

    Un abrazo.

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  2. jejejejeje, esa es buena MTRINIDAD.
    Y nada de perdona, aquí a opinar, y a ver cosas de Barcelona, que hay algunas de curiosas.
    Un besote y buen día, que empieza la fresca ¡¡¡

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  3. Pues el pecado queda en secreto de confesión y casi podría decirse que el pecador también. Espero que haya un cerrojo interno para no ser interrumpido por otro pecador que improvisamente entre a confesarse.

    PODI-.

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  4. Un armario es lo que parece, aunque la madera tiene la pinta de ser buena. Ego te absolvo.

    SALUT

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  5. Qué nivel. Modernidad ante todo. Así da gusto pecar. No da miedo como los antiguos. Parece un ascensor o un fotomatón. Me imagino dentro al cura con una calculadora:
    -A ver, Manolito, qué pecados tienes.
    -He robado una bici y se la he metido a mi novia un poquito.
    -Pues ve y termina el polvo, que esta máquina no saca decimales.
    Un saludo.

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  6. Si CARLOS PORTILLO PODI, esto es modernidad.
    Un abrazo

    AMEN,
    FRANCESC PUIGCARBO.
    Salut

    Eso, eso, CAYETANO.

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  7. Aconseja, mejor en la sacristía. En ese armatoste no entran ganas de confesarse,mejor de tú a tú,así te ahorras el sicólogo o el bloguero de turno con ansias de confesor.
    A la memoria me viene,cuando niño a confesionario abierto , el aviso de tu padre:cuidado con lo que le dices al cura.Total para dos "paji-llas" de nada.No sé qué esperaba que le dijera,inocentes como éramos.

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  8. Jajajajajaja...esa también es buena, CAR RES
    Un abrazo

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  9. Sin duda, en los tiempos del cristianismo preconciliar debía ser asfixiante escuchar las confesiones de las beatas y beatos, pecadores culpabilizados por pecados de la carne y el deseo. Ahora no tengo ni idea de qué se puede confesar los pocos que lo hagan. Si quitas los pecados sexuales, ¿qué queda? Porque los sociales nunca se han considerado auténticos pecados. La noción de pecado es anómala en nuestra sociedad, aunque en ambientes latinoamericanos hay muchos jóvenes que todavía van a misa. La religión es algo que parece desfasado y la confesión más todavía aunque haya confesionarios de diseño.

    Recuerdo las confesiones de Ana Ozores a su confesor Fermín de Pas en La Regenta. Eso eran confesiones y eso era un director espiritual.

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  10. Ostras , que bueno JOSELU, La Regenta, la tenía olvidada, habré de volver a abrir el libro ¡¡ Y los pecados sexuales han de ser de categoría, eso de engañar al marido o malquerer a la mujer ya no se lleva, es de antiguos, Hoy el poliamor está de moda, y quien no lo practica es un ajado entrado en años y un viejo desfasado.
    es tanto y tan grande los cambios que ya no hay pecado que valga la pena.
    de todas formas, JOSELU, tengo una frase de cosecha propia que creo le va al dedo:
    "Si has de hacer el mal, hazlo bien"

    Un abrazo
    Gracias por estar

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  11. Es de estética post-conciliar. La iglesia quiso adaptarse a los nuevos tiempos, al racionalismo, encontramos muchos ejemplos en la iglesia catalana, algunos mucho mejores que este, pero se agradece el "aggiornamento".
    Este arte post-conciliar -monserratino- presenta piezas de mobiliario y sobre todo de orfebría (Capdevila, joiers). También hay ejemplos en el diseño y la arquitectura del grupo R, Moragas, arquitecto, fue un buen representante de ello.
    Salud
    Francesc Cornadó

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  12. Gracias por la aclaración, FRANCESC CORNADO, intuía que algo podrías decirnos sobre el tema, a mi particularmente me gusta uno racionalista que hay en la iglesia de los hogares Mundet, junto a una pila bautismal de Subirachs.
    Gracias
    Salut

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  13. Los antiguos, con esas filigranas y tallas, son obras de arte. Los miro con curiosidad en las catedrales.

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  14. Miquel, conozco el confesionario de la iglesia de los Hogares Mundet, es precioso, desconozco el autor.
    Abrazos

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  15. No me pierdo uno, PACO CASTILLO, todos están hechos manualmente, no hay una IKEA de confesionarios. Vale la pena verlos
    Un abrazo

    También yo, FRANCESC CORNADÓ y eso que tengo un trabajo sobre las obras que hay dentro, desde las vidrieras, pasando por los frescos, la arquitectura sacra y demás, pero no he conseguido saber nunca el autor.
    tampoco lo sabe el cura nuevo que hay, en anterior hace tiempo que está muy enfermo y ya apenas abre, pues allí no hay clientela para dar misa.
    Un abrazo

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  16. Pues no se, se da un aire a un armario de encargo, no de IKEA.

    Está a punto de caer desfasado, dentro de poco el Vaticano autorizará una APP para el móvil, donde podrás descargar tu conciencia, y te dictará una penitencia acorde.

    Conozco un chiste sobre confesionarios por ordenador, pero me parece un poco grueso para publicarlo aquí.

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  17. Si, RODERICUS, mejor no poner chistes que igual nos chapán la página.
    Un abrazo

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Quizá sería un tema para un poeta, no lo sé. Los postes de madera en Barcelona ciudad deben quedar contados con el dedo de una mano y, antes...