Les dejo con los grabados de la famosa "Tauromaquia". Los dividiré en tres partes, dado que la colección está completa y son muchos los grabados a insertar.
Viene a cuento porque acabo de leer una entrada en el bloc de Fackel sobre Goya, entrada a las que les remito, porque encuentro que es un bloc muy interesante.
Estas láminas pertenecen a la quinta edición (1921). Juan Bufill. Crítico de Arte, en La Vanguardia del 12 de noviembre de 1993, refiriéndose a estos grabados, dijo que Goya jugó con las luces y las sombras, mientras desdeñaba los géneros a los que el arte de la época se autolimitaba -temas bíblicos, mitológicos o de la historia oficial-, y se atrevió a profundizar en la condición humana, criticando los avatares de su época.
Creo que a los amantes del dibujo, sea o no taurino, les agradará.
Goya era un pintor diferent, m'agrada molt.
ResponderEliminarSalut.
Certament. Salut FRANCESC PUIGCARBÓ
EliminarSon pequeñas láminas, unas más agradables que otras de ver. Están muy repartidas por todos los museos de España. Pienso que era una forma de ganarse la vida de Goya, hechas rápidas y vendidas a buen precio, pero se ve la calidad.
ResponderEliminarEn el Museo de Bellas Artes de Córdoba, hay un buen número de ellas, siempre que puedo les echo un vistazo.
Saludos.
Admito que me espantan las corridas de toros (pero respeto a quienes les gustan; "vive y deja vivir), sin embargo, aprecio la valía de las manifestaciones artísticas que se han nutrido de la tauromaquia, y estos grabados de Goya son muestra de lo que digo.
ResponderEliminarSalut, Miquel.
Grabar sobre plancha no es sencillo, CAR RES, y estas, por lo que se ve, estaban hechas en planchas de cobre. El buril y la mano del maestro hicieron el resto. Supongo que es tal como dices, una manera de ganarse la vida.
ResponderEliminarhe de volver a Córdoba, aunque ya no esté don Julio. Es una ciudad que me encanta.
Un abrazo
Un trabajo, el de grabador, bien artesanal, PACO CASTILLO, la temática tampoco es compartida por mi, pero verás mañana y pasado mañana (con el resto de las imágenes) unas escenas que son bien curiosas.
Un abrazo y cuidate mucho.
Aunque el espectáculo actual de los Toros me aburrió siempre (suficiente motivo el del aburrimiento para no interesarme) considero que lo que se practicaba antes tenía más mérito que lo de ahora, sangriento, por supuesto, pero también los tipos se la jugaban, a mayores de los caballos y los toros, por supuesto. Goya tiene una mirada para todo muy incisiva. Lo refleja muy bien en la Tauromaquia. Si a eso le añades las técnicas que dominaba su valor es único. Las series de Desastres de la guerra no son menos suaves que la Tauromaquia, ¿verdad? Los Caprichos y los Disparates ya son la sátira -filosófica y no solo anecdótica, oiga- hecha imagen. Cada vez que voy al Prado no puedo dejar de visitar las salas de Goya (también Velázquez y Rubens y lo que me dé el tiempo evitando el síndrome de Stendhal) Ver la obra de Goya es emocionarme, sentir, conocer mejor la intrahistoria de España, si se tiene interés en conocerla, si eres receptivo. Nada hay trivial en la obra de Goya. Nunca entenderé que la gente pase un minuto ante un cuadro, de Goya o de quien sea. ¿Qué coño estará viendo en solo uno o dos minutos y a la carrera?
ResponderEliminarJajaja, muy bueno, FACKEL, muy bueno...un minuto...
ResponderEliminarUn abrazo
Por otro lado te diré que ir a El Prado y pasarse todo el día es un error. Tuve un buen profesor de H del Arte que decía que cuando se va a El Prado se tenía que ir a por un pintor, o por una época o por salas. Y creo que lleva mucha razón. Yo he entrado para ver solamente la sala de El Bosco y Las Meninas.
ResponderEliminarUn abrazo