domingo, 8 de diciembre de 2019

Similitudes barcelonesas. Gaviotas y colchones

Mala mar.
Las gaviotas, cada vez más asilvestradas, se adentran en la ciudad alejándose de la costa en busca de comida.
Mientras, los "sin techo", al igual que las gaviotas, se adentran en la ciudad, también en busca de comida, pero ellos han de dejar el dormitorio reclinado en la pared.
Barrio de El Raval.

Mala mar.
Les gavines, cada vegada més assilvestrades, s'endinsen en la ciutat allunyant-se de la costa a la recerca de menjar.
Mentrestant, els "sense sostre", igual que les gavines, s'endinsen a la ciutat, també a la recerca de menjar, però ells han de deixar el dormitori reclinat en la paret.
Barri de El Raval.


15 comentarios:

  1. Deien avui al periódico que ha augmentat el nombre de sense sostre, que no donen abast per acollir-los a la nit.

    https://www.elperiodico.com/es/barcelona/20191207/barcelona-personas-durmiento-calle-sintecho-7764170

    ResponderEliminar
  2. Sembla té raó, FRANCESC PUIGCARBO.
    Salut

    ResponderEliminar
  3. Caminar por la ciudad produce mucha tristeza.
    Besos

    ResponderEliminar
  4. La fotografía en sí misma me encanta. Tiene una gran potencia expresiva, tanto visual como narrativa, todo está por contar frente a la imagen. Si Cortázar estuviese ante ella, escribiría uno de esos maravillosos cuentos para deleitarnos.

    Guiado por tu lúcida interpretación, veo dos maneras distintas de estar sin techo; la gaviota tiene alas para volar; mientras que el vagabundo “vuela” con alchol barato.
    La gaviota baja con suavidad de las nubes… el vagabundo se estrella en el suelo con toda la violencia del mundo.

    Gracias, Miquel, por avivarnos la reflexión y la imaginación. Salut!

    ResponderEliminar
  5. El colchón y la gaviota, los cubos de basura, las calles del Raval... Todo apunta a una escenografía triste. Da que pensar.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  6. Por un momento distinguí a Beatles cruzando Abbey Road. Pero no. ¿De qué ciudad estamos hablando entonces?

    ResponderEliminar
  7. Al menos a mi me la da CONXITA C. No hay día que no piense en quien no duerme caliente
    Un abrazo

    Gracias a ti, PACO CASTILLO, por interpretar "la obra"; algo similar quise expresar.
    Salut

    Triste, triste..triste. Así es CAYETANO
    estos días que vienen no son para mi.
    Salut

    De la ciudad del Nunca Jamás, amugo FACKEL
    Un abrazote

    ResponderEliminar
  8. A veces me pregunto por la responsabilidad que tenemos los que sí tenemos techo y lumbre...

    ResponderEliminar
  9. No se que contestar, LUIS ANTONIO. Todo me es fácil desde casa y con cama, agua caliente, comida y calefacción, pero te aseguro que cuando me pongo a cerrar los ojos mi último pensamiento siempre es para los que se que no pueden tener lo que yo tengo.
    Quizá sea de lo que veo cotidianamente en teresas de Calcuta. Quizá, no lo se, pero me jover lo que veo y celebrar lo que celebro.
    Uno no es feliz, creo, si los demás no pueden serlo.
    Un abrazo
    Cuidate
    salut

    ResponderEliminar
  10. Es terrible Miquel, cada día se ven más colchones por las calles, unos ocupados y otros abandonados, hay muchas personas que duermen en la calle y parece que carecen de todo, en una ciudad que había sido el colmo de la modernidad, en una Barcelona cosmopolita y que ahora da mucha pena, ¿dónde está el progreso? ¿aquí, en estas calles tristes y con tantas personas necesitadas?
    Seguramente todos tenemos una parte de culpa, sí, pero me niego a cargar mi insignificante culpa cuando veo el despilfarro de los políticos y las instituciones, su lujo y sus carísimos privilegios son una vergüenza que ofende y clama al cielo. Es una pena. Uno no es feliz viendo esta degradación y esta indigencia.
    La beneficencia y el altruismo personal están muy bien, los aplaudo a rabiar, pero estas desigualdades se tienen que solucionar desde los poderes públicos.
    Y quiero recordar que estas desgracias acarrean inestabilidad y que la injusticia social acaba en desordenes graves.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  11. A mi parecer estás acertado, FRANCESC CORNADó. Mucha parte de los políticos y de la iglesia al uso, saben lo que pasa. Se que es complejo solucionarlo, pero la iglesia debería tener las puertas abiertas para que esta gente al menos durmiera cobijada ¡no pagan IBI¡, y los políticos debieran presionar para que al menos hubieran unos comedores sociales a cargo del erario municipal, que es lo mínimo que se puede pedir en una ciudad que cada día está más presionada por los problemas laborales.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  12. Quizas y aunque suene mal, hay que volver a pensar en la dignidad del trabajo. Creo que un hombre es más feliz haciendo cosas que viviendo de la caridad,,, Y esto no es una critica contra los que no buscan trabajo...
    Un saludo

    ResponderEliminar
  13. No vas nada equivocado, TEMUJIN. Las personas sólo quieren trabajar, no me cabe duda. Como en todo hay excepciones, pero son las menos. De eso estoy convencido.
    Cuando se dice que el trabajo dignifica no se va errado.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  14. Las gaviotas ya hacen la competencia(por necesidad,necesitan mucha comida),a las palomas de la plaza Cataluña,ante la sorpresa de los niños que no saben que hacer cuando un ave de tal tamaño se les acerca y les pide comida.Por ahora no son agresivas,ya veremos.
    Las necesidades sociales,tienen que estar cubiertas por el Estado,que para eso no tiene piedad con los contribuyentes,es su responsabilidad,la nuestra es pagar los impuestos.
    Saludos

    ResponderEliminar
  15. Completamente de acurdo, CAR RES
    Salut
    Gracias por estar

    ResponderEliminar