Doncs si, "Los votantes no eligen al mejor, al más honrado, al más capaz, sino a quién más se les parece". Nomès que aixó no és d'imbécil, ans al contrari. Es l'antítesi de la imbecilitat. Una persona amb escasa intel·ligència o sentit comú, algú a qui li costa d'entendre les coses, seria el concepte actual d'imbècil. I el votant no compleix cap d'aquestes premisses. Salut.
Comparto totalmente el planteamiento. Es la imbecilidad, la estupidez, el desconocimiento y la incultura los que se han apoderado de la vida política a escala mundial.
Hace un planteamiento muy preciso, del porqué los menos preparados son los que se llevan la partida, Cayetano. Ser prudente, esperar, callar por no ofender, hablar lo justo y necesario, dedicarte al trabajo, ahorrar...no es lo que se lleva. Ha cambiando el concepto, hoy las chicas quieren un macho alfa que les haga reír, que se los haga pasar bien, que sea "empotrador", (sic); y ellos las quieren bien maqueadas, de uñas kilométricas y tetas siliconadas, , pocas son las parejas que creen en una proyección de futuro juntos, de responsabilidad y de tirar pa lante en lo bueno y en lo que no lo es tanto. Es un libro que te hace pensar, muy bien argumentado y que razona el porqué de lo que está sucediendo en esta era. Un abrazo
Sale la palabra a colación, Ricard, en varias ocasiones. Un estudio de lo que está sucediendo a las nuevas generaciones, que creen que sin esfuerzo, sacrificio y sin espera todo se puede tener a la voz de ya. Salut
Se dice con frecuencia que "tenemos los políticos que nos merecemos". Comprendo el sentido de la frase, pero, en lo que a mí respecta, no estoy de acuerdo. Yo no creo para nada merecer eso, ni tú tampoco, Miquel. Votamos dentro del muestrario que se nos ofrece. ¿Y qué se nos ofrece? Pues resulta que en los partidos políticos los que figuran en los primeros lugares de la lista son: o los más atontados o los más trepas o los más iletrados o los más sinvergüenzas o los más pelotillas o los menos díscolos. El líder (que también suele haber leído pocos libros, o ninguno, y no anda muy sobrado de nada, salvo de ansias de poder) los escoge así, quizá para que no le hagan sombra. Si hay gente en el partido que no es nada de lo que he citado (yo creo que haberla hayla, tipos válidos los hay en todas partes) puede ser que no muestre deseo alguno de figurar en esa lista, y otros, que sí desearían que estar en ella, queden arrumbados o relegados a aquellos puestos en la tabla en los que es imposible que salgan. Y de este modo, como somos buenos ciudadanos y vamos a votar (yo ya no, para lo que me queda en el convento), escogemos una papeleta entre las que hay encima de la mesa del colegio electoral. Y así se pueblan parlamentos de imbéciles, que lo único que aportan es aplausos desefrenados al líder (aunque diga estupideces, algo habitual) y pataleos al de enfrente. Ideas valiosas, nunca ninguna. Y, como consecuencia de esos resultados penosos, se nos llenan los gabinetes ministeriales, los Parlamentos y los Ay Untamientos de este tipo de personal. Un abrazo.
Completamente de acuerdo, Gran Uribe. Pienso en Madina y en Lobato, ya ves, y los veo de lógica aplastante, y con criterio dialogador. Hoy no hay en ningún partido personal que nos hable de un programa, porque no los tienen, porque van a tiro de mata y porque no son capaces de ponerse a hablar. Las gracias a ti por estar. Cuidate ¡
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarDit queda.
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Doncs si, "Los votantes no eligen al mejor, al más honrado, al más capaz, sino a quién más se les parece". Nomès que aixó no és d'imbécil, ans al contrari. Es l'antítesi de la imbecilitat.
EliminarUna persona amb escasa intel·ligència o sentit comú, algú a qui li costa d'entendre les coses, seria el concepte actual d'imbècil. I el votant no compleix cap d'aquestes premisses.
Salut.
Comparto totalmente el planteamiento. Es la imbecilidad, la estupidez, el desconocimiento y la incultura los que se han apoderado de la vida política a escala mundial.
ResponderEliminarHace un planteamiento muy preciso, del porqué los menos preparados son los que se llevan la partida, Cayetano. Ser prudente, esperar, callar por no ofender, hablar lo justo y necesario, dedicarte al trabajo, ahorrar...no es lo que se lleva. Ha cambiando el concepto, hoy las chicas quieren un macho alfa que les haga reír, que se los haga pasar bien, que sea "empotrador", (sic); y ellos las quieren bien maqueadas, de uñas kilométricas y tetas siliconadas, , pocas son las parejas que creen en una proyección de futuro juntos, de responsabilidad y de tirar pa lante en lo bueno y en lo que no lo es tanto.
EliminarEs un libro que te hace pensar, muy bien argumentado y que razona el porqué de lo que está sucediendo en esta era.
Un abrazo
Acabo de pedirlo, en Amazon https://amzn.eu/d/hf4LaMM
ResponderEliminarYo lo pedí a la librería del pueblo, la única que hay. Tardó tres días, pero lo doy por bien empleado.
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Me gusta más, el calificativo "estúpidos". Es más preciso.
ResponderEliminarSale la palabra a colación, Ricard, en varias ocasiones. Un estudio de lo que está sucediendo a las nuevas generaciones, que creen que sin esfuerzo, sacrificio y sin espera todo se puede tener a la voz de ya.
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ResponderEliminarYa es la tercera vez que baneo, Car Res, y deseo que la última.
EliminarSe dice con frecuencia que "tenemos los políticos que nos merecemos".
ResponderEliminarComprendo el sentido de la frase, pero, en lo que a mí respecta, no estoy de acuerdo. Yo no creo para nada merecer eso, ni tú tampoco, Miquel.
Votamos dentro del muestrario que se nos ofrece. ¿Y qué se nos ofrece? Pues resulta que en los partidos políticos los que figuran en los primeros lugares de la lista son: o los más atontados o los más trepas o los más iletrados o los más sinvergüenzas o los más pelotillas o los menos díscolos. El líder (que también suele haber leído pocos libros, o ninguno, y no anda muy sobrado de nada, salvo de ansias de poder) los escoge así, quizá para que no le hagan sombra. Si hay gente en el partido que no es nada de lo que he citado (yo creo que haberla hayla, tipos válidos los hay en todas partes) puede ser que no muestre deseo alguno de figurar en esa lista, y otros, que sí desearían que estar en ella, queden arrumbados o relegados a aquellos puestos en la tabla en los que es imposible que salgan.
Y de este modo, como somos buenos ciudadanos y vamos a votar (yo ya no, para lo que me queda en el convento), escogemos una papeleta entre las que hay encima de la mesa del colegio electoral. Y así se pueblan parlamentos de imbéciles, que lo único que aportan es aplausos desefrenados al líder (aunque diga estupideces, algo habitual) y pataleos al de enfrente. Ideas valiosas, nunca ninguna. Y, como consecuencia de esos resultados penosos, se nos llenan los gabinetes ministeriales, los Parlamentos y los Ay Untamientos de este tipo de personal.
Un abrazo.
Por cierto, gracias por la mención...
EliminarCompletamente de acuerdo, Gran Uribe.
EliminarPienso en Madina y en Lobato, ya ves, y los veo de lógica aplastante, y con criterio dialogador.
Hoy no hay en ningún partido personal que nos hable de un programa, porque no los tienen, porque van a tiro de mata y porque no son capaces de ponerse a hablar.
Las gracias a ti por estar.
Cuidate ¡