En este caso una vuelta por el puerto a bordo de una "nao" realmente curiosa.
i amb ell algunes de les experiències més curioses d'aquesta, nostra Barcelona.
En aquest cas una volta pel port a bord d'una "nao" realment curiosa.
No las veía igual, unas tenían un verde más intenso que otras, además de tener un perfil más puntiagudo, así que para quitarme de dudas habl...
Bonita la NAO, pero tú estabas en tierra firme?
ResponderEliminarUn abrazo, todavía queda mucho calor, por ejemplo hoy.
El cambio climático se ha hecho notar este verano.
Es verdad, precioso ese barquito y sí, mi querido MIQUEL, resígnate, estamos en otoño así que vas a tener que aprender a mirarlo con buenos ojos ¿sabes cómo descubrí yo su magia? - que me costó - llendo al bosque con expertos en setas
ResponderEliminar¡alucinante lo que descubres desde esa perspectiva en otoño! todo un micromundo mágico y absolutamente desconocido.
Prueba ! ;)
Muchos besos y no, a ti no te pilla ni el del carrito del helado, ni un avión a reacción en vuelo rasante ;)
¡ Un afectuoso saludo, desde Barcelona !El final del Verano, me trae recuerdos agridulces-que comparto con gusto. Hablo de mi adolescencia, por tierras de Murcia, años 60. Mis padres con personas amigas, organizaban, en la Huerta, casa de un familiar, una comida de hermandad-para hacer más llevadera la vuelta a clase, al trabajo.. Siempre empezando el mes de Septiembre (Tras 14 días, en familia, de gozosa playa: Mar Menor ) y nos lo pasábamos la mar de bien: adultos, niños y adolescentes. La rica paella murciana, escanciada con vino de la tierra y refrescos, dulces caseros. A los pocos días la vuelta al cole, la rígida disciplina, muchas horas de clase: demasiada teoría, castigos ya conocidos, el sentido-control franquista y el catolicismo conservador, latente en todo lo que se pensaba y hacía.
ResponderEliminarPor cierto muy originales y bonitas fotos en tu siempre grato artículo,con un texto muy agradable, cercano y ameno. La Barcelona marítima, siempre tiene mucho encanto, el puerto incluido y las entrañables Golondrinas, que disfruté por primera vez, al poco de llegar a Barcelona en 1969. La playa de la Barceloneta, me trae, por igual, buenos recuerdos, por esas fechas.
¡ Muchas gracias por la amable lectura y confianza, al haber compartido tu estupendo artículo y mis aportaciones-vivencias. Sigue la buena conversación y puntos de encuentro !
Si, yo soy de tierra MTRINIDAD, no me da mucha confianza la nave en cuestión
ResponderEliminarUn abrazo
Salut
Supongo que el otoño está para las mangas tres cuartos, pero una vez desaparecidas estas, MARÍA, ya no entiendo la necesidad de esta estación del año.
Un abrazo ¡¡¡¡
Gracias por compartir tu tiempo en esta, tu casa, ANTONIO AYALA PAYET.
Un abrazo.
Salut
No será verano, pero el día que has elegido para navegar es perfecto y estival.
ResponderEliminarTenemos mar en la ciudad y a veces parece que lo olvidamos.
Buena travesía, marinero.
No podría vivir sin ver el mar, AMALTEA, aunque fuera sólo una vez por semana.
ResponderEliminarSalut
Res tranquilitza més que veure com el cicle natural segueix el seu curs i renova els fruits. A vegades n'hi aprou, però, amb trobar el nostre racó i el nostre moment.
ResponderEliminar"n'hi ha prou"*
ResponderEliminarComparteixo el teu escrit.
ResponderEliminarSalut ENRIC H MARCH