Y esta entrada conecta con la de ayer.
Nuevos tiempos, nuevas fórmulas...
El próximo 1 de enero de 2026, entrará en vigor un nuevo sistema que redefine cómo se calcula la base reguladora —el parámetro clave que determina cuánto cobrará un jubilado cada mes—. La reforma, recogida en el Real Decreto-ley 2/2023, forma parte del proceso de modernización del sistema de Seguridad Social impulsado por el Gobierno en colaboración con la Comisión Europea, dentro del Plan de Recuperación.
Hasta ahora, el cálculo de la base reguladora se realiza con las cotizaciones de los últimos 25 años (300 meses), divididas entre 350. Pero el nuevo modelo introduce una novedad relevante: el "método dual", que permitirá a la Seguridad Social elegir automáticamente entre dos fórmulas y aplicar la que resulte más beneficiosa para el ciudadano.
El nuevo mecanismo tomará como referencia los mejores 302 meses de cotización dentro de los últimos 304 (es decir, 25 años y 4 meses), (*) y los dividirá entre 352,33. Así, se podrán descartar hasta dos años de malas cotizaciones o vacíos, una mejora notable para quienes hayan tenido periodos sin empleo, bajas largas o contratos precarios.
La Seguridad Social aplicará de forma automática la fórmula más favorable. Esto favorece especialmente a los trabajadores con carreras laborales irregulares o aquellos que han alternado contratos temporales y periodos de desempleo. En cambio, quienes han tenido una carrera laboral estable y bien remunerada durante los últimos años quizás no noten grandes diferencias.
Además, se mantendrá una fase transitoria: entre 2026 y 2037 ambos sistemas convivirán, y no será hasta 2044 cuando se consolide completamente el nuevo cálculo. Esta transición progresiva da margen para la adaptación de empresas, trabajadores y la propia administración
Este no es el único ajuste que entra en vigor en enero de 2026. La edad ordinaria de jubilación seguirá subiendo, alcanzando los 66 años y 10 meses para quienes no tengan al menos 38 años y 3 meses cotizados (459 meses). Además, aumentará la retención del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), (**) que pasará del 0,70 % al 0,90 %, restando algo más en las nóminas de trabajadores y empresas, sin que eso incremente la pensión directa del trabajador.
También se endurecen los requisitos para la jubilación anticipada. Según fuentes oficiales, los coeficientes reductores serán mayores y se necesitarán más meses cotizados para poder adelantar el retiro sin penalización significativa.
(*) Luego, para cobrar el 100% de la pensión se habrá de tener ese tiempo mínimo dado de alta en las bases de cotización. No quiere decir que quien tenga 17 años no cobre, pero cobrará en proporción a esos meses. Quien tenga menos de 15 años (12 meses * 15 años) cotizados no entrará en el cómputo y se verá obligado a pedir otras soluciones.
(**)
El MEI nació como respuesta al desafío demográfico: el envejecimiento de la población y la próxima jubilación masiva de la generación del baby boom , lo que supone presión sobre el sistema de pensiones..
Sustituye al anterior “factor de sostenibilidad” e introduce un sistema de contribuciones adicionales, que van destinadas íntegramente al Fondo de Reserva de la Seguridad Social (conocida como la 'hucha de las pensiones').
El mecanismo es temporal y contingente: se aplicará hasta el año 2032, y su activación plena dependerá del gasto real en pensiones según la evolución de la demografía y la economía española.
La cotización adicional comenzó en 2023 con un tipo del 0,6% sobre la base de cotización por contingencias comunes (empleado más empleadores), y se incrementará gradualmente hasta alcanzar el 1,2% en 2050.