Les presento el que tenía que haber sido el primer rascacielos de España.
1918, Plaça Catalunya
Quedó el proyecto, más no la obra.
Els presento el que havia d'haver estat el primer gratacel d'Espanya.
1918, Plaça Catalunya
Va quedar el projecte, més no l'obra.
Chato y feo, me quedo con el precursor aerodinámico que hay en la esquina de Urquinaona con Jonqueres.
ResponderEliminarBueno, quizás si el neoyorqués hubiese desembarcado en Barcelona, hoy el ensanche estaría teniendo otro aspecto.
ResponderEliminarpodi-.
No es agradable a la vista, ALLAU. Comparto tu gusto
ResponderEliminarSalut
¡ Que duda cabe ¡, CARLOS PORTILLO .
Salut ¡
Un proyecto en la linea de la Escuela de Chicago, este parece un poco más "mastodónico" que otros ejemplos americanos. Es curiosa la resolución de las plantas bajas.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
Que bien,de la que nos libramos.Lo bonita que está la plaza con su jardín,sus palomitas, sus bancos,por favor si deberían cobrar entrada,para disfrutar de ella.Los domingos al sol,las noches de verano.No sabemos los tesoros que tenemos.
ResponderEliminarSalut
¿Hacer edificios más altos con espacios verdes grandes alrededor o hacer viviendas más pequeñas con jardines incluidos en ellas?, esa es la cuestión...
ResponderEliminarUn saludo
O sea, que el rascacielos se quedó en Rascayú (tararea) No creo que BCN se perdiera mucho. A mí lo que me da rabia es que edificios menos voluminosos y proneoyorquinos hayan desaparecido de nuestras ciudades. De primeros de siglo siempre admiré aquellos con formas curvas o redondeadas, al estilo de la proa de una nave, que los desaprensivos del desarrollismo franquista se cargaron en aras del negocio particular, al menos aquí.
ResponderEliminarPoco entiendo de arquitectura, FRANCESC CORNADó, pero me resulta curioso, y para aquella época en Barcelona, la grandeza del edificio.
ResponderEliminarUn abrazo
A mi me falta el reloj con las flores que habia entre las dos fuentes, CAR RES..
Salut
Otra duda sumada a las tantas que tenemos, TEMUJIN.
En Burgos teneís al Cid Campeón, cualquiera lo descabalga ¡
salut
Y a mi me mola el art decó, FACKEL. Me subyuga lo de las líneas rectas y los ángulos proporcionados, ya ves, pero no me gustan los edificios muy altos, también es verdad.
Un abrazo
Mejor que no se hiciera. Un mazacote, feo como un dolor, pretencioso y faraónico. Algo que se puso de moda en medio mundo, ligado al capitalismo financiero y que se potenciaría después con el ascenso de los totalitarismos, el fascista y el estalinista, como una expresión del poder. Un asco desde un punto de vista ideológico y estético. Rascacielos, torres de Babel en un mundo lleno de injusticias y carencias. Rascacielos, rascaleches.
ResponderEliminarUn abrazo, Miquel.
pel seu temps no estaba malament, lleig com tot gratacels de l'època.
ResponderEliminarJoder, CAYETANO GEA...vas a lo Blas de Otero ¡¡
ResponderEliminarsalut
Cert, FRANCESC PUIGCARBó
Salut
Es verdad. No recordaba dónde lo leí: Blas de Otero. Gran poeta de posguerra.
ResponderEliminarSalud.
Un armatoste feo e impersonal como sus contemporáneos en Chicago o Nueva York.
ResponderEliminarMenos mal que no se encontró la financiación para levantarlo, porque ese seria el motivo por el que realmente no se edificó.
Otra cosa habria sido hoy, visto el asunto del Hotel Vela.
Uno de los mejores, CAYETANO
ResponderEliminarSalut
jejejeje...si menudo hotelito a 25 metros linea de mar cuando la Ley de Costas prohibe construir nada a menos de 500...por eso se chaparon los chiringos de la Barceloneta, pero poderoso caballero es don dinero, RODERICUS
Un abrazo