Por lo que parece, los primeros indicadores fueron rótulos pintados en la caja del tranvía. Con el tiempo, se introdujo las placas y las luces de colores. ¿Por qué?, esa era una pregunta que me había hecho siempre. La respuesta está en los libros que encontré en la Biblio de El Carmel.
Pues fue debido en gran manera al gran analfabetismo de la época. Así y, a grandes rasgos, las personas diferenciaban las diferentes líneas mediante la diferente combinación de colores.
Esa es la simple explicación, a grandes rasgos, que me ha dado el escritor e historiador que pongo al final de esta página.
Les dejo con todos los indicadores que hubo en los tranvías de Barcelona, y sus respectivos colores
* "Els Tramvíes de Barcelona" de Albert Gonzàlez Masip. Col.lecció Camí Ral Nº 10 i 11.
Como los semáforos. Siempre que leo la palabra antaño, me viene a la cabeza la palabra hogaño. No tengo claro que hubiera tanto analfabetismo en 1900, mi padre nació en 1917 y en el pueblo no había analfabetos de su edad, mis abuelos no eran analfabetos tampoco, ni los maternos.
ResponderEliminarSalut.
Supongo que depende de los lugares. Mi padre aprendió a leer y escribir en el ejército. Sus hermanos, mis tíos (tuve 10), algunos (los más pequeños) fueron a la escuela; los mayores aprendieron (leer y escribir) cuando se largaron de la casa paterna y empezaron a trabajar. (Galicia rural, finales del siglo XIX, principios del XX)
EliminarTampoco lo sé yo, Francesc, pero vino y venía mucho personal de toda España, por cuestiones de trabajo , y no todos con la misma preparación, quizá vaya la cosa por ahí.
EliminarSalut
Sí, esa es la respuesta, más o menos, que le he dado a CAYETANO, RICARD. Muchos venían a Barcelona sin el aprendizaje de la lectura y la escrirura. También yo recuerdo lo de las clases de leer y escribir cuando la mili, de eso yace más de medio siglo.
EliminarUn abrazo
Puedo asegurarte que durante mi infancia habia al menos un veinte por ciento de analfabetismo en mi barrio. La mayor parte de ellos eran inmigrantes del sur del país, y mujeres. Habia unas pequeñas cabinas de madera en el lado montaña del mercado de la Boqueria donde ofrecian su servicio unos "escribientes" que se ganaban la vida escribiendo cartas y gestionando tramites oficiales para los analfabetos. Miquel puede confirmarte esto.
EliminarSupongo que, también a nivel general, esa es la función de los símbolos. "Comprimir en figuras y colores una información que, si no fuera así, precisaría de palabras. Y esta simbología se ha extendido mucho. Como sabemos llega hasta la «aparente» banalidad de los emoticones. Y señalo aparente, pues leí que se considera que estos muñecos están solo en una incipiente y primeriza fase de desarrollo como elementos de comunicación. Que vivas una buena jornada.
ResponderEliminarPura semiótica, Ricard, que ya se utilizaba.
EliminarUn abrazo y buen día
Gracias por estar
Qué bueno. Tiene su lógica, teniendo en cuenta el número de analfabetos de entonces. Porque ser daltónico también sería el colmo.
ResponderEliminarSaludos.
Estamos hablando de principios del 1900, en una capital de provincias, así se decía entonces, donde ya empezaba la masificación, porque era industrial (pasaba igual en Madrid), de donde venían de muchos territorios (así lo dicen ahora los del Congreso) a ganarse la vida. Todavía recuerdo que en la mili, de eso hace más de medio siglo, había clases para enseñar a escribir y a leer., o sea no era tan extraño que se viniera analfabeto del pueblo.
EliminarSer daltónico sería el colmo de los colmos, desde luego.
Un abrazo
Salut
Yo en la mili, durante el oeriodo de instrucción, di clases a analfabetos, extensión cultural le llamaban. Gracias a ello me dejaban salir de fin de semana el viernes por la tarde, en vez de el sábado .por la mañana.
EliminarBeneficiabas a los demás y te beneficiabas a ti mismo. Genial ¡
EliminarSalut
Muy interesante. Un beso
ResponderEliminarUn beso, Susana Moreno
EliminarGracias por hacernos compañía.
Muy interesante, Miquel. Eres una magnifica fuente de información sobre la realidad de la vieja Barcelona.
ResponderEliminarSaludos.
Siempre que inserto algo de Barcelona lo hago con libros detrás, eso no es complicado, RODERICUS, hoy la red de bibliotecas es inmensa, y mi curiosidad, permanente.
EliminarOtra cosa son las opiniones personales, que pueden o no agradar al visitante. Teniendo en cuenta que afortunadamente no son pocos, es más que normal que siempre surjan discrepancias.
Barcelona da mucho de sí, es una ciudad inacabable.
Un abrazo y que te vayas mejorando ¡
Salut
Es verdad lo q dice RODERICUS, MIGUEL deberían incluirte en la nómina del ay-untamiento barcelonés como adalid y arqueólogo de los pequeños detalles históricos , además de relojero mayor del reino de los relojes de sol catalán...como si llevaras un microscopio con catalejo en los ojos ; ) Un beso grande lleno de colorines hoy de aquí, tu querida analfabeta jajaja
ResponderEliminarTodo me llama a curiosidad, MARÍA, y los relojes de Sol me encandilan, ya ves. Otra cosa que me maravilla son las clepsidras, que haberlas, como dicen en tu pueblo, haylas, pero apenas se ven.
EliminarEl beso para ti que bien sabes que sabes mucho de lo tuyo, o sea, de leyes, cosa que yo, ni papa, y he de preguntarte hasta por las cosas más simples.
Gracias por tu tiempo ¡¡¡¡
mil besos
Sabrás ya, imagino, que el reloj analógico de la Catedral de Girona está superpuesto a uno anterior del sol. Aunque creo que ya lo había visto con anterioridad, volví a verlo el sábado pasado y ya me acordé de ti, sobre si lo tenías o no en cuenta.
Eliminarpodi-.
Los colores son un mecanismo natural para diferenciar cosas, desde los insectos a las plantas y las personas también tiene sus colores, el rojo de la sangre y el color de la bilis, las mucosidades todo tiene su color y no creo que eso sea cosa del azar. Y a raíz de esto viene los colores de los partidos políticos. Sobre el analfabetismo la gran diferencia es que antes un analfabeto quería dejar de serlo y ahora gente con estudios "sacan pecho" de su ignorancia.
ResponderEliminarCreo que otra vez me he ido por los afamados Cerros de Ubeda
Un saludo
Hoy hemos hablado de ti, por teléfono, con RODERICUS, y de lo acertado de tus conocimientos del mundo del motor. Siempre aciertas, porque sabes de lo que hablas.
EliminarY no te has ido por los cerros de Úbeda: "Sobre el analfabetismo la gran diferencia es que antes un analfabeto quería dejar de serlo y ahora gente con estudios "sacan pecho" de su ignorancia".
Un abrazo
Salut
Pues para ser para facilidad de los no conocedores de las letras, hay que decir que el sistema de signos es bastante complejo por las variantes que hay de años y líneas. Hay que ser semiólogo para conocer el conjunto de dichos signos. Abrazo, Tot.
ResponderEliminarPor lo que parece duró hasta el 1935, que empezó la cuestión de los números. Eso me hace pensar que el índice de analfabetismo comenzó a bajar en la República. Pero son especulaciones mías.
EliminarY sí, expertos como lo era Umberto Eco.
Un abrazo, JOSELU
Salut
No creo que
ResponderEliminarel Tranvía de
Santa Cruz
de Tenerife,
tenga esos
colores,un
tranvía que
no ha dado
sino
problemas,
de casi toda
clase, un
saludo.
Tendremos que hablar con Trump, que por lo visto lo arregla todo.
EliminarUn abrazo, ORLANDO ¡
A pesar de ser más bien provecto, no conocí eso, aunque el modelo de tranvía de la foto me era familiar y el champán Rovellats también. ¿Dónde ponían ese símbolo? ¿Al lado del letrero donde va el número de la línea y el inicio y final?
ResponderEliminarPuede parecer complicado, pero si tenemos en cuenta que una persona no utilizaba quince o veinte líneas diferentes de tranvía cada día, solo un par o tres como mucho, con saberse el color de esas iba que se mata. De todas formas, no es bueno abusar de los símbolos (gráficos o colores) porque al final puede llegar a ser complicado aclararse.
En cuanto al anafabetismo:
Mi madre siempre contaba que en el cine (años veinte) era corriente que un sujeto leyera en voz alta los letreros de las películas mudas y siempre se ponía gente a su alrededor para enterarse del asunto.
En la mili (años setenta), si no había analfabetos, poco faltaba. Yo no di esas clases, como Cayetano; pero sí escribía cartas a algún compañero que (como Manolo Escobar en su canción "Yo soy un hombre del campo") no entendía ni sabía de letra. No era difícil. Había que escribir al principio: "Deseo que al recibo de la presente se encuentren bien de salud" y seguir con otras frases hechas.
Un abrazo.
Sí, como bien dices, el cartel, por lo poco que sé del tema, no iba en el techo, como el de los números, sino en lo que podemos decir que iban en el frontal, como en el de la foto, que aquí sólo ponen el recorrido de origen y final, pues en aquel entonces también se añadía el logo correspondiente. Posteriormente se cambiaron por los números en la parte superior del vehículo.
EliminarSupongo que el personal no cogería más de un par de tranvías para ir al trabajo, pues ya eran caros de por sí y las costumbres eran la de caminar.
Recuerdo vagamente, en la línea 29 (Circunvalación) ver algún cartel de estos de colores, pero colgado de alguna catenaria, no del tranvía, o sea, que quedó allí sin que se eliminara, y la recuerdo en la Ronda de Sant Pau, frente a los Escolapios, donde había una parada en medio de la calle. También queda un cartel de estos en lo que es el tranvía azul, el del Tibidabo, no sé si por desidia de no haberlo quitado o porque asume la edad del tranvía y está a propósito.
También recuerdo los "escribidores" de la plaza de la Garduña, y sus paradas, incluso alguno moderno, que llevaba su máquina de escribir.
Un abrazo y gracias por tu compañía.
Salut
Me sumo al comentario de Rodericus, Miquel eres una magnífica fuente de información de aquella Barcelona de antes. Te felicito.
ResponderEliminarLa variedad de los colores y su combinatoria, también es compleja, es como una especie de alfabeto y se trata de unir colores, algo así como el alfabeto convencional de las letras, saber cada una de ellas y saber combinarlas.
En cuanto al alfabetismo es cierto que hemos avanzado mucho, había mucha gente que no sabía leer ni escribir y ahora, me temo que hay otro tipo de analfabetos, me refiero a la capacidad lectora, seguramente saben unir la "eme" con la "a" y llegan a saber que suena "ma", pero por lo que parece no van mucho más allá, no entienden lo que leen y apenas pueden prestar atención a un texto de más de media docena de líneas.
Salud.
Gracias, Cornadó. El problema ahora es la comprensión lectora, y el problema de que "nos despistamos" a los pocos minutos de empezar a leer. Por lo que se ve hay muchos factores, entre ellos las pantallas.
EliminarCuando leía los libros y observaba las fotos, pensaba que era más complejo diferenciar tantos distintivos que aprenderse los números, pero la mente humana tiene instinto de supervivencia y seguro que los colores que a uno le interesan, en este caso para llevarte a casa, o al trabajo, están más que aprehendidos en la mente.
Hemos llegado hasta aquí, y por lo visto si nada lo impide, subsistiremos durante muchas generaciones más, lo que no sé, es con que tipo de tranvías .
Un abrazote y gracias.
En el mundo industrial, el tranvia lo era, todo se codificaba y se sigue haciendo por medio de colores. El estado de una herramienta, su peligrosidad, su potencia. No me extraña que las diferentes líneas de tranvia, se le asignara lo mismo, luego solo número y fondo.
ResponderEliminarEl tranvía, como bien está demostrado, fue básico y esencial. Bendito artilugio.
Eliminar"Se codificaba", esa es la palabra justa para el hecho. Eran códigos que se necesitaban a falta de saber leer. Por lo visto, el libro lo expone, había cantidad de líneas en aquel tiempo, o sea, hasta el 1935 que fue cuando se decidió cambiar al sistema numérico.
Salut y gracias.
A partir de 1940, ¿deja de utilizarse este sistema?
ResponderEliminarYo recuerdo los tranvías muy vagamente, no sabría decir si entonces llevaban estos indicativos.
podi-.