Fue a primeros de siglo cuando Ramón Casas se dedicó al carboncillo y a los carteles. Con un estilo inconfundible, pocos de ellos quedan en las calles de Barcelona. Están catalogados como obras de arte. En la calle Roger de LLuria, a la altura del número 85, aún podemos observarlos, pues están grabados al vidrio, en la fachada de un colmado ( que bella palabra ) que guarda todo el sabor de primeros del siglo pasado. El colmado se llama J. Murria y, no se trata tanto de hacerle propaganda, como de que cuando pasen cerca de él, se acerquen a ver unas imágenes dignas del mejor museo .
Clicar sobre las fotos para verlas al detalle.
Muy bello como poco. A ver si algún día paso por la calle de quien lucimos los colores y veo estas obras de arte con mis ojos.
ResponderEliminarCada vez que paso por allí me paro a mirar esa tienda. Es una verdadera obra de arte.
ResponderEliminarDurante diez años los veía cuatro veces la día, por lo menos.
ResponderEliminarahora ya no estoy por la zona y cuando estoy cerca paso a contemplarlos.
Es un gozo para la vista, pero no sólo los carteles, sino los productos que se exhiben en los escaparates, que degustarlos, si se pudieran comprar, por aquello del precio, además de engordar sería pecado
Miquel pot ser que en Casas fos també autor de cartells de Cigarrillos París?? recordo una expo a Olot sobre aquest tabac.
ResponderEliminarNo lo se, lo miraré. Gracies.
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