Entrada de una portería de la calle Carretas. Foto actual.
DOMICILIOS OCUPADOS POR LA DROGA
Decenas de narcopisos devuelven la heroína a las calles del Raval. ( El Periódico)
La centrifugación de vecinos ha agujereado un barrio en el que anidan camellos que venden sin disimulo
Los traficantes revientan la convivencia de escaleras vecinales y sacan a los toxicómanos de la narcosala
En el distrito de Ciutat Vella de Barcelona la Guardia Urbana ha contabilizado unos 60 narcopisos. No todos siguen activos. La mayoría de estos domicilios abandonados por sus antiguos inquilinos y ocupados por traficantes están en el barrio del Raval. Se utilizan para el menudeo de droga, como 'guarderías' (para esconder la mercancía) o como salas de venopunción clandestinas. Las investigaciones policiales más recientes han hallado en su interior marihuana, hachís, pastillas de éxtasis, crack, MDMA, cocaína y, también, heroína. Cualquier narcotráfico que anide en un edificio de viviendas deteriora la convivencia. Pero el de heroína la aniquila por completo.
Los análisis de 200 muestras de heroína analizadas por Energy Control, recogidas desde el 2014 en el Centro de Atención y Seguimiento (CAS) de la calle Santa Madrona -la narcosala Baluard- demuestran que se trata de dosis altamente adulteradas. Pero el precio (10 euros) no admite discusiones. Que los traficantes diversificaran su negocio ofreciendo a los toxicómanos un espacio para inyectarse era solo cuestión de tiempo. La conjugación de estos factores ha desenterrado una fotografía casi preolímpica: toxicómanos andando por el centro del Raval.
Toxicómanos a la vista
Los estudios que maneja la Agència de Salut Pública no detectan ningún incremento del consumo de heroína en la capital catalana. Es decir, no hay más yonquis, lo que pasa es que desde finales del 2016 el fenómeno de los narcopisos los ha sacado a la luz pública. O mejor dicho: los ha metido literalmente en las escaleras vecinales del Raval. En bloques como los de la Riereta, En Roig, Sant Gil, Reina Amàlia, Carretes, Robadors, Botella, Sant Pacià, Hospital o Arc del Teatre.
Los primeros que lo saben son los propios educadores de esta agencia. Uniformados con camiseta roja, tratan de "reducir el daño" que genera este brote público de heroína. Merodean incansables por los portales de los narcopisos, ofrecen jeringuillas nuevas a cambio de las usadas e intentan persuadir a los toxicómanos para que regresen a la narcosala, donde están mejor atendidos y causan menos conflictos. También median entre estos y los vecinos, que están para pocas mediaciones.
"Pero vamos a ver -se impacienta el vecino Juan Martín-, si todo el mundo sabe que dentro de un piso se trafica con droga ¿Por qué cojones no entra la policía y los saca a todos?". En esta pregunta se resume la desesperación de todo el vecindario.
Narcopisos con carteles de neón
El derecho a la inviolabilidad del domicilio, recogido en el artículo 18.2 de la Constitución, significa que la policía no puede entrar en una casa si no tiene una orden judicial que se lo permita. Conseguirla requiere acreditar ante el magistrado pruebas de que en un piso se trafica, no basta con que resulte evidente para los vecinos. La investigación conlleva semanas de trabajo. Los traficantes lo saben, y "lo aprovechan", explica un mosso d'Esquadra.
En Catalunya existen grupos criminales dedicados a buscar y encontrar casas vacías, reventar las puertas y cambiar las cerraduras y, en última instancia, vender las nuevas llaves por "2.000 o 3.000 euros". Un policía que lleva meses investigando el fenómeno de los narcopisos lo resume así: "Los traficantes pagan esa cantidad y queman los pisos vendiendo sin disimulo hasta que podemos echarlos".
En el Raval la droga la están moviendo pequeñas bandas más o menos organizadas e integradas fundamentalmente por hombres de nacionalidad rumana, pakistaní o marroquí, según los datos policiales. Rara vez los jefes que controlan estos grupos viven en los narcopisos. Tan solo se pasan por allí a controlar. Al frente de cada uno de estos sitúan a empleados que, a menudo, aceptan porque también están enganchados a la heroína. En el interior de estos puntos de menudeo hay jeringuillas y accesorios para chutarse. Los traficantes ofrecen un servicio integral.
Desde enero, los Mossos y la Urbana han entrado en 22 narcopisos. El último golpe policial fue este jueves en la calle Sant Gil. Los dueños de los bajos del número 11, Oriol y Xavier, se apresuraron a sellar puertas y ventanas en cuanto terminó el registro policial. La cosa no funciona así cuando los propietarios no responden, y con su despreocupación, consienten que el tráfico se reactive a las pocas horas.
Un barrio agujereado
La edil de Ciutat Vella, Gala Pin, reconocía hace poco en Facebook que el consumo de heroína se ha hecho evidente en algunas "zonas" del Raval. No en todo el barrio. Decía también que han respondido intensificando la presión policial y creando equipos de limpieza específicos para los alrededores de Riereta y de En Roig. Pero para extirpar este quiste, señalaba Pin, lo que resulta indispensable es rellenar con "familias" los agujeros que ha dejado durante años un mercado inmobiliario que expulsa a los vecinos. Las empresas que han acumulado estos pisos vacíos para hacer negocio, sin embargo, no están por la labor.
El vecino Toni Salas denuncia una "sinergia objetiva" entre bancos, fondos de inversión inmobiliarios y traficantes de droga. Se basa en que hay compañías, con sede en el extranjero, que ni siquiera están denunciando judicialmente las ocupaciones. Ni se molestan tampoco en tapiar los pisos que poseen tras una operación policial. Ninguno de ellos convive con yonquis, jeringuillas y heces. Es más, si los vecinos se marchan, lo hacen vendiendo a buen precio metros cuadrados destinados a revalorizarse.
Ruido de cazuelas
Hace seis semanas, en Riereta, una pelea a machetazos entre traficantes dominicanos encolerizó tanto a los vecinos que desapareció el miedo. Comenzaron una cacerolada de protesta que desde entonces viene repitiéndose cada día a las 22.00 horas. También en la calle de En Roig y Sant Gil salen a golpear cacharros de cocina. Eso requiere valor. Porque provoca conflictos con los traficantes, que los han amenazado a menudo, incluso con cuchillos y con jeringuillas. "Últimamente nos dicen que nos fijemos en que hay menos jeringuillas por la calle", explica Carlos. "No basta con eso, queremos que se vayan". El 9 de septiembre han convocado la primera manifestación para que les escuchen.
més que can fanga, BCN sembla can pixa, a la Gala Pin se li ha girat feina, molta feina.
ResponderEliminarCan pixa, si.
ResponderEliminarÉs una dona jove que sembla visqui en Terra del Foc. Les solucions han de arribar rapidament, sino hi haura merde gros. La gent no pot viure.
Cada día de cami a T d C paso per aquet carré (Roig)..és simplement fastigos, fastigos.
Pobres veïns, sembla que visquin sense cap deret, Ningú pensa en els nois petits. No és just.
Una abraçada. Fins la trucada de demá.
salut
Durant els quatre anys del Trias vaig poder contemplar moltes protestes absurdes al barri, ara ningú o poca gent diu ni piu, amb l'afegit que moltes coses eren fruit dels molts anys de govern socialista, aquests ho havien d'arreglar tot i al capdavall van haver de fitxar socialistes. No es poden dir aquestes coses perquè et titllen de filoconvergent o fatxa però al menys en l'etapa anterior teníem un regidor que 'hi era', al Poble-sec, les va passar de seques i de verdes amb tot allò de Can Vias, tan mal resolt, però va arreglar un mnt de temes pendents i poca gent li ha reconegut. Es trist però els partidismes fan que les coses no funcionin i, a sobre, sembla que si manen 'els teus' ningú no vol que sigui dit que ho fan malament o que, encara pitjor, no fan gaire res. Han aturat la construcció d'hotes, resultat pervers: a davant de casa ja tinc un munt de blocs de pisos dedicats a apartaments turístics. Han reduït les terrasses de grat o per força però cada dia es perden més botigues antigues. De vegades potser penses 'que em quedi com estic', quan els il·luminats volen arreglar les coses són menys eficaços que els corruptes, per desgràcia.
ResponderEliminarDe tota manera, cada dia crec més en persones i no en partits, la veritat.
ResponderEliminarEs una desgracia. Las autoridades conocen quienes son los traficantes, saben que el problema es mayúsculo y los ciudadanos no vemos ninguna acción que frene todo esto. ¿Qué hacen las autoridades? ¿En qué piensan?
ResponderEliminarBarcelona se está degradando, huele a droga y a orín.
Salud
La heroína es un cáncer que se expande y cuando te das cuenta, estas rodeado. Mucho cuidado con este tema...y no se trata de ocultarlo, que la gente se pinche en narco salas o en otros sitios, se trata de un tema que hay que combatir de forma feroz, sin tregua, sin descanso y sobre todo sin complejos...
ResponderEliminarAra, en la cantonada de Tamarit/Calabria (paperería Mistral) , JÚLIA, se está fen apartaments turístics..De un piso hacen dos, tal como sona.. i no és hotel , és apartament. De veritat, insufrible.
ResponderEliminarHan futut fora els veïns que hi eran llugaters i a la puta calle.
Completament d´acord en el teu apartat : Es trist però els partidismes fan que les coses no funcionin. I és así.
Estic molt, molt triste. Aixó no és barri, és una merda.
Una abraçada.
te digo que enfrente de casa tenemos plantación, se ve y lo saben todos. El olor , te aseguro FRANCESC CORNADó, nos obliga a cerrar la ventana. De vez en cuando alguna razzia policial, pero lo justo y necesario. No me interesan tantos buenismos y tanto asamblario, Francesc, no me interesan. Lo que quiero es simplemente vivir, y no estar siempre sorteando mierdas, orines, pintadas y olores.
Salut
Pues ya ves el panorama de Barcelona. TEMUJIN. Sale por toda la prensa, con nombres , calles, apellidos, sistemas y disquicisiones. Y así vamos.
Somos buenistas. Todo vale y todo es permisivo. Así nos va.
Salut
Primero:No confundir,apartamento turístico (tiene una legislación cercana a la de los hoteles,pero propia),con piso con actividad turística,que tiene su propia legislación.Este último puede ser el piso completo o algunas habitaciones,se ha de registrar como tal en el Ayuntamiento,tiene un sentido de complemento económico del propietario(siempre han existido).
ResponderEliminarSegundo:Tanto los hoteles como los apartamentos turísticos, tienen un sentido comercial lícito que pueden ser regulados por bien común,crean puestos de trabajo e impuestos,tan necesarios para pagar las pensiones.
Tercero:Esa zona de Barcelona,tiene un futuro turístico muy grande,una revalorización clara.Hace mucho tiempo que se intentan comprar bloques enteros con más o menos presión,eso no hay quien lo pare.
Lo de los drogata,es simplemente una anécdota,van por el abandono del lugar.Cuando pase unos años y entren las grúas se irán a otra parte.
PEPE: Bien. Pero a lo que vamos. Ya no queda barrio. No queda. Cuatro carcamales entre los que me cuento.
ResponderEliminarEn cuando los de mi escalera (23 puertas) Eixample izquierda, barrio de sant Antoni, nos vayamos muriendo, nadie podrá ocupar ni hacer raíz. Porque será prohibitivo. Quedamos 7 pisos de propietarios. El resto es realquilado. De los propietarios, 2 pisos no pueden acudir a la reunión de vecinos porque son muy mayores.
Entre 5 para 23 puertas lo hemos de resolver todo. Ya no hacemos presidente, ya lo somos vitalicios. Pero las otras 18 puertas , en las cuales hay un par que son pateras, no solo no ayudan, sino que lo joden todo. La limpieza, el ascensor, los ruidos, las jaranas hasta las 3 de la mañana hasta que te hinchas y entonces bajan el volúmen... Pero de colaborar nada, ninguna de las 18.
Y como nosotros todo el barrio. Así que las tiendas van cerrando y el barrio se va muriendo hasta que se iguale a la Barceloneta. Todo cartón y disfrute de foráneos.
salut
El infierno en la Tierra.
ResponderEliminarA veces no hace falta leer a Dante.
Un saludo, Miquel.
Al menos nos queda el consuelo que Dante pasó del infierno, con intermedio en el purgatorio al paraíso.
ResponderEliminarLo de Barcelona no deja de ser una tragicomedia sin final.
Un abrazo CAYETANO GEA
Generalizar es malo y crea violencia.No todos los catalanes somos indepentistas.No todos los que tenemos un piso con actividad turística,somos granujas.No todos los que nos movemos en bicicleta somos incívicos.No todos los que tenemos perro somos unos guarros....Deberias aclararlo en tus escritos.Barcelona es guapa y se vive de maravilla.
ResponderEliminarPEPE:
ResponderEliminarSiempre lo he dicho. No hay mejor ciudad.
Hoy hablo de un problema particular que traza El Periódico, y que se va de las manos y que se tiene que solventar.
Salut
Yo tengo un apartamento turístico enfrente, desde hace muy poco, y trasnochan hasta las cuatro o cinco de la madrugada, cada día y desayunan a las cinco de la tarde y la música a toda leche, llamé a los mossos...Y ni caso me hicieron.
ResponderEliminarY así nos va.
Muchos besos y abrazos estimado MIQUEL.
Me han comentado, MTRINIDAD, que es una mancha de aceite que se extiende en todas direcciones . Y debe de ser cierto porque me escriben de Madrid y me dicen los mismo.
ResponderEliminarUn besote y cuidate mucho ¡¡¡¡¡
Muchas gracias querido MIQUEL.
ResponderEliminarA ti, mi niña..
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